EUROCOPA / Alemania no da miedo
La Polonia de Lewandowski destapó las carencias del campeón del mundo, atascado ante un equipo ordenado. Milik perdonó dos veces y Fabianski desvió la más clara de Özil.
Santi Giménez
Lyon, As
Alemania puede dar gracias del punto que sumó ante Polonia en el primer empate sin goles del torneo y que acerca mucho a amabas selecciones a la fase octavos de final (con 4 puntos es casi seguro el pase). Polonia perdonó la vida a una Alemania que no acaba de encontrar su punto de juego y que únicamente mantuvo su portería a cero porque Milik, el prometedor extremo que salvó a su selección en la primera jornada, estuvo ante Neuer especialmente patoso.
Milik perdonó dos ocasiones cantadas cuando lo más fácil parecía empujar la pelota adentro, pero ayer, los polacos no tuvieron el día de cara a portería. Lo hicieron casi todo bien, pero a la hora de decidir, estuvieron nefastos.
Löw tan solo realizó una variación respeto al equipo que ganó en la primera jornada a Ucrania, prefiriendo a Hummels en lugar de Mustafi, que en el debut fue uno de los más destacados, además de marcar el primer gol. El resto del equipo fue el mismo que el del primer día, pero rindió peor, porque los polacos demostraron ser bastante mejores y, sobre todo, más fuertes que sus vecinos.
Liderada por un Krychowiak desatado, al que no podían parar ni colgándosele de los hombros y que en defensa llegaba a todas partes y se llevaba todos los balones divididos, Polonia tras un inicio algo timorato empezó a sentirse a gusto en el campo mientras que los alemanes nunca encontraban continuidad en el juego.
El invento de colocar a Götze en punta volvió a fracasar estrepitosamente y el mediapunta a penas intervino en el juego. Eso no sería desastroso si no fuera porque al jugar Götze en punta Müller se aleja del área. Y eso sí que es grave para una Alemania en la que únicamente se enciende la luz cuando la tiene Kroos, ya que Özil volvió a pasar de puntillas sobre el partido.
Los polacos seguían a Krychowiak como una legión a su centurión, especialmente su lugarteniente Maczynski, con el que ya formó pareja en sus años mozos en el Gornik Zabre y se entiende a la perfección. Juntos son como un bulldozer arrasando un jardín botánico.
Si en la primera parte no hubo casi ocasiones, en la segunda Polonia tuvo las más claras. Alemania tuvo las suyas, porque es Alemania. ¿Lo raro fue que no las marcasen. A ver si esta Alemania es menos Alemania?
Santi Giménez
Lyon, As
Alemania puede dar gracias del punto que sumó ante Polonia en el primer empate sin goles del torneo y que acerca mucho a amabas selecciones a la fase octavos de final (con 4 puntos es casi seguro el pase). Polonia perdonó la vida a una Alemania que no acaba de encontrar su punto de juego y que únicamente mantuvo su portería a cero porque Milik, el prometedor extremo que salvó a su selección en la primera jornada, estuvo ante Neuer especialmente patoso.
Milik perdonó dos ocasiones cantadas cuando lo más fácil parecía empujar la pelota adentro, pero ayer, los polacos no tuvieron el día de cara a portería. Lo hicieron casi todo bien, pero a la hora de decidir, estuvieron nefastos.
Löw tan solo realizó una variación respeto al equipo que ganó en la primera jornada a Ucrania, prefiriendo a Hummels en lugar de Mustafi, que en el debut fue uno de los más destacados, además de marcar el primer gol. El resto del equipo fue el mismo que el del primer día, pero rindió peor, porque los polacos demostraron ser bastante mejores y, sobre todo, más fuertes que sus vecinos.
Liderada por un Krychowiak desatado, al que no podían parar ni colgándosele de los hombros y que en defensa llegaba a todas partes y se llevaba todos los balones divididos, Polonia tras un inicio algo timorato empezó a sentirse a gusto en el campo mientras que los alemanes nunca encontraban continuidad en el juego.
El invento de colocar a Götze en punta volvió a fracasar estrepitosamente y el mediapunta a penas intervino en el juego. Eso no sería desastroso si no fuera porque al jugar Götze en punta Müller se aleja del área. Y eso sí que es grave para una Alemania en la que únicamente se enciende la luz cuando la tiene Kroos, ya que Özil volvió a pasar de puntillas sobre el partido.
Los polacos seguían a Krychowiak como una legión a su centurión, especialmente su lugarteniente Maczynski, con el que ya formó pareja en sus años mozos en el Gornik Zabre y se entiende a la perfección. Juntos son como un bulldozer arrasando un jardín botánico.
Si en la primera parte no hubo casi ocasiones, en la segunda Polonia tuvo las más claras. Alemania tuvo las suyas, porque es Alemania. ¿Lo raro fue que no las marcasen. A ver si esta Alemania es menos Alemania?