Logran controlar la explosión en Old Trafford tras la evacuación del estadio
Londres, EFE
Los artificieros han llevado a cabo una explosión controlada en el estadio de Old Trafford, en Inglaterra, tras evacuar al público por un paquete sospechoso, informó hoy la policía de Manchester.
El encuentro entre el Manchester United y el Bournemouth de la liga inglesa fue suspendido poco antes de su inicio, previsto a las 14.00 GMT, para “garantizar la seguridad de todosen el estadio y las zonas aledañas”, anunció un portavoz de la policía.
“No tomamos estas decisiones a la ligera”, afirmó John O’Hare, asistente del jefe de policía de la región de Gran Manchester, que afirmó que expertos militares se sumaron al operativo policial para lidiar con la alerta de seguridad.
La evacuación de Old Trafford se ha producido pocos días después de que el Gobierno británico decidiera aumentar su nivel de alarma por posibles atentados terroristas de grupos norirlandeses de “moderado” a “considerable”.
El tercer nivel de amenaza terrorista en una escala de cinco significa que existe una “gran posibilidad” de que se produzca un ataque en el Reino Unido, según señaló la ministra británica de Interior, Theresa May, el miércoles.
En agosto de 2014, el Gobierno elevó su alerta general por terrorismo a “severa”, el cuarto grado en la escala de cinco, ante el temor a atentados yihadistas.
Según una fuente relacionada con la seguridad citada por la agencia local PA, la alerta en Old Trafford coincide con incremento en las amenazas terroristas en estadios deportivos.
“En muchas ocasiones se trata de falsas alarmas, pero el nivel de amenaza terrorista asociado con disidentes irlandeses se ha elevado recientemente debido a amenazas creíbles que hemos estado monitorizando”, comentó esa fuente.
La Premier League afirmó que buscará una nueva fecha para disputar el encuentro previsto esta tarde, si bien esperarán a confirmar que el estadio no ha sufrido daños importantes tras la explosión controlada.
Según los medios británicos, se trata de la primera ocasión en la que un partido de la liga inglesa de fútbol se suspende por motivos de seguridad.