Represión con el Neptuno deja 12 heridos y ocho detenidos
Las personas con discapacidad que exigen un bono mensual volvieron a enfrentarse ayer con la Policía. Gremialistas de la calle Comercio sufrieron daños.
Leny Chuquimia / La Paz
Ocho detenidos, una docena de heridos -entre personas con discapacidad y policías-, además de daños a la mercadería de los gremiales de la calle Comercio es el saldo de la represión de ayer ante un nuevo intento de los discapacitados de ingresar a la plaza Murillo. Las fuerzas del orden usaron un carro Neptuno contra los movilizados en la mañana y la tarde.
Cerca de las 11:00, una gran cantidad de efectivos de la UTOP salió de la plaza Murillo por la calle Comercio. En la custodia de las rejas sólo quedaron unos 10 policías que se vieron sorprendidos por decenas de personas con discapacidad.
Los movilizados mantienen una vigilia desde hace un mes, tras marchar desde Cochabamba en demanda de una renta mensual de 500 bolivianos "o menos”. "Con este 25 de mayo (ayer) se cumple un mes que estamos durmiendo en las calles de La Paz, esperando que el Presidente y el Gobierno nos atiendan”, dice Feliza Alí antes de la protesta que por un instante casi logró abrir el kilómetro cero.
"Están jalando las rejas con cadena. Están para poco y no hay muchos policías. Se van a hacer gasificar”, comenta un peatón que trata de escapar del lugar.
A la misma hora, en el Palacio de Gobierno -al interior de las rejas cuyo control se disputan movilizados y policías- el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, denuncia "el tinte desestabilizador” de las protestas. Denuncia que éstas son encabezadas por dirigentes que, a pesar de ser beneficiarios de los programas del Gobierno, se aprovechan de las personas de base.
"Los dirigentes han sido parte de los programas que el Gobierno ha emprendido en los últimos años. Vamos a presentar esos elementos informativos”, dice. A su izquierda, una pantalla muestra imágenes de los representantes Álex Vázquez, Jorge Flores, Franklin Tarqui y Claudia Orbe en la vigilia de la calle Junín. Las comparan con fotografías pasadas de eventos sociales, en locales de expendio de alcohol y en actos del Gobierno.
"En 2013, en el marco de los Centros de Atención Legal y Social del Fondo Nacional de Solidaridad e Identidad, el señor Vázquez solicitó ser contratado como abogado con un salario de 4.800 bolivianos. Trabajó del 6 de mayo al 30 de noviembre de 2013, percibiendo un total de 32.800 bolivianos. Y éste es sólo uno de los casos”, explica Rada.
Fuera, en alrededores de la plaza Murillo, el conflicto se agrava. Policías apostados en las otras siete entradas custodiadas corren hacia el ingreso de la Comercio, donde policías y personas con discapacidad se enfrentan.
Los movilizados responden los empujones de los efectivos con chorros de lavandina.
Hay gritos, jalones y golpes en ambos bandos. En un instante, los efectivos recurren al uso de agentes químicos y el carro Neptuno (con una potencia de hasta 250 galones de agua por minuto) avanza arrastrando varios cables de electricidad a su paso.
Los chorros y el gas logran alejar a los movilizados de las rejas. El agua alcanza los puestos de venta instalados en las calles adyacentes, mientras tres contingentes policiales cercan el lugar. En medio de "toletazos” y patadas, los uniformados detienen a ocho personas con discapacidad y a uno de sus "apoyos”.
Una hora más tarde, la carpa del Colegio Médico reportó la atención de 10 personas con heridas de consideración, entre roturas de cabeza, de cejas o labios, además de cortaduras y dos traumatismos de gravedad (una dislocación de hombro y otra de pierna) que fueron derivadas al Hospital de Clínicas. Se registraron también varios lesionados leves con contusiones y golpes.
Dentro del Palacio de Gobierno, los periodistas preguntan al ministro Rada si los métodos de represión que se utilizan en ese instante son necesarios. "No tengo conocimiento de lo que sucede. Eso es algo que deben consultar al Ministro de Gobierno”, sostiene y se va.
Fuera, aún confundida por el conflicto, Feliza Alí habla de las denuncias en contra de los dirigentes. "Nunca lo ocultamos, nosotros trabajamos hace tiempo. Ahora lo hacen los dirigentes que firmaron los acuerdos y que nos han dividido con nuestra misma plata. Lo que buscan es desvirtuar la movilización”, dice.
A las 13:00, los comerciantes del sector molestos se parapetan en la Comercio y piden que los discapacitados se retiren "porque perjudican la venta”. Mientras los forcejeos vuelven, los chorros de agua arremeten una vez más contra los movilizados, los comerciantes y la población.
Agresión a policías
Agresiones El Ministerio de Gobierno denunció que las personas con discapacidad y sus "apoyos” agredieron a los policías con objetos punzocortantes y químicos nocivos. Las cortaduras se reportaron en ambos bandos.
Reporte El comandante de la Policía, Gary Omonte, dijo que varios efectivos fueron derivados al Hospital de Clínicas para una evaluación de sus lesiones. No precisó la cantidad de policías agredidos.
