EUROCOPA / Suiza explota la bisoñez de Albania

El conjunto helvético sufrió demasiado ante un rival en inferioridad, frustrado por las intervenciones del meta suizo Sommer


Rafael Pineda
El País
Suiza, con lo justo, cumplió con los pronósticos y venció a Albania. Un triunfo que se basó, esencialmente, en la actuación de su portero, Sommer, y en la falta de talento de los delanteros de Albania, que desaprovecharon hasta tres claras ocasiones para lograr el empate. Tuvo mérito el equipo dirigido por De Biasi. Jamás se rindió, supo sufrir con un jugador menos por la expulsión de Cana en el minuto 37 y mereció un punto. Fue doloroso para Albania comprobar el vuelo de Sommer, que frustró las esperanzas de Gashi y de todo un país que le empujaba en busca del empate. Suiza tendrá que mejorar mucho si quiere llegar lejos en la Eurocopa. Este triunfo y un empate más le puede asegurar su pase a octavos, aunque su nivel fue inferior al que ofreció Rumania ante Francia. Además, su delantero, Seferovic, se convirtió en una auténtica máquina de fallar goles.


No es que Albania jugara mal. Ni mucho menos. Simplemente condensó en 45 minutos todo lo malo que le puede ocurrir a una selección cuando debuta en un gran torneo. Suiza, con más cuajo, se aprovechó de todo ello. La lista de novatadas comenzó a plasmarse a los cinco minutos, cuando el central Schar aprovechó un error del portero Berisha para marcar casi a placer. Los siguientes minutos mostraron lo mejor de Albania, una selección competitiva y rápida, entusiasta. El conjunto entrenado por De Biasi se hizo con el balón ante Suiza, que se echó atrás a conservar la ventaja. Le faltó calidad a Sadiku para definir ante Sommer. El portero estuvo certero ante el delantero del Vaduz, que participa en la Liga suiza a pesar de ser un equipo de Liechtenstein. Además de encajar un gol a los cinco minutos y de fallar otro cantado, el tercer pecado de Albania se plasmó en la expulsión de su capitán, Cana, al que Velasco Carballo mandó a los vestuarios por doble amonestación. El jugador del Nantes dejó a su equipo en inferioridad. A partir de ese instante, Suiza gozó de numerosas ocasiones para hacer el segundo, como en un disparo de Dzemaili al palo como consecuencia de la falta que significó la segunda amarilla a Cana.

Albania aguantó bien el chaparrón. Se recompuso y jugó con orden, con un repliegue que complicó mucho la vida a Suiza. Del sopor solo le salvó Embolo, un proyecto de gran futbolista que dio dos pases de gol a Seferovic. El exdelantero de la Real no anduvo fino. Albania respiró y encontró fuerzas para poner en apuros a Suiza. Entraron dos futbolistas interesantes, Çikalleshi y Gashi, que estuvieron muy cerca del empate. No llegó. Sí el triunfo de Suiza y el abrazo de los hermanos albaneses. Unos en Suiza, otros en la propia Albania. Casi todos acabaron con una sonrisa en la boca.

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