River ganó en la despedida de Barovero
Aunque perdió claridad con la ausencia de D'Alessandro, River insistió y se llevó la victoria por un frentazo de Alonso. El 1-0 a Gimnasia marcó la despedida de los hinchas con Barovero y Vangioni, valuartes del equipo multicampeón.
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River ya piensa en la segunda mitad del año y eso se nota en los partidos que cierran el semestre. Contra Gimnasia, encima, no tuvo a D'Alessandro por lesión, y le costó mucho ser claro para armar su juego. Sin embargo, con arrestos individuales, en especial de Nacho Fernández, un Alario que siempre obliga y otro cabezazo goleador de Alonso, le alcanzó para doblegar a un Lobo ordenado pero sin peso ofensivo a la hora de ir a buscar el empate. Resultado para la anécdota, ya que lo que verdaderamente marcó la tarde en el Monumental fueron las despedidas de Barovero y Vangioni, valuartes del equipo multicampeón.
Martínez, reemplazante del Cabezón, volvió a hacer agua como armador de juego y lo mejor lo mostró cuando se tiró por izquierda con algunos centros picantes. Alonso avisó de tiro libre pasada la media hora y luego Mercado cabeceó al palo. Olía a gol el área de Gimnasia, pero Bologna andaba firme. Hasta que llegó el cabezazo de Alonso, que desde que llegó a River metió cuatro de sus seis goles por esa vía.
Gimnasia amagó una reacción y se acercó un poco con un mal dominio de Casco y el ingreso de Niell, pero pasados unos minutos de relax, River volvió a atacar y en el final no hizo otro porque Alario hacía todo bien menos el último remate. Y con Vangioni ya en la cancha, y con la salida de Barovero para la ovación final, el Monumental terminó cantando para maquillar un semestre gris, dando por cerrada una etapa gloriosa y pensando en la inminente renovación.
River ya piensa en la segunda mitad del año y eso se nota en los partidos que cierran el semestre. Contra Gimnasia, encima, no tuvo a D'Alessandro por lesión, y le costó mucho ser claro para armar su juego. Sin embargo, con arrestos individuales, en especial de Nacho Fernández, un Alario que siempre obliga y otro cabezazo goleador de Alonso, le alcanzó para doblegar a un Lobo ordenado pero sin peso ofensivo a la hora de ir a buscar el empate. Resultado para la anécdota, ya que lo que verdaderamente marcó la tarde en el Monumental fueron las despedidas de Barovero y Vangioni, valuartes del equipo multicampeón.
Martínez, reemplazante del Cabezón, volvió a hacer agua como armador de juego y lo mejor lo mostró cuando se tiró por izquierda con algunos centros picantes. Alonso avisó de tiro libre pasada la media hora y luego Mercado cabeceó al palo. Olía a gol el área de Gimnasia, pero Bologna andaba firme. Hasta que llegó el cabezazo de Alonso, que desde que llegó a River metió cuatro de sus seis goles por esa vía.
Gimnasia amagó una reacción y se acercó un poco con un mal dominio de Casco y el ingreso de Niell, pero pasados unos minutos de relax, River volvió a atacar y en el final no hizo otro porque Alario hacía todo bien menos el último remate. Y con Vangioni ya en la cancha, y con la salida de Barovero para la ovación final, el Monumental terminó cantando para maquillar un semestre gris, dando por cerrada una etapa gloriosa y pensando en la inminente renovación.