Delito Señaló que los ocho detenidos fueron acusados por incurrir en actos delincuenciales, desobediencia y obstaculización de la labor de las fuerzas del orden.
Leny Chuquimia / La Paz
Ocho detenidos, una docena de heridos -entre personas con discapacidad y policías-, además de daños a la mercadería de los gremiales de la calle Comercio es el saldo de la represión de ayer ante un nuevo intento de los discapacitados de ingresar a la plaza Murillo. Las fuerzas del orden usaron un carro Neptuno contra los movilizados en la mañana y la tarde.
Cerca de las 11:00, una gran cantidad de efectivos de la UTOP salió de la plaza Murillo por la calle Comercio. En la custodia de las rejas sólo quedaron unos 10 policías que se vieron sorprendidos por decenas de personas con discapacidad.
Los movilizados mantienen una vigilia desde hace un mes, tras marchar desde Cochabamba en demanda de una renta mensual de 500 bolivianos "o menos”. "Con este 25 de mayo (ayer) se cumple un mes que estamos durmiendo en las calles de La Paz, esperando que el Presidente y el Gobierno nos atiendan”, dice Feliza Alí antes de la protesta que por un instante casi logró abrir el kilómetro cero.
"Están jalando las rejas con cadena. Están para poco y no hay muchos policías. Se van a hacer gasificar”, comenta un peatón que trata de escapar del lugar.
A la misma hora, en el Palacio de Gobierno -al interior de las rejas cuyo control se disputan movilizados y policías- el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, denuncia "el tinte desestabilizador” de las protestas. Denuncia que éstas son encabezadas por dirigentes que, a pesar de ser beneficiarios de los programas del Gobierno, se aprovechan de las personas de base.
"Los dirigentes han sido parte de los programas que el Gobierno ha emprendido en los últimos años. Vamos a presentar esos elementos informativos”, dice. A su izquierda, una pantalla muestra imágenes de los representantes Álex Vázquez, Jorge Flores, Franklin Tarqui y Claudia Orbe en la vigilia de la calle Junín. Las comparan con fotografías pasadas de eventos sociales, en locales de expendio de alcohol y en actos del Gobierno.
"En 2013, en el marco de los Centros de Atención Legal y Social del Fondo Nacional de Solidaridad e Identidad, el señor Vázquez solicitó ser contratado como abogado con un salario de 4.800 bolivianos. Trabajó del 6 de mayo al 30 de noviembre de 2013, percibiendo un total de 32.800 bolivianos. Y éste es sólo uno de los casos”, explica Rada.
Fuera, en alrededores de la plaza Murillo, el conflicto se agrava. Policías apostados en las otras siete entradas custodiadas corren hacia el ingreso de la Comercio, donde policías y personas con discapacidad se enfrentan.
Los movilizados responden los empujones de los efectivos con chorros de lavandina.
Hay gritos, jalones y golpes en ambos bandos. En un instante, los efectivos recurren al uso de agentes químicos y el carro Neptuno (con una potencia de hasta 250 galones de agua por minuto) avanza arrastrando varios cables de electricidad a su paso.
Los chorros y el gas logran alejar a los movilizados de las rejas. El agua alcanza los puestos de venta instalados en las calles adyacentes, mientras tres contingentes policiales cercan el lugar. En medio de "toletazos” y patadas, los uniformados detienen a ocho personas con discapacidad y a uno de sus "apoyos”.
Una hora más tarde, la carpa del Colegio Médico reportó la atención de 10 personas con heridas de consideración, entre roturas de cabeza, de cejas o labios, además de cortaduras y dos traumatismos de gravedad (una dislocación de hombro y otra de pierna) que fueron derivadas al Hospital de Clínicas. Se registraron también varios lesionados leves con contusiones y golpes.
Dentro del Palacio de Gobierno, los periodistas preguntan al ministro Rada si los métodos de represión que se utilizan en ese instante son necesarios. "No tengo conocimiento de lo que sucede. Eso es algo que deben consultar al Ministro de Gobierno”, sostiene y se va.
Fuera, aún confundida por el conflicto, Feliza Alí habla de las denuncias en contra de los dirigentes. "Nunca lo ocultamos, nosotros trabajamos hace tiempo. Ahora lo hacen los dirigentes que firmaron los acuerdos y que nos han dividido con nuestra misma plata. Lo que buscan es desvirtuar la movilización”, dice.
A las 13:00, los comerciantes del sector molestos se parapetan en la Comercio y piden que los discapacitados se retiren "porque perjudican la venta”. Mientras los forcejeos vuelven, los chorros de agua arremeten una vez más contra los movilizados, los comerciantes y la población.
Agresión a policías
Agresiones El Ministerio de Gobierno denunció que las personas con discapacidad y sus "apoyos” agredieron a los policías con objetos punzocortantes y químicos nocivos. Las cortaduras se reportaron en ambos bandos.
Reporte El comandante de la Policía, Gary Omonte, dijo que varios efectivos fueron derivados al Hospital de Clínicas para una evaluación de sus lesiones. No precisó la cantidad de policías agredidos.
Delito Señaló que los ocho detenidos fueron acusados por incurrir en actos delincuenciales, desobediencia y obstaculización de la labor de las fuerzas del orden.