Higuaín pone el broche con un hat-trick para un subcampeonato

Nápoles, As
El Nápoles de Sarri hizo historia: con el 4-0 endosado al Frosinone los azzurri sellaron su segundo puesto y el regreso a la fase de grupos de la Champions League, dejando atrás al Roma, que derrotó 3-1 en San Siro a un destrozado Milán. El protagonista de la noche fue Gonzalo Higuaín: el argentino, con su primer hat-trick de la temporada, alcanzó 36 goles en la Serie A, superando el histórico récord de Gunnar Nordahl.


Los de Sarri tenían que ganar y empezaron el partido volcados al ataque, buscando romperlo enseguida. Higuaín, tras un regalo de Russo y un centro de Hