Obama y el líder del Partido Republicano rechazan la islamofobia de Trump
El presidente critica en un duro discurso la politización de la lucha antiterrorista
Cristina F. Pereda
Washington, El País
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se defendió este martes de las críticas a su estrategia en la lucha contra el terrorismo y reiteró que la islamofobia va en contra de los principios fundacionales de la nación. “Debemos impedir impedir que el terrorismo destruya nuestros valores”, afirmó en un duro discurso tras su reunión con el Consejo de Seguridad Nacional en Washington. Obama rechazó la politización de la lucha antiterrorista en la campaña electoral y recordó que EE UU “se ha arrepentido siempre que ha actuado motivado por el miedo”.
Las palabras de Obama llegaron poco después de que el presidente de la Cámara de Representantes y líder del Partido Republicano, Paul Ryan, desautorizara la propuesta de Donald Trump para prohibir la entrada de musulmanes en el país. Ryan se distanció del candidato a la presidencia de su partido al asegurar que Estados Unidos está en guerra con el “islam radical”, pero no con la religión y coincidió con el presidente en su rechazo a convertir a todos los ciudadanos musulmanes en “sospechosos”.
“Prohibir la entrada a los musulmanes no está entre nuestros intereses”, afirmó Ryan. “No refleja nuestros principios ni como partido político ni como país”. El legislador republicano de mayor rango en la política estadounidense defendió que la mayoría de los musulmanes que residen en EE UU son “moderados” y que constituyen “algunos de nuestros mejores aliados, nuestros mejores recursos”. Ryan, segundo en la línea de sucesión, afirmó que “es importante que hagamos esa distinción”.
Obama aseguró que las autoridades siguen sin detectar pruebas que vinculen directamente al autor de la masacre en Orlando con grupos terroristas en el extranjero. EE UU sostiene que Omar Mateen se radicalizó tras absorber propaganda difundida por ISIS a través de Internet. La de este martes es la tercera comparecencia de Obama tras la peor matanza en suelo estadounidense desde los atentados del 11 de Septiembre y la primera en que se defendió de las acusaciones pronunciadas por el candidato republicano, Donald Trump, y acusó a la oposición de politizar la lucha antiterrorista.
“¿Cuándo va a acabar esto? ¿Los líderes republicanos están de acuerdo?”, preguntó retóricamente el presidente en referencia a las acusaciones de que no está haciendo lo suficiente por no calificar a los terroristas de “islamistas radicales”. Obama ridiculizó a los republicanos que como Trump sugieren que la lucha contra el terrorismo tendrá más éxito “por usar una etiqueta” y aseguró que invocar la islamofobia es “hacerle el trabajo a los terroristas”.
“Si alguien cree seriamente que no sabemos quiénes son nuestros enemigos, sería toda una sorpresa para los miles de terroristas que hemos derrotado en el campo de batalla”, declaró Obama en defensa de los miembros del Ejército, agencias de inteligencia y fuerzas de seguridad que participan en la lucha antiterrorista. “La razón por la que tengo cuidado con esos términos no tiene nada que ver con la corrección política”, aseguró.
Obama rechazó las críticas recibidas en los últimos días contra su estrategia antiterrorista por parte de varios políticos republicanos y, en respuesta, ofreció las medidas que EE UU puede adoptar en casa. “Si de verdad queremos ayudar a nuestras fuerzas seguridad para proteger a los estadounidenses de nuevos ataques, debemos impedir que los terroristas tengan acceso a las armas”, afirmó.
El presidente norteamericano defendió que EE UU tiene capacidad para aprobar medidas “de sentido común” que respetarían la Segunda Enmienda de la Constitución y que ayudarían a impedir nuevos ataques. Obama recordó que los atacantes de Orlando, San Bernardino y la base militar de Fort Hood (Texas), donde se han perpetrado los tres ataques más graves de los últimos años, eran todos ciudadanos estadounidenses y que los tres emplearon rifles de asalto. “No podemos impedir todas las tragedias, pero una persona que tiene prohibido subirse a un avión, no debería ser capaz de comprar un arma”.
El distanciamiento del liderazgo republicano
Las declaraciones de Ryan no le sitúan en confrontación directa con Trump, pero aumentan la distancia que separa al candidato del partido al que presumiblemente representará en las elecciones de noviembre. Después de que el empresario agitara la islamofobia como arma electoral, Ryan ha defendido que lo que Estados Unidos necesita es un sistema que valore “la seguridad, no la religión” de los inmigrantes que solicitan la entrada en el país.
La reacción del portavoz de la Cámara de Representantes ha llegado después de 36 horas en las que Trump demostrase que ni siquiera un ataque como el de Orlando le va a hacer cambiar de estrategia. Desde el domingo, el candidato republicano ha reiterado su propuesta de cerrar la frontera, ha acusado a su rival Hillary Clinton por no emplear los términos “islamismo radical”, ha pedido la dimisión del presidente Obama por la misma razón y ha insinuado que podría estar implicado en la peor matanza en el país desde el 11 de Septiembre.
