Un final de alto voltaje
El Barcelona, que depende de sí mismo para ganar la Liga, ha vencido seis de las siete veces que se jugó el laurel en la última jornada con el Madrid
Jordi Quixano
Barcelona, El País
El laurel de la Liga se lo discuten esta tarde el Barcelona y el Madrid, toda vez que el Atlético quedó apeado tras caer en campo del Levante. La Liga depende del Barça porque le alcanza con ganar en Granada. Pero un traspié, acaso un empate, le valdría al Madrid para llevarse el torneo, siempre que se imponga al Dépor en el Bernabéu. La historia dice que al club azulgrana se le da mejor el sprint final; se ha impuesto al sempiterno rival en seis de las siete ocasiones que se jugaron la Liga en la última jornada.
1928-29. La Liga inaugural
El presidente Arcadi Balaguer, que tomó el relevo de Joan Gamper, dimitió ese curso tras reorganizar al Barcelona, que atravesaba momentos difíciles. Con él se marchó el técnico Romà Forns, que dejó al equipo en mitad de la tabla. Y aunque tuvo una oferta del Madrid, una grave enfermedad le hizo regresar al Barça como segundo de James Bellamy, un inglés que triunfó al aterrizar.
El Madrid de José Berraondo alcanzó la última jornada con dos puntos de ventaja sobre el Barça, que contaba con un partido menos. Perdieron ante el Athletic (2-0), vencieron los azulgrana al Real Unión (4-1) y se llevaron el título en el duelo pendiente con el Arena de Getxo (0-2). “El equipo realizó juego de pases sin acertar en el remate. Hasta que el oportunismo de Parera, excelente extremo, determinó la victoria”, reflejaba la crónica del Mundo Deportivo. “Hemos salido a jugar buen fútbol, convencidos de ganar, y lo hemos logrado”, dijo Samitier, recibido de forma multitudinaria junto a sus compañeros en el apeadero del Paseo de Gracia.
1952-53. ‘Triplete’ azulgrana
Afectado de tuberculosis, Kubala se marchó a una masía en Monistrol de Calders por tres meses junto al doctor Recasens. Se perdió 13 jornadas, pero volvió para liderar la recuperación del equipo de Daucik —suegro de Kubala—, que primero hizo frente al Espanyol de Scopelli (utilizaba mascarillas de oxígeno en los descansos para mejorar el rendimiento) y después al Madrid, que en la última jornada estaba un punto atrás.
Venció el Barça al Athletic (3-2) y el Madrid de Juan Antonio Ipiña perdió ante el Celta (2-1). Días después, el equipo azulgrana se alzó con la Copa del Generalísimo y, sin jugar por la doble conquista, también la Eva Duarte.
1959-60. Bravuconada de HH
“Hemos tocado fondo. Ahora seremos campeones”, soltó en tono fanfarrón el técnico Helenio Herrera a mitad de temporada, harto de las “injusticias arbitrales” a favor del Madrid de las Copas de Europa de Di Stéfano, Puskas y Gento. Y HH se salió con la suya.
El Barça se presentó en la última jornada líder empatado con el Madrid, aunque con el golaverage a favor. “Le dije al equipo que me ayudara a plantar cara al rival porque eso sería un recuerdo para toda la vida. Así que mejor que no se lo quedaran ellos”, cuenta el capitán Qimet Rifé; “y durante el calentamiento Helenio nos decía sin parar: ‘A ganar, ¿eh?’ o ‘calentad, calentad’. Funcionó; el Barça goleó al Zaragoza (5-0) y el Madrid venció a Las Palmas (0-1). “Se montó gorda en Les Corts y el Ayuntamiento”, recuerda Rifé. Pero Helenio ya no estaba, despedido del Barcelona porque se había comprometido con el Inter.
Jordi Quixano
Barcelona, El País
El laurel de la Liga se lo discuten esta tarde el Barcelona y el Madrid, toda vez que el Atlético quedó apeado tras caer en campo del Levante. La Liga depende del Barça porque le alcanza con ganar en Granada. Pero un traspié, acaso un empate, le valdría al Madrid para llevarse el torneo, siempre que se imponga al Dépor en el Bernabéu. La historia dice que al club azulgrana se le da mejor el sprint final; se ha impuesto al sempiterno rival en seis de las siete ocasiones que se jugaron la Liga en la última jornada.
1928-29. La Liga inaugural
El presidente Arcadi Balaguer, que tomó el relevo de Joan Gamper, dimitió ese curso tras reorganizar al Barcelona, que atravesaba momentos difíciles. Con él se marchó el técnico Romà Forns, que dejó al equipo en mitad de la tabla. Y aunque tuvo una oferta del Madrid, una grave enfermedad le hizo regresar al Barça como segundo de James Bellamy, un inglés que triunfó al aterrizar.
El Madrid de José Berraondo alcanzó la última jornada con dos puntos de ventaja sobre el Barça, que contaba con un partido menos. Perdieron ante el Athletic (2-0), vencieron los azulgrana al Real Unión (4-1) y se llevaron el título en el duelo pendiente con el Arena de Getxo (0-2). “El equipo realizó juego de pases sin acertar en el remate. Hasta que el oportunismo de Parera, excelente extremo, determinó la victoria”, reflejaba la crónica del Mundo Deportivo. “Hemos salido a jugar buen fútbol, convencidos de ganar, y lo hemos logrado”, dijo Samitier, recibido de forma multitudinaria junto a sus compañeros en el apeadero del Paseo de Gracia.
1952-53. ‘Triplete’ azulgrana
Afectado de tuberculosis, Kubala se marchó a una masía en Monistrol de Calders por tres meses junto al doctor Recasens. Se perdió 13 jornadas, pero volvió para liderar la recuperación del equipo de Daucik —suegro de Kubala—, que primero hizo frente al Espanyol de Scopelli (utilizaba mascarillas de oxígeno en los descansos para mejorar el rendimiento) y después al Madrid, que en la última jornada estaba un punto atrás.
Venció el Barça al Athletic (3-2) y el Madrid de Juan Antonio Ipiña perdió ante el Celta (2-1). Días después, el equipo azulgrana se alzó con la Copa del Generalísimo y, sin jugar por la doble conquista, también la Eva Duarte.
1959-60. Bravuconada de HH
“Hemos tocado fondo. Ahora seremos campeones”, soltó en tono fanfarrón el técnico Helenio Herrera a mitad de temporada, harto de las “injusticias arbitrales” a favor del Madrid de las Copas de Europa de Di Stéfano, Puskas y Gento. Y HH se salió con la suya.
El Barça se presentó en la última jornada líder empatado con el Madrid, aunque con el golaverage a favor. “Le dije al equipo que me ayudara a plantar cara al rival porque eso sería un recuerdo para toda la vida. Así que mejor que no se lo quedaran ellos”, cuenta el capitán Qimet Rifé; “y durante el calentamiento Helenio nos decía sin parar: ‘A ganar, ¿eh?’ o ‘calentad, calentad’. Funcionó; el Barça goleó al Zaragoza (5-0) y el Madrid venció a Las Palmas (0-1). “Se montó gorda en Les Corts y el Ayuntamiento”, recuerda Rifé. Pero Helenio ya no estaba, despedido del Barcelona porque se había comprometido con el Inter.