MOTO GP / Victoria de Rossi, liderato para Márquez y cero de Lorenzo
El italiano y el español vivieron un intenso duelo que cayó del lado del de Yamaha. Pedrosa, tercero, y cero de Jorge tras tirarle Iannone.
Montmeló, As
No era un día fácil para MotoGP, por la trágica pérdida de Luis Salom el viernes, y hacía falta una carrera así de bonita y, más importante aún, con una reconciliación como la que sellaron a pie de podio Rossi y Márquez. Las desgracias unen y Montmeló fue testigo del día en el que Rossi volvió a ser Rossi, y no solo por la victoria, sino porque también le tendió la mano al español cuando se reencontraron en el parque cerrado. Todos vitorearon que estrecharan sus manos.
La jornada arrancó con el corazón en un puño con un emotivo minuto de silencio, pero llegado el momento de la salida todos fueron capaces de concentrarse una vez más para hacer su trabajo lo mejor posible, como si nada hubiera pasado.
La salida la bordó Lorenzo, poniéndose en cabeza desde el principio, seguido por Márquez, Iannone, Pedrosa, Maverick, Dovizioso y un Rossi que sólo era séptimo después de la primera curva. Sin embargo, la historia fue completamente opuesta para los dos oficiales de Yamaha. Mientras que el italiano fue remontando paulatinamente, siendo jaleado cada adelantamiento desde la grada, porque también en Montmeló era el que más corría en casa, el mallorquín iba a perder fuelle al no encontrarse cómodo con las gomas. En realidad, todos sufrieron con ellas por la subida de la temperatura.
Jorge fue la última víctima de Valentino antes de ponerse a liderar, en la séptima vuelta, y a partir de ahí fue perdiendo posiciones hasta caer hasta la quinta plaza. En ese camino se enzarzó con un Maverick al que se le vio más nervioso de la cuenta, o menos preciso, porque le costó muchísimo confirmar su adelantamiento a Lorenzo. Y es algo que también le pasó con Pedrosa, aunque con éste no pudo y tuvo que conformarse con la cuarta plaza, que es su segundo mejor resultado.
Volviendo a Lorenzo, su carrera acabó en la decimoséptima vuelta, cuando Iannone, otra vez él, entró colado en la famosa y renovada curva 10 y se lo llevó puesto. A partir de ahí, Marc tenía garantizado el regreso al liderato, pero quiso jugarse la victoria con Rossi y entre ambos se pasaron seis veces más, porque el italiano ya le había superado una vez en su remontada inicial. Algunas fueron muy justas, pero limpias en todo momento, y el público pudo vibrar con ambos como en los viejos tiempos. Fue puro motociclismo.
La batalla se la llevó Rossi, que a sus 37 años está hecho un chaval y ya suma 114 victorias que le dejan a nueve de las de Agostini. Marc se conformó con un buen segundo después de que a dos vueltas del final sufriera una colada y, más importante aún, salvara con anterioridad milagrosamente la caída.
Por detrás de ellos, llegó Pedrosa en tierra de nadie, con el que luego Maverick se disculpó. Quinto fue Pol, lo que le dejó muy satisfecho por ser el mejor de los privados y poder superar a varios oficiales. Y muy meritorio resultó el octavo de Baustista con la Aprilia, una moto que sigue sin estar al nivel de las mejores de un Mundial que vuelve a ponerse caliente, con el liderato de Márquez por diez puntos sobre Lorenzo y 22 sobre Rossi.
Montmeló, As
No era un día fácil para MotoGP, por la trágica pérdida de Luis Salom el viernes, y hacía falta una carrera así de bonita y, más importante aún, con una reconciliación como la que sellaron a pie de podio Rossi y Márquez. Las desgracias unen y Montmeló fue testigo del día en el que Rossi volvió a ser Rossi, y no solo por la victoria, sino porque también le tendió la mano al español cuando se reencontraron en el parque cerrado. Todos vitorearon que estrecharan sus manos.
La jornada arrancó con el corazón en un puño con un emotivo minuto de silencio, pero llegado el momento de la salida todos fueron capaces de concentrarse una vez más para hacer su trabajo lo mejor posible, como si nada hubiera pasado.
La salida la bordó Lorenzo, poniéndose en cabeza desde el principio, seguido por Márquez, Iannone, Pedrosa, Maverick, Dovizioso y un Rossi que sólo era séptimo después de la primera curva. Sin embargo, la historia fue completamente opuesta para los dos oficiales de Yamaha. Mientras que el italiano fue remontando paulatinamente, siendo jaleado cada adelantamiento desde la grada, porque también en Montmeló era el que más corría en casa, el mallorquín iba a perder fuelle al no encontrarse cómodo con las gomas. En realidad, todos sufrieron con ellas por la subida de la temperatura.
Jorge fue la última víctima de Valentino antes de ponerse a liderar, en la séptima vuelta, y a partir de ahí fue perdiendo posiciones hasta caer hasta la quinta plaza. En ese camino se enzarzó con un Maverick al que se le vio más nervioso de la cuenta, o menos preciso, porque le costó muchísimo confirmar su adelantamiento a Lorenzo. Y es algo que también le pasó con Pedrosa, aunque con éste no pudo y tuvo que conformarse con la cuarta plaza, que es su segundo mejor resultado.
La batalla se la llevó Rossi, que a sus 37 años está hecho un chaval y ya suma 114 victorias que le dejan a nueve de las de Agostini. Marc se conformó con un buen segundo después de que a dos vueltas del final sufriera una colada y, más importante aún, salvara con anterioridad milagrosamente la caída.
Por detrás de ellos, llegó Pedrosa en tierra de nadie, con el que luego Maverick se disculpó. Quinto fue Pol, lo que le dejó muy satisfecho por ser el mejor de los privados y poder superar a varios oficiales. Y muy meritorio resultó el octavo de Baustista con la Aprilia, una moto que sigue sin estar al nivel de las mejores de un Mundial que vuelve a ponerse caliente, con el liderato de Márquez por diez puntos sobre Lorenzo y 22 sobre Rossi.