Wilstermann campeón del Clausura


Cochabamba, Fides
Con el trofeo en mano y lágrimas en el rostro, los jugadores del plantel de Wilstermann celebraron el título del Campeonato Clausura que ganó el domingo en el estadio Félix Capriles, de Cochabamba donde empató con Petrolero sin apertura del marcador (0-0), en el cotejo válido por la penúltima fecha del torneo en el que los rojos lograron subir a lo más alto del podio con anticipación y con un trabajo dedicado.



Campeón… campeón… campeón… de esa manera celebraron los jugadores, cada uno a voz en cuello no se cambiaba por nadie, no era para menos ya que después de seis años volvían a levantar en alto el trofeo que les entregó la reducida dirigencia de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.

Tal fue el festejo que hasta los hinchas invadieron el terreno de juego del estadio Félix Capriles, de Cochabamba que a propósito quedó chico a la hora del compromiso, todos querían entrar a ver cómo su plantel lograba el objetivo aunque tuvo que sufrir hasta el último minuto del cotejo, porque no encontró la ruta del gol para que la presión sea menor.

Los directivos también se sumaron al festejo, la gente observaba desde las tribunas la algarabía que se había desatado, muchos derramaron algunas lágrimas recordando que el rojo aviador fue puntero del Campeonato Clausura por muchas fechas y hasta pudo coronarse campeón con más fechas de anticipación, pero se distrajo y este domingo fue el punto alto para festejar.

El técnico Julio Alberto Zamora no fue ajeno de la algarabía, pero fue sereno a la hora de las declaraciones, en más de una ocasión fue claro al puntualizar que el resultado es producto del trabajo desarrollado por mucho tiempo y que además los jugadores lograron asimilar los conceptos que manejó desde que llegó al equipo cochabambino en el que se ganó el cariño de la gente.

Así se festejó el título del campeonato, los jugadores corrieron, gritaron, sonrieron y hasta lloraron, era otra Copa más para los cochabambinos, quienes después de mucho tiempo festejaron junto a quienes los acompañaron al estadio Félix Capriles.

En medio del festejo, jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas también destacaron el apoyo de los fieles seguidores que seguramente recordarán este día por mucho tiempo, aunque el resultado en el cotejo no fue de los mejores el empate sin apertura del marcador molestó a unos, pero todo pasó a un segundo plano porque la fiesta se había desatado no sólo en el campo de juego, también en las calles de Cochabamba, donde la gente salió con sus banderas y sus vehículos.

Al otro lado de la cancha estaban los jugadores de Petrolero quienes a pesar que conquistaron un punto, tenían la pena de haber perdido la posibilidad de sumar las tres unidades que además lo necesitaban ya que están seriamente comprometidos en la zona roja del que quieren escapar dando pelea eso lo demostraron este domingo donde estuvieron a punto de sacar ventaja pero se les cerró el arco.


Pese la minucioso trabajo de la Policía boliviana, un grupo aislado de hinchas que no logró ingresar al escenario deportivo protagonizó algunos disturbios al término del primer tiempo del cotejo entre Wilstermann y Petrolero, los miembros de las fuerzas del orden doblegaron esfuerzos y apaciguaron las turbulentas aguas.

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