Michel Temer sufre la primera cacerolada de su nuevo mandato
Vecinos de varias ciudades brasileñas abuchean la primera entrevista televisada del presidente interino
María Martín
São Paulo, El País
Se engañaban quienes pensaron que las caceroladas eran un problema exclusivo del Gobierno Dilma Rousseff. El domingo por la noche, durante la primera intervención televisiva del presidente interino de Brasil, Michel Temer, vecinos de barrios de São Paulo, Río de Janeiro, Porto Alegre y Brasilia salieron a las ventanas para golpear sartenes y ollas, al grito de “Fuera Temer” y "Golpista".
Las caceroladas se popularizaron en marzo de 2015 como forma de protesta de ciudadanos descontentos ante los discursos de una cada vez más impopular Rousseff o los anuncios en televisión del Partido de los Trabajadores (PT). Este domingo, tres días después de la suspensión temporal de la presidenta, le tocó el turno a su sustituto, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), mientras concedía su primera entrevista televisiva al programa dominical Fantástico de TV Globo.
Las protestas se hicieron oír especialmente en barrios de clase media. "Yo puedo ser impopular. Si resulta en beneficios para el país, para mí basta", comentó Temer en televisión. La misma noche de la cacerolada, movimientos feministas se manifestaron en el centro de São Paulo por la ausencia de mujeres en los ministerios del nuevo Gobierno.
Temer respondió a esta polémica en su entrevista. Afirmó que la jefatura del gabinete personal del presidente es "uno de los cargos más importantes de la República" y recordó que ha puesto a una mujer, Nara de Deus Vieira, al frente. Y prometió incorporar al menos cuatro "representantes del mundo femenino" en las secretarías de Cultura o Ciencia y Tecnología (en Brasil, las secretarías dependen de los ministerios).
El presidente interino afirmó además que su esposa, Marcela Temer, se encargará de asumir el “área social” de su Gobierno en caso de que Rousseff -que por el momento está apartada temporalmente del poder- sea finalmente destituida. "Va a trabajar intensamente. Ella es abogada y tiene mucha preocupación con las cuestiones sociales”, afirmó. Mientras Temer fue vicepresidente, Marcela Temer (43 años menor que su marido, licenciada en Derecho, actualmente ama de casa) se mantuvo siempre en segundo plano, sin intervenir abiertamente en política. En abril, la revista Veja la calificó, en un polémico perfil, de mujer "bella, recatada y hogareña".
La entrevista también mencionó la inclusión en el gabinete Temer de políticos citados en el caso de corrupción de Petrobras, como el nuevo ministro de Planeamiento, Romero Jucá, que tiene seis investigaciones abiertas por, supuestamente, recibir sobornos provenientes de la petrolera estatal. El presidente interino se limitó a aclarar que Jucá no está formalmente acusado por el momento y que, además, es un político "de una competencia administrativa extraordinaria". Insistió en que no recortará los programas sociales heredados del Gobierno del PT, como Bolsa Familia. "Si es necesario cortaré de otros sectores, no de aquellos con más carencias", aseguró. Y descartó una vez más su candidatura para las elecciones de 2018. Aunque quisiera presentarse, en principio, no podría: el Tribunal Regional Electoral de São Paulo lo impide por haber hecho donaciones electorales por encima del límite legal en 2014.
Se busca urgentemente una “representante del mundo femenino”
Camila Moraes
Michel Temer ha sido criticado duramente por nombrar como ministros exclusivamente a hombres blancos. Por primera vez desde la dictadura militar, Brasil tiene un Gobierno sin una sola mujer en la primera fila. Ahora, el presidente interino busca con urgencia una mujer (una “representante del mundo femenino”, ha dicho) para ocupar la secretaría de Cultura, que antes era un ministerio, pero que Temer suprimió como cartera –junto a otros nueve- como medida de austeridad.
Por ahora, sus intentos para encontrar a una mujer dispuesta a asumir la secretaría han sido en vano. La periodista y actriz Marília Gabriela, una de las candidatas más firmes, ha respondido que no tiene tiempo para ello. Antes, Temer había sondeado al actor Stepan Nercessian, pero el partido no formalizó la oferta porque necesita a uma mujer para compensar la polémica.
El ambiente en el PMDB, y entre sus aliados, es de inquietud y de urgencia. El senador Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña, candidato rival de Dilma Rousseff en las últimas elecciones presidenciales, se reunió a toda prisa con el grupo de mujeres de su partido para discutir el asunto, y se declaró “solidario” con el problema.
María Martín
São Paulo, El País
Se engañaban quienes pensaron que las caceroladas eran un problema exclusivo del Gobierno Dilma Rousseff. El domingo por la noche, durante la primera intervención televisiva del presidente interino de Brasil, Michel Temer, vecinos de barrios de São Paulo, Río de Janeiro, Porto Alegre y Brasilia salieron a las ventanas para golpear sartenes y ollas, al grito de “Fuera Temer” y "Golpista".
Las caceroladas se popularizaron en marzo de 2015 como forma de protesta de ciudadanos descontentos ante los discursos de una cada vez más impopular Rousseff o los anuncios en televisión del Partido de los Trabajadores (PT). Este domingo, tres días después de la suspensión temporal de la presidenta, le tocó el turno a su sustituto, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), mientras concedía su primera entrevista televisiva al programa dominical Fantástico de TV Globo.
Las protestas se hicieron oír especialmente en barrios de clase media. "Yo puedo ser impopular. Si resulta en beneficios para el país, para mí basta", comentó Temer en televisión. La misma noche de la cacerolada, movimientos feministas se manifestaron en el centro de São Paulo por la ausencia de mujeres en los ministerios del nuevo Gobierno.
Temer respondió a esta polémica en su entrevista. Afirmó que la jefatura del gabinete personal del presidente es "uno de los cargos más importantes de la República" y recordó que ha puesto a una mujer, Nara de Deus Vieira, al frente. Y prometió incorporar al menos cuatro "representantes del mundo femenino" en las secretarías de Cultura o Ciencia y Tecnología (en Brasil, las secretarías dependen de los ministerios).
El presidente interino afirmó además que su esposa, Marcela Temer, se encargará de asumir el “área social” de su Gobierno en caso de que Rousseff -que por el momento está apartada temporalmente del poder- sea finalmente destituida. "Va a trabajar intensamente. Ella es abogada y tiene mucha preocupación con las cuestiones sociales”, afirmó. Mientras Temer fue vicepresidente, Marcela Temer (43 años menor que su marido, licenciada en Derecho, actualmente ama de casa) se mantuvo siempre en segundo plano, sin intervenir abiertamente en política. En abril, la revista Veja la calificó, en un polémico perfil, de mujer "bella, recatada y hogareña".
La entrevista también mencionó la inclusión en el gabinete Temer de políticos citados en el caso de corrupción de Petrobras, como el nuevo ministro de Planeamiento, Romero Jucá, que tiene seis investigaciones abiertas por, supuestamente, recibir sobornos provenientes de la petrolera estatal. El presidente interino se limitó a aclarar que Jucá no está formalmente acusado por el momento y que, además, es un político "de una competencia administrativa extraordinaria". Insistió en que no recortará los programas sociales heredados del Gobierno del PT, como Bolsa Familia. "Si es necesario cortaré de otros sectores, no de aquellos con más carencias", aseguró. Y descartó una vez más su candidatura para las elecciones de 2018. Aunque quisiera presentarse, en principio, no podría: el Tribunal Regional Electoral de São Paulo lo impide por haber hecho donaciones electorales por encima del límite legal en 2014.
Se busca urgentemente una “representante del mundo femenino”
Camila Moraes
Michel Temer ha sido criticado duramente por nombrar como ministros exclusivamente a hombres blancos. Por primera vez desde la dictadura militar, Brasil tiene un Gobierno sin una sola mujer en la primera fila. Ahora, el presidente interino busca con urgencia una mujer (una “representante del mundo femenino”, ha dicho) para ocupar la secretaría de Cultura, que antes era un ministerio, pero que Temer suprimió como cartera –junto a otros nueve- como medida de austeridad.
Por ahora, sus intentos para encontrar a una mujer dispuesta a asumir la secretaría han sido en vano. La periodista y actriz Marília Gabriela, una de las candidatas más firmes, ha respondido que no tiene tiempo para ello. Antes, Temer había sondeado al actor Stepan Nercessian, pero el partido no formalizó la oferta porque necesita a uma mujer para compensar la polémica.
El ambiente en el PMDB, y entre sus aliados, es de inquietud y de urgencia. El senador Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña, candidato rival de Dilma Rousseff en las últimas elecciones presidenciales, se reunió a toda prisa con el grupo de mujeres de su partido para discutir el asunto, y se declaró “solidario” con el problema.