Cristina F. Pereda
Washington, El País
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se defendió este martes de las críticas a su estrategia en la lucha contra el terrorismo y reiteró que la islamofobia va en contra de los principios fundacionales de la nación. “Debemos impedir impedir que el terrorismo destruya nuestros valores”, afirmó en un duro discurso tras su reunión con el Consejo de Seguridad Nacional en Washington. Obama rechazó la politización de la lucha antiterrorista en la campaña electoral y recordó que EE UU “se ha arrepentido siempre que ha actuado motivado por el miedo”.
Las palabras de Obama llegaron poco después de que el presidente de la Cámara de Representantes y líder del Partido Republicano, Paul Ryan, desautorizara la propuesta de Donald Trump para prohibir la entrada de musulmanes en el país. Ryan se distanció del candidato a la presidencia de su partido al asegurar que Estados Unidos está en guerra con el “islam radical”, pero no con la religión y coincidió con el presidente en su rechazo a convertir a todos los ciudadanos musulmanes en “sospechosos”.
“Prohibir la entrada a los musulmanes no está entre nuestros intereses”, afirmó Ryan. “No refleja nuestros principios ni como partido político ni como país”. El legislador republicano de mayor rango en la política estadounidense defendió que la mayoría de los musulmanes que residen en EE UU son “moderados” y que constituyen “algunos de nuestros mejores aliados, nuestros mejores recursos”. Ryan, segundo en la línea de sucesión, afirmó que “es importante que hagamos esa distinción”.
Obama aseguró que las autoridades siguen sin detectar pruebas que vinculen directamente al autor de la masacre en Orlando con grupos terroristas en el extranjero. EE UU sostiene que Omar Mateen se radicalizó tras absorber propaganda difundida por ISIS a través de Internet. La de este martes es la tercera comparecencia de Obama tras la peor matanza en suelo estadounidense desde los atentados del 11 de Septiembre y la primera en que se defendió de las acusaciones pronunciadas por el candidato republicano, Donald Trump, y acusó a la oposición de politizar la lucha antiterrorista.
“¿Cuándo va a acabar esto? ¿Los líderes republicanos están de acuerdo?”, preguntó retóricamente el presidente en referencia a las acusaciones de que no está haciendo lo suficiente por no calificar a los terroristas de “islamistas radicales”. Obama ridiculizó a los republicanos que como Trump sugieren que la lucha contra el terrorismo tendrá más éxito “por usar una etiqueta” y aseguró que invocar la islamofobia es “hacerle el trabajo a los terroristas”.
“Si alguien cree seriamente que no sabemos quiénes son nuestros enemigos, sería toda una sorpresa para los miles de terroristas que hemos derrotado en el campo de batalla”, declaró Obama en defensa de los miembros del Ejército, agencias de inteligencia y fuerzas de seguridad que participan en la lucha antiterrorista. “La razón por la que tengo cuidado con esos términos no tiene nada que ver con la corrección política”, aseguró.
Obama rechazó las críticas recibidas en los últimos días contra su estrategia antiterrorista por parte de varios políticos republicanos y, en respuesta, ofreció las medidas que EE UU puede adoptar en casa. “Si de verdad queremos ayudar a nuestras fuerzas seguridad para proteger a los estadounidenses de nuevos ataques, debemos impedir que los terroristas tengan acceso a las armas”, afirmó.
El presidente norteamericano defendió que EE UU tiene capacidad para aprobar medidas “de sentido común” que respetarían la Segunda Enmienda de la Constitución y que ayudarían a impedir nuevos ataques. Obama recordó que los atacantes de Orlando, San Bernardino y la base militar de Fort Hood (Texas), donde se han perpetrado los tres ataques más graves de los últimos años, eran todos ciudadanos estadounidenses y que los tres emplearon rifles de asalto. “No podemos impedir todas las tragedias, pero una persona que tiene prohibido subirse a un avión, no debería ser capaz de comprar un arma”.
El distanciamiento del liderazgo republicano
Las declaraciones de Ryan no le sitúan en confrontación directa con Trump, pero aumentan la distancia que separa al candidato del partido al que presumiblemente representará en las elecciones de noviembre. Después de que el empresario agitara la islamofobia como arma electoral, Ryan ha defendido que lo que Estados Unidos necesita es un sistema que valore “la seguridad, no la religión” de los inmigrantes que solicitan la entrada en el país.
La reacción del portavoz de la Cámara de Representantes ha llegado después de 36 horas en las que Trump demostrase que ni siquiera un ataque como el de Orlando le va a hacer cambiar de estrategia. Desde el domingo, el candidato republicano ha reiterado su propuesta de cerrar la frontera, ha acusado a su rival Hillary Clinton por no emplear los términos “islamismo radical”, ha pedido la dimisión del presidente Obama por la misma razón y ha insinuado que podría estar implicado en la peor matanza en el país desde el 11 de Septiembre.