Cameron a Corbyn: “Por amor de Dios, váyase”

El primer ministro saliente y su propio partido acorrala al líder laborista británico

Ana Carbajosa (Enviada Especial)
Londres. El País
La presión arrecia para que el líder de los laboristas británicos, Jeremy Corbyn, tire la toalla. A Corbyn, el veterano líder de la izquierda británica, se le acusa de haber fracasado en su campaña para permanecer en la Unión Europea después de que una mayoría de británicos optara la semana pasada por romper con Bruselas. Sus críticos le culpan de haber sido timorato y de no creerse de verdad su papel de defensor de la UE y sus instituciones. Pero sobre todo, cunde en el partido la sensación de que es un candidato perdedor de celebrarse pronto elecciones anticipadas. Anoche, Corbyn volvió a aclarar que no piensa irse.


El primer ministro, David Cameron, dimitió la semana pasada tras el estrepitoso fracaso de su referéndum y el partido conservador en el Gobierno busca ahora un candidato para sucederle. La sombra de elecciones anticipadas sobrevuela en un país que en los próximos meses debe negociar su encaje con la Unión Europea y por lo tanto redefinir el modelo de país que quiere ser. Si el calendario electoral no se altera, el sustituto de Cameron pilotaría esa transición sin el refrendo de las urnas durante cuatro años más.

Después de que el martes Corbyn perdiera la confianza de su partido en una moción apoyada por más del 75% de sus diputados y de que decenas de miembros de su equipo desertaran, hoy ha recibido nuevos golpes. Ed Miliband, anterior líder del partido laborista le ha pedido que abandone. “La posición de Corbyn es insostenible. Es un momento de crisis nacional”, dijo Miliband. A medio día se producía sin embargo, la escena más dura y teatral en el Parlamento, durante la sesión de preguntas al Gobierno. Allí, Cameron, como si él mismo no estuviera de salida gritó a Corbyn desde el otro lado de la sala: “Por amor de dios, váyase”.

El líder laborista había arrancado la sesión preguntándole a Cameron cómo piensa evitar que las grandes empresas emigren de Reino Unido a otros países de la UE donde tengan acceso al mercado común. Tras varias repreguntas, llegó la respuesta airada del todavía primer ministro.

Al clamor contra Corbyn se sumó el equipo asesor económico del líder laborista, del que recientemente se había descolgado su economista estrella, Thomas Pikkety. Los expertos emitieron un comunicado en el que critican que “el liderazgo no ha hecho una campaña lo suficientemente fuerte como para evitar el actual resultado”. El texto lo firman entre otros el nobel estadounidense de economía, Joseph Stiglitz.

Partirse la espalda

El primer ministro británico, David Cameron, convocó y perdió un referéndum que ha sacado a su país de la Unión Europa y lo ha sumido en una crisis existencial sin precedentes. Durante el careo ayer en Parlamento pareció sin embargo, por momentos que la debacle del 23 de junio tenía poco que ver con él. “Sé que este hombre honorable dice que se ha partido la espalda [por el referéndum]. Yo lo único que digo es que no me gustaría ver cómo es cuando no se esfuerza”, le espetó al laborista Jeremy Corbyn.
Líder elegido

Corbyn sin embargo, se aferra con uñas y dientes a un puesto que dice se ha ganado. "Reconozco que hay mucha gente en el partido que no está completamente de acuerdo con la dirección que yo quiero seguir, pero también soy consciente del mandato que me han dado cientos de miles de personas corrientes", dijo Corbyn, de 67 años, el miércoles en un mitin.

El nombre que suena con más fuerza para suceder a Corbyn, representante del ala izquierda del partido es el de Angela Eagle, una curtida parlamentaria y portavoz de temas empresariales. Es licenciada en políticas y Económicas en la Universidad de Oxford y fue la primera diputada laborista que hizo pública su homosexualidad a finales de los noventa. Eagle tiene previsto anunciar su candidatura hoy jueves, según adelantó la BBC.

En el bando conservador arrancó ayer también la carrera en la que el exalcalde de Londres y defensor de la salida de la Unión, Boris Johnson parte como favorito. Cuenta también con posibilidades de triunfo la exministra de Interior, Theresa May, euroescéptica, pero considerada una figura de consenso en un partido dividido entre partidarios y detractores del Brexit. El ministro de Trabajo, Stephen Crabb y el extitular de Defensa Liam Fox presentaron también su candidatura.

Si los conservadores logran ponerse de acuerdo, el 10 de Downing Street tendrá un nuevo inquilino en septiembre, según el nuevo calendario. En la calle, los partidarios del Brexit repiten que optaron por separarse del UE porque no se sienten escuchados ni tenidos en cuenta, porque en Bruselas, dicen gobiernan burócratas a los que nadie ha elegido. A final de verano, los británicos se van a encontrar con un nuevo jefe de Gobierno al que nadie ha elegido y que, a menos que haya elecciones anticipadas, está previsto que siga en su puesto hasta dentro de cuatro años. Johnson ha dicho que si gana, no tienen intención de convocar elecciones anticipadas. Parece difícil que ninguno de los candidatos pueda pilotar las negociaciones con la UE sin un nuevo mandato.

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