Conoce a Angélica, Joaquín y sus familias, las víctimas de la larga lucha de los discapacitados


Cochabamba, ANF
La madrugada del jueves 9 de junio quedará en la memoria del sector de las personas con discapacidad que se movilizan por un bono mensual de 500 bolivianos como un día de fatalidad y luto. Al rededor de la 01:50 AM, una joven de 21 años sobrepasó los conos y turriles de protección de la vigilia en el Viaducto de la Av. Blanco Galindo y arrolló a siete personas, dejando dos fallecidos: Angélica Peñaloza, de 55 años y Joaquín Quiroz, 37 años.


El resto del  día estuvo marcado por la angustia y el dolor. Los dirigentes David Cayo y Rosemary Huarita se desplazaron hasta el lugar del accidente e hicieron gestiones para recuperar los cuerpos.  Mientras, un velatorio simbólico se instaló en el Viaducto para esperar  los féretros e intentar trasladarlos a la clínica los Olivos, donde se encuentra el presidente Evo Morales en recuperación de una operación en la rodilla.

En horas de la tarde el Instituto de Investigación Forense (IDIF) entregó el cuerpo  de Joaquín a sus familiares y el de Angélica a los dirigentes de las personas con discapacidad por carecer  de alguien que la reclame.






Dos realidades distintas

Las dos personas que perdieron la vida pertenecen a dos realidades distintas. Angélica no tiene esposo y dejó en la orfandad a un joven con discapacidad mental y a una niña que fue arrollada por el mismo automóvil y que ahora se encuentra hospitalizada a la espera de una cirugía, sus amistades comentan sobre la existencia de unos padrinos. Joaquín dejó a una esposa y un hijo de 5 años, además a una familia entera que clama justicia. 

Angélica Peñaloza, una mamá muy luchadora

El dirigente de los discapacitados en Cochabamba narró a la ANF que Angélica Peñaloza no tenía discapacidad alguna, pero se sumó a las movilizaciones en demanda del bono de 500 bolivianos porque su hijo, David Peñaloza, padece de discapacidad mental y se encuentra en un albergue donde pueden atenderlo por su condición.

“Una persona sufrida de bajos recursos”, así la definió David Cayo. Además aseguró que  no contaba con recursos económicos, tampoco tenía casa propia y uno de sus pocos ingresos era por la venta de tarjetas de teléfonos móviles. El apoyo que tenía era la compañía de su pequeña hija de 11 años, Nayeli, que ahora se encuentra en el hospital de niños esperando una cirugía para poder recuperarse del accidente, sin embargo, la niña y su hermano David quedaron huérfanos.

“Andaba de casa en casa porque como tenía una discapacidad grave su hijo, pues era un poco agresivo  y por eso se hacía botar de su casa todo el tiempo ninguno entendía la discapacidad de su hijo. (…) Ella estaba todo el tiempo, ha ido a La Paz dos, tres veces, una mama muy luchadora, muy comprometida con nuestro sector  porque ella ha sufrido mucho con su hijo”, contó David Cayo mientras confirmaba que el lugar del velatorio sería el mismo Viaducto.

Angélica se unió a la protesta en enero y ya llevaba casi seis meses buscando una respuesta a su pedido de un bono de Bs 500 que en algo aliviara su precaria situación y la de sus hijos, que ahora tendrán que enfrentar la vida solos.







Joaquín Quiroz, siempre con ganas de superarse 

“Un muchacho súper respetuoso, siempre con ganas de superarse, para él nada era imposible”. Es la descripción que hace Yelka Castellón, una vecina que tiene una amistad de más de 28 años con la familia Quiroz.

“La noticia me ha caído como un bomba porque sabemos por la dificultad  por la que están pasando la gente  con capacidades diferentes y el Gobierno sigue en silencio viendo tanto sufrimiento. No sé qué estamos esperando  el pueblo para poder levantarnos, para poder apoyarlos”, enfatizó.

Por su parte, Nora Quiroz, hermana mayor de Joaquín, narró a ANF que debido a la enfermedad de poliomielitis y una praxis médica negligente es que su hermano quedó en una silla de ruedas. Sin embargo, eso no fue una determinante para que Joaquín lleve adelante su vida con todos los anhelos profesionales cumplidos.

Contador de profesión, además había realizado estudios de ingeniería informática, ambas en la universidad Mayor de San Simón. Incluso hace unos años, Joaquín representó a Bolivia en básquet de sillas de ruedas en las Olimpiadas Especiales de Venezuela. Luego de trabajar como cobrador de peajes tuvo bastantes dificultades para encontrar un trabajo estable por su condición.

Joaquín dejó en orfandad a un niño de 5 años y a una viuda que llora su muerte.  El pedido de  500 bolivianos lo llevó a participar de las movilizaciones de las personas con discapacidad, durante una vigilia perdió la vida de manera trágica.

“En realidad, nosotros no queríamos que esté involucrado en eso porque  era muy peligroso, pero él  quiso hacerlo por ellos, por sus compañeros,  por sus amigos, decidió apoyarles a ellos. Lo ha hecho por la lucha, por sus derechos por todo lo que ellos debían haber tenido, realmente su sector necesita pero no lo ven los políticos por eso hay  injusticias”, finalizó Nora, la hermana mayor.







Angélica Peñaloza y Joaquín Quiroz perdieron la vida tras la embestida de un vehículo Suzuki azul cero kilómetros, con placa 4045 UYP, que era conducido por Carla Fabiana Aizama, de 21 años, y su acompañante, Fabricio Borth, también de 21. Ambos dieron positivo al examen de alcoholemia. También producto de este hecho de tránsito cinco personas resultaron heridas, entre ellas una menor de edad.

Los  funerales se realizarán por separado. Este viernes a  las 15:00 horas será el sepelio de Joaquín Quiroz. El sábado a las 10:00 horas Angélica será  trasladada por el sector de las personas con discapacidad al cementerio Cementerio General de Cochabamba.

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