Tras las críticas, Macri repatriará el dinero que tiene en Bahamas
El presidente anuncia que llevará del paraíso fiscal a Argentina 1,25 millones de dólares
Carlos E. Cué
Buenos Aires, El País
Mauricio Macri, el presidente argentino, ha decidido que la reclamación que está haciendo a todos sus compatriotas para que traigan a su país todo el dinero que tienen fuera debe empezar con su propio ejemplo. Macri ha anunciado que repatriará los 18 millones de pesos (1,25 millones de dólares) que, según él mismo anunció en una declaración jurada publicada la semana pasada, tiene en el paraíso fiscal de Las Bahamas. El presidente hizo el anuncio en persona ante la prensa después de que estos fondos en Las Bahamas hayan generado muchas críticas sobre todo de la oposición pero también de algunos dirigentes cercanos al Gobierno como Lilita Carrió, una de sus principales aliadas, que llegó a decir que "le asusta un poco" ver que el presidente tiene dinero en ese paraíso fiscal.
"Sí, ya di la orden al administrador de que radique el ahorro que tengo en la Argentina", contestó Macri ante las preguntas de la prensa. Anunció que posiblemente dedicará ese dinero a "comprar letras del tesoro argentino". Esto es, en vez de tenerlo en un paraíso fiscal, apostará por invertir en el Estado, un gesto claro para acallar las críticas. Macri justificó la presencia de ese dinero en Las Bahamas en que el banco en el que lo tenía, Merrill Lynch, lo compró otro y por eso pasó a ese paraíso fiscal de forma ajena a su voluntad.
El Gobierno ha insistido en todo momento en los últimos días en que ese dinero de Macri no es negro, está declarado hace tiempo y cumple todos los requisitos de la fiscalidad argentina. Por tanto no estaría dentro del proceso de amnistía fiscal que el presidente anunció el pasado viernes. Desde el punto de vista legal, no tenía por qué repatriarlo, insisten en el Ejecutivo. Sin embargo, las críticas eran intensas y crecientes, las dudas sobre la declaración jurada que hizo pública empezaban a multiplicarse en distintos medios y Macri ha decidido cortar cuanto antes con un asunto muy delicado precisamente cuando estallan los escándalos de corrupción que afectan a los Kirchner.
Macri, que ya sufrió un coste cuando su nombre apareció en los Papeles de Panamá, es hijo de uno de los empresarios más ricos del país, con una fortuna personal importante -en círculos políticos ha sorprendido que declare que sus bienes valen en total 7,5 millones de dólares, porque parece poco para lo que se suponía- llegó al poder con la promesa de ser muy distinto del kirchnerismo y de promover la transparencia en las cuentas de todos los miembros del Gobierno.
Ahora la polémica en Argentina está en ver si algún miembro del Ejecutivo, entre los que hay empresarios y personas muy ricas, se acoge a la amnistía fiscal promovida por el Gobierno. Preguntado por este extremo, Macri dejó claro que cada uno en su Ejecutivo es libre de hacer lo que quiera, pero marcó la línea con su decisión. "Cada uno tiene que hacer lo que le parezca que le conviene, a Argentina le va a ir muy bien", contestó.
En ese magma de sospecha, en la que la oposición ataca duro a Macri por el hecho de tener una parte de su fortuna en un paraíso fiscal, el presidente ha decidido asumir el coste que supondrá traer ese dinero a Argentina. Y ahora ya puede iniciar con más calma el complejo proceso de amnistía fiscal con el que espera traer miles de millones de dólares -se calcula que puede haber unos 200.000 millones en manos de argentinos fuera del circuito legal, dentro y fuera del país- con los que podrá aumentar el 40% las pensiones a 2,3 millones de jubilados que reclaman sus pensiones atrasadas, como acaba de prometer. "Queremos pagar todos los juicios pendientes y pediremos una ayuda a todos aquellos que tienen y que llegó la hora de que blanqueen y paguen el costo de no haber declarado antes", ha explicado el presidente.
Buenos Aires, El País
Mauricio Macri, el presidente argentino, ha decidido que la reclamación que está haciendo a todos sus compatriotas para que traigan a su país todo el dinero que tienen fuera debe empezar con su propio ejemplo. Macri ha anunciado que repatriará los 18 millones de pesos (1,25 millones de dólares) que, según él mismo anunció en una declaración jurada publicada la semana pasada, tiene en el paraíso fiscal de Las Bahamas. El presidente hizo el anuncio en persona ante la prensa después de que estos fondos en Las Bahamas hayan generado muchas críticas sobre todo de la oposición pero también de algunos dirigentes cercanos al Gobierno como Lilita Carrió, una de sus principales aliadas, que llegó a decir que "le asusta un poco" ver que el presidente tiene dinero en ese paraíso fiscal.
"Sí, ya di la orden al administrador de que radique el ahorro que tengo en la Argentina", contestó Macri ante las preguntas de la prensa. Anunció que posiblemente dedicará ese dinero a "comprar letras del tesoro argentino". Esto es, en vez de tenerlo en un paraíso fiscal, apostará por invertir en el Estado, un gesto claro para acallar las críticas. Macri justificó la presencia de ese dinero en Las Bahamas en que el banco en el que lo tenía, Merrill Lynch, lo compró otro y por eso pasó a ese paraíso fiscal de forma ajena a su voluntad.
El Gobierno ha insistido en todo momento en los últimos días en que ese dinero de Macri no es negro, está declarado hace tiempo y cumple todos los requisitos de la fiscalidad argentina. Por tanto no estaría dentro del proceso de amnistía fiscal que el presidente anunció el pasado viernes. Desde el punto de vista legal, no tenía por qué repatriarlo, insisten en el Ejecutivo. Sin embargo, las críticas eran intensas y crecientes, las dudas sobre la declaración jurada que hizo pública empezaban a multiplicarse en distintos medios y Macri ha decidido cortar cuanto antes con un asunto muy delicado precisamente cuando estallan los escándalos de corrupción que afectan a los Kirchner.
Macri, que ya sufrió un coste cuando su nombre apareció en los Papeles de Panamá, es hijo de uno de los empresarios más ricos del país, con una fortuna personal importante -en círculos políticos ha sorprendido que declare que sus bienes valen en total 7,5 millones de dólares, porque parece poco para lo que se suponía- llegó al poder con la promesa de ser muy distinto del kirchnerismo y de promover la transparencia en las cuentas de todos los miembros del Gobierno.
Ahora la polémica en Argentina está en ver si algún miembro del Ejecutivo, entre los que hay empresarios y personas muy ricas, se acoge a la amnistía fiscal promovida por el Gobierno. Preguntado por este extremo, Macri dejó claro que cada uno en su Ejecutivo es libre de hacer lo que quiera, pero marcó la línea con su decisión. "Cada uno tiene que hacer lo que le parezca que le conviene, a Argentina le va a ir muy bien", contestó.
En ese magma de sospecha, en la que la oposición ataca duro a Macri por el hecho de tener una parte de su fortuna en un paraíso fiscal, el presidente ha decidido asumir el coste que supondrá traer ese dinero a Argentina. Y ahora ya puede iniciar con más calma el complejo proceso de amnistía fiscal con el que espera traer miles de millones de dólares -se calcula que puede haber unos 200.000 millones en manos de argentinos fuera del circuito legal, dentro y fuera del país- con los que podrá aumentar el 40% las pensiones a 2,3 millones de jubilados que reclaman sus pensiones atrasadas, como acaba de prometer. "Queremos pagar todos los juicios pendientes y pediremos una ayuda a todos aquellos que tienen y que llegó la hora de que blanqueen y paguen el costo de no haber declarado antes", ha explicado el presidente.
