Cinco razones por las que Chile podría ganar la Copa América


EEUU, Goal.com
La Roja consagró en este torneo una idea de conjunto más allá de las individualidades.La Seleción de Chile buscará hacer historia este domingo en el Metlife de New Jersey, ante Argentina, donde tendrá la posibilidad de alzar su segunda Copa América.
Se darán cita los mismos rivales que se vieron las caras hace un año, en el Estadio Nacional de Santiago, claro que hay diferentes realidades y momentos en relación a aquella final que se definió por penales.La Roja y la Albiceleste tienen méritos de sobra para quedarse con la Copa Centenario. Sin embargo, el equipo dirigido por Juan Antonio Pizzi tiene una cierta ventaja que se traduce en cinco razones:
La presión de Argentina
El cuadro del Tata Martino ha llegado a cuatro de las últimas cinco finales de este torneo: 2004, 2007, 2015 y 2016.
Además de esas finales continentales que no pudo ganar, se suma lo ocurrido en el último Mundial, donde cayó frente a Alemania.
A toda esta cantidad de finales perdidas, hay que agregar que desde 1993 Argentina no gana un trofeo -más allá de las medallas de oro en los Juegos Olímpicos- en torneos adultos.
Toda esta estadística recae en un cuadro que arrastra una pesada mochila de fracasos y reveses. Es un historial negro y negativo que afecta, y que se transforma en un elemento de presión para un equipo que busca desenfrenadamente darle una alegría a su pueblo. Esto sin lugar a dudas, es un punto de ventaja para un Chile que -a diferencia de lo vivido en Santiago- ya se sacó el estigma de "nunca haber ganado nada" y de tener una definición en casa con la obligación de ganar.
El momento anímico de Chile
Argentina viene con puntaje perfecto. Todo lo que jugó en el país del norte lo ganó casi sin despeinarse. No tuvo rivales, como afirmó Carlos Tevez. Su rendimiento ha sido una constante y salvo el partido de debut, precisamente frente a Chile, no ha sido exigida. Llega con un rendimiento parejo que tuvo su mejor momento frente a Panamá con los tres goles de Messi.
Por su parte, La Roja comenzó perdiendo frente a su rival de este domingo, sumando una serie de dudas y derrotas, con fuertes críticas del medio chileno a Pizzi y a Claudio Bravo. Tibia victoria ante Bolivia y recuperación ante Panamá.
Lo cierto es que para Chile la Copa comenzó luego de la fase de grupos, apabulló 7-0 a México en cuartos de final, y le ganó 2-0 a Colombia en la semi, con la ausencia de dos jugadores claves en su formación, cosa no menor a la hora de hacer el análisis.
El campeón actual de América llega a la final con la moral muy arriba, demostró madurez ante los Cafeteros, no se volvieron locos luego de la inolvidable goleada ante los Aztecas, menos se relajaron, demostraron jerarquía y mucho temple al jugar ante el favorito equipo de Pekerman, con el comentado mediocampo improvisado.
Hoy, La Roja es una catarata de optimismo y ambición.
La generación dorada
Ese Chile que prometía y nunca concretaba, quedó atrás. 100 años de historia plagada de sinsabores, donde el mayor orgullo, era haber rematado en todas las competenciones de fútbol -incluso en los Juegos Olímpicos- en un tercer lugar. Todo cambió a partir de 2007, Mundial Sub 20 en Canadá, donde el mundo del fútbol conoció a tres monstruos: Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Gary Medel. Esta generación donde también estaba Mauricio Isla y Cristopher Toselli se fundó con dos equipos que ganaron todo en una época: Colo Colo de Claudio Borghi y Universidad de Chile de Jorge Sampaoli.
Este grupo clasificó a dos mundiales consecutivos, algo que Chile nunca consiguió en cancha. Luego tuvo correctas participaciones en esas citas planetarias, teniendo su peak más alto, cuando le ganó a España en el Maracaná y lo eliminó del certamen.
Ganó la Copa América 2015, su primer título y con ello selló una campaña de varios años, donde La Roja se ganó un respeto internacional y eso se ha plasmado en el ránking que hace la FIFA, donde incluso se dio el lujo de llegar a la segunda posición.
El conformismo del "jugamos bien, pero no se pudo", quedó atrás. Ahora Chile se para de igual a igual con cualquiera, al menos eso dice el camarín que ha sabido cambiar la historia deportiva de un país.
Rendimiento
Los fríos números indican que Argentina llega al último partido del certamen con un 100% de rendimiento, no así Chile, que perdió al comenzar la Copa, precisamente con la Albiceleste.
Sin embargo, los dirigidos por Martino no han tenido rivales de fuste, ni oponentes que pusieran en riesgo en algún momento la victoria albiceleste. Panamá, Bolivia, Venezuela y Estados Unidos, han sido casi sparrings para la poderosa Selección que tiene a Lio Messi como máximo referente.
Argentina no sabe aún, más allá del primer encuentro, lo que es ser dominada, asfixiada y jugar en definitiva con el real riesgo de perder.
En cambio Chile partió muy mal y en los dos últimos partidos ha tenido que enfrentar a rivales que venían mucho mejor y que históricamente le habían dado problemas. De hecho con México había perdido en las dos instancias que se enfrentaron en torneos continentales. Lo venció con una cátedra de fútbol y finiquito. Luego jugó contra la Colombia de Pekerman, a la que no había podido vencer. Con autoridad pasó la llave con un cómodo 2-0.
La Roja demostró ante los Cafeteros, que su fortaleza es el equipo, no depende de uno o de dos jugadores, puesto que en cualquier equipo suplir la calidad de Arturo Vidal hubiera sido muy difícil, súmemos también a Marcelo Díaz, el cerebro del mediocampo andino, que tampoco estuvo en ese encuentro.
No obstante la serie de problemas que tuvo Pizzi para armar su oncena, los primeros 15 minutos de Chile ante Colombia fueron tan arrolladores como el partido que hicieron frente a México, lo que pone de manifiesto que el sistema funciona más allá de sus ejecutores.
Chile y Argentina llegan en su peak de rendimiento, sí. Pero Chile ya jugó contra rivales de verdad.
El factor Messi
Tener a Lionel Messi en sus filas, hace que cualquier equipo parta con una ventaja. El 10 es el mejor del mundo, que duda cabe. Sin embargo, el rosarino se enfrenta a un rival mucho más difícil que el mismo Chile, la necesidad de salir campeón con su país.
En efecto, Messi ha reinado durante 10 años, no obstante, esto no se ha plasmado jugando por Argentina, donde ha perdido tres finales y en cada una de ellas, su nivel ha sido muy lejano al que nos tiene acostumbrados.

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