¿Puede un desconocido encontrarnos en Facebook con una foto?

Tras un exitoso experimento realizado en la red rusa VK para localizar usuarios con imágenes, los responsables de la red social internacional aseguran que no sería posible reproducirlo en ella


Ramón Peco
El País
Egor Tsvetkov es un joven artista ruso que fotografió durante meses a desconocidos en el metro. Utilizando un buscador especializado en rastrear rostros de usuarios de la red social VK, una de las más importantes en Rusia, logró dar con los perfiles de algunas de las personas que aparecían en las fotos que había tomado. El título del experimento resume perfectamente la conclusión a la que llegó el autor: Your face is the big data (tu cara es el big data).


La difusión de la noticia sobre este proyecto en medios de todo el mundo tuvo un efecto inesperado: miembros de un foro ruso se inspiraron en la técnica que utilizó el artista para usarla con una finalidad mucho más perversa: cruzaron fotos de actrices de cine porno con perfiles en las red social VK para descubrir la identidad real de estas mujeres y, lo que es peor, difundieron la información.

Este suceso nos pone sobre la pista de cómo el reconocimiento de rostros unido al acceso a las grandes bases de datos de las redes sociales abre nuevos caminos para la práctica del doxing, que no es otra cosa que investigar a alguien a través de Internet para difundir información sobre esa persona.

El reconocimiento de rostros unido al acceso a las grandes bases de datos de las redes sociales abre nuevos caminos para investigar a alguien a través de Internet

¿Es posible a través de una foto localizar la cuenta de alguien en Facebook? Fuentes de la empresa en España han explicado a EL PAÍS que los desarrolladores de aplicaciones no tienen acceso a la inmensa base de datos de imágenes que albergan sus servidores. Por lo que el experimento realizado en la red social rusa no podría repetirse en Facebook.

De hecho, la empresa estadounidense también ha sacado de la circulación aplicaciones que intentaban cotejar los rostros captados con la cámara del móvil con los de su base de datos. Es el caso de Klik, una aplicación que era capaz de identificar a nuestros contactos en cualquier foto si se le daba el acceso a ellos. Facebook adquirió la empresa y la app hoy ya no cuenta con esa función.

Lo más parecido que existe a la hora de localizar a extraños con los que nos cruzamos es la aplicación de citas Happn. Al instalarla pide permiso para acceder a nuestra cuenta de Facebook y mostrar parte de nuestro perfil. Si también le damos permiso para saber dónde nos encontramos permite conectar con otras personas que usan la aplicación y contactar con ellas cuando pasan cerca de nosotros.

El último salto tecnológico en este campo es el reconocimiento de caras en vídeos usando inteligencia artificial

La gigantesca base de datos de Facebook, con imágenes de 1.650 millones de usuarios, se complementa con un potente sistema de reconocimiento de rostros. De hecho, la tecnología que Facebook utiliza para saber automáticamente quién aparece en una foto y etiquetarlo es bastante avanzada, pues, según la empresa, su tasa de acierto del 97,35%.

Aunque el reconocimiento automático de rostros para ser etiquetados en las fotos puede ser desactivado, esta función ha suscitado cierta controversia y Facebook tuvo que proporcionar en su día información sobre su tecnología a las autoridades europeas. El último salto tecnológico de la red social en este campo es el reconocimiento de caras en vídeos usando inteligencia artificial.

La empresa española Emotion Research Labs dispone de un sistema que permite conocer las emociones de alguien a partir del análisis de su rostro. Alicia Mora, directora ejecutiva de esta empresa, ha explicado a EL PAÍS en una conversación telefónica que “la tecnología de reconocimiento facial está muy avanzada. Excepto a la hora de conocer la edad de alguien. Aunque es posible saber el sexo de la persona o sus emociones”.

Esta tecnología permite ya saber el sexo de una persona, así como sus emociones en una imagen determinada. El asunto aún pendiente es poder determinar su edad

Mora también cuenta que si esa tecnología se aplica a una base de datos de rostros se puede realizar un matching, un emparejamiento de imágenes que proporcione información sobre las personas que aparecen en ellas. Aunque el acceso a las bases de datos de imágenes no es ni mucho menos sencillo. Emotion Research utiliza para mejorar su tecnología bases de datos creadas por universidades con fines científicos. En ellas aparecen rostros de personas que han dado su consentimiento.

Aunque existen tecnologías que utilizan otra clase de bases de datos, como es el caso del motor de búsqueda CreepShlid, capaz de rastrear los rostros de 475.000 personas que aparecen en un registro de delincuentes sexuales. Una herramienta que la empresa dice que puede ser útil para los servicios de citas.

Pero no solo los rostros de las personas son interesantes para las empresas que procesan datos visuales del Big Data. Instagram y Twitter también se han convertido en dos buenos lugares para conocer las reacciones que provocan ciertos productos. La empresa Ditto Labs por ejemplo rastrea imágenes en redes sociales para conocer esta información.

En definitiva, hoy día no es sencillo que cualquiera pueda saber nuestra identidad simplemente haciéndonos una foto. Lo que no quiere decir que algunas empresas sean capaces de utilizar la información que proporciona nuestro rostro en redes sociales, bien sea para saber lo que sentimos cuando estamos de vacaciones en un determinado lugar o cuando estrenamos unos zapatos.

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