La relación de Trump con las mujeres salta al centro del debate en EE UU
Washington, EFE
La infidelidad en su primer matrimonio y sus insultos a famosas habían sido hasta ahora apuntes anecdóticos en la cobertura mediática de Donald Trump, pero un nuevo artículo ha colocado la relación del magnate con las mujeres en el centro del debate nacional e irritado profundamente al aspirante republicano.
Comentarios denigrantes sobre la figura o el peso, besos en los labios a modelos adolescentes y calificaciones de las mujeres en la escala del uno al diez son marcas características de Trump en su interacción con el sexo femenino, según un extenso artículo publicado este domingo por el diario The New York Times.
El artículo, que entrevista a varias mujeres que trabajaron con Trump o lo conocieron de cerca, ha sido calificado de “falso, mezquino e injurioso” por el magnate, y llega en un momento en que su probable rival en las elecciones de noviembre, Hillary Clinton, está tratando de consolidar su dominio del voto femenino.
El virtual candidato republicano a la Casa Blanca ya había aireado en entrevistas o en Twitter su opinión sobre famosas como la actriz Rosie O’Donnell -”tiene una cara gorda y fea”- o la que fue su rival en la carrera presidencial, Carly Fiorina, de quien insinuó que nadie con “esa cara” podía liderar el país.
En agosto, Trump opinó que la presentadora Megyn Kelly debía tener la menstruación cuando le hizo varias preguntas difíciles sobre su relación con las mujeres durante un debate republicano.
La novedad del artículo del New York Times es que ofrece una ventana a sus relaciones con mujeres en el ámbito privado, entre ellas varias modelos que participaron en los certámenes de belleza Miss USA y Miss Universo, presididos por Trump entre 1996 y 2015.
Entre las entrevistadas está la venezolana Alicia Machado, que después de ganar el título de Miss Universo en 1996, ganó algo de peso y pidió ayuda a los organizadores del certamen para perderlo.
“Me llevaron a un hotel en Nueva York. Al día siguiente, me llevaron al gimnasio y estaba expuesta a 90 medios de comunicación. Donald Trump estaba allí. Yo no me esperaba eso. Estaba a punto de llorar con todas las cámaras allí. Le dije ‘Señor Trump, no quiero hacer esto’, y respondió ‘no me importa’”, dijo Machado al diario.
“Después de ese episodio, estuve enferma, con anorexia y bulimia durante cinco años. Durante los últimos 20 años he ido a muchos psicólogos para combatir esto”, aseguró la modelo.
Trump reconoció haber presionado a Machado para que perdiera peso. “De eso me declaro culpable”, aseguró al “Times”.
En cambio, el magnate negó el resto de acusaciones del artículo, como la de Temple Taggart, Miss Utah en 1997, que aseguró al diario que Trump se presentó a ella besándola en los labios; o la de Carrie Prejean, que dijo que el empresario dividía a las candidatas de Miss USA “entre las que encontraba atractivas y las que no”.
Barbara A. Res, que fue jefa de construcción de Trump en la década de 1980, afirmó al rotativo que el magnate quería que sus clientes “pensaran que todas las mujeres que trabajaban para él eran preciosas” y que a ella le dijo una vez: “Te gustan los dulces”, para recordarle “que tenía sobrepeso”.
Pero la mujer más destacada en el artículo, Rowanne Brewer Lane, aseguró el lunes que el diario no contó su historia de forma “precisa”, y que ella nunca se sintió “denigrada” por la actitud de Trump, sino más bien “halagada”, según dijo a la cadena Fox News.
Según el artículo, el empresario conoció a Brewer -que luego se convirtió en su amante- en una fiesta en 1990 en su residencia de Mar-a-Lago (Florida), le pidió ponerse un biquini y la presentó a los invitados diciendo “¿no es esa una espectacular chica Trump?”.
La protesta de Brewer sobre el artículo dio munición a Trump, que el lunes condenó en Twitter el “falso reportaje” del diario y dijo que “de las más de 50 mujeres que entrevistaron, solo escribieron sobre seis, y eso es porque había muchísimos comentarios positivos”.
El New York Times ha defendido su artículo, que se ha convertido en el más leído de la cobertura electoral del periódico este año, mientras la campaña del magnate exige que el rotativo se disculpe.
La campaña de Hillary Clinton no ha entrado en la polémica, pero un grupo de acción política que respalda a la aspirante demócrata, Priorities USA, lanzó este martes un anuncio que echa más leña al fuego, al destacar varias declaraciones sexistas que ha hecho Trump.
El anuncio mereció la condena inmediata de Trump, que dijo en Twitter que Clinton no puede criticarle por ese tema “cuando su marido fue el PEOR abusador de las mujeres en la historia” del país.
Ese tema promete convertirse en uno de los más destacados una vez que Clinton y Trump se enfrenten previsiblemente en las elecciones generales, dado que el magnate necesita ganar más votos femeninos.
Las encuestas otorgan a Clinton, la primera mujer con opciones de lograr la Presidencia de EEUU, una ventaja abrumadora sobre Trump en el voto femenino, que además tradicionalmente es demócrata, y el magnate sabe que para derrotarla tendrá que centrarse en ese sector.
“Hay que conseguir que las mujeres se pregunten si Hillary es verdaderamente sincera y auténtica. Porque ha tratado de destruir a las amantes de Bill, y está adulando a las mujeres cuando solo le interesa el poder”, dijo Trump en una entrevista publicada el martes por The New York Times.
La infidelidad en su primer matrimonio y sus insultos a famosas habían sido hasta ahora apuntes anecdóticos en la cobertura mediática de Donald Trump, pero un nuevo artículo ha colocado la relación del magnate con las mujeres en el centro del debate nacional e irritado profundamente al aspirante republicano.
Comentarios denigrantes sobre la figura o el peso, besos en los labios a modelos adolescentes y calificaciones de las mujeres en la escala del uno al diez son marcas características de Trump en su interacción con el sexo femenino, según un extenso artículo publicado este domingo por el diario The New York Times.
El artículo, que entrevista a varias mujeres que trabajaron con Trump o lo conocieron de cerca, ha sido calificado de “falso, mezquino e injurioso” por el magnate, y llega en un momento en que su probable rival en las elecciones de noviembre, Hillary Clinton, está tratando de consolidar su dominio del voto femenino.
El virtual candidato republicano a la Casa Blanca ya había aireado en entrevistas o en Twitter su opinión sobre famosas como la actriz Rosie O’Donnell -”tiene una cara gorda y fea”- o la que fue su rival en la carrera presidencial, Carly Fiorina, de quien insinuó que nadie con “esa cara” podía liderar el país.
En agosto, Trump opinó que la presentadora Megyn Kelly debía tener la menstruación cuando le hizo varias preguntas difíciles sobre su relación con las mujeres durante un debate republicano.
La novedad del artículo del New York Times es que ofrece una ventana a sus relaciones con mujeres en el ámbito privado, entre ellas varias modelos que participaron en los certámenes de belleza Miss USA y Miss Universo, presididos por Trump entre 1996 y 2015.
Entre las entrevistadas está la venezolana Alicia Machado, que después de ganar el título de Miss Universo en 1996, ganó algo de peso y pidió ayuda a los organizadores del certamen para perderlo.
“Me llevaron a un hotel en Nueva York. Al día siguiente, me llevaron al gimnasio y estaba expuesta a 90 medios de comunicación. Donald Trump estaba allí. Yo no me esperaba eso. Estaba a punto de llorar con todas las cámaras allí. Le dije ‘Señor Trump, no quiero hacer esto’, y respondió ‘no me importa’”, dijo Machado al diario.
“Después de ese episodio, estuve enferma, con anorexia y bulimia durante cinco años. Durante los últimos 20 años he ido a muchos psicólogos para combatir esto”, aseguró la modelo.
Trump reconoció haber presionado a Machado para que perdiera peso. “De eso me declaro culpable”, aseguró al “Times”.
En cambio, el magnate negó el resto de acusaciones del artículo, como la de Temple Taggart, Miss Utah en 1997, que aseguró al diario que Trump se presentó a ella besándola en los labios; o la de Carrie Prejean, que dijo que el empresario dividía a las candidatas de Miss USA “entre las que encontraba atractivas y las que no”.
Barbara A. Res, que fue jefa de construcción de Trump en la década de 1980, afirmó al rotativo que el magnate quería que sus clientes “pensaran que todas las mujeres que trabajaban para él eran preciosas” y que a ella le dijo una vez: “Te gustan los dulces”, para recordarle “que tenía sobrepeso”.
Pero la mujer más destacada en el artículo, Rowanne Brewer Lane, aseguró el lunes que el diario no contó su historia de forma “precisa”, y que ella nunca se sintió “denigrada” por la actitud de Trump, sino más bien “halagada”, según dijo a la cadena Fox News.
Según el artículo, el empresario conoció a Brewer -que luego se convirtió en su amante- en una fiesta en 1990 en su residencia de Mar-a-Lago (Florida), le pidió ponerse un biquini y la presentó a los invitados diciendo “¿no es esa una espectacular chica Trump?”.
La protesta de Brewer sobre el artículo dio munición a Trump, que el lunes condenó en Twitter el “falso reportaje” del diario y dijo que “de las más de 50 mujeres que entrevistaron, solo escribieron sobre seis, y eso es porque había muchísimos comentarios positivos”.
El New York Times ha defendido su artículo, que se ha convertido en el más leído de la cobertura electoral del periódico este año, mientras la campaña del magnate exige que el rotativo se disculpe.
La campaña de Hillary Clinton no ha entrado en la polémica, pero un grupo de acción política que respalda a la aspirante demócrata, Priorities USA, lanzó este martes un anuncio que echa más leña al fuego, al destacar varias declaraciones sexistas que ha hecho Trump.
El anuncio mereció la condena inmediata de Trump, que dijo en Twitter que Clinton no puede criticarle por ese tema “cuando su marido fue el PEOR abusador de las mujeres en la historia” del país.
Ese tema promete convertirse en uno de los más destacados una vez que Clinton y Trump se enfrenten previsiblemente en las elecciones generales, dado que el magnate necesita ganar más votos femeninos.
Las encuestas otorgan a Clinton, la primera mujer con opciones de lograr la Presidencia de EEUU, una ventaja abrumadora sobre Trump en el voto femenino, que además tradicionalmente es demócrata, y el magnate sabe que para derrotarla tendrá que centrarse en ese sector.
“Hay que conseguir que las mujeres se pregunten si Hillary es verdaderamente sincera y auténtica. Porque ha tratado de destruir a las amantes de Bill, y está adulando a las mujeres cuando solo le interesa el poder”, dijo Trump en una entrevista publicada el martes por The New York Times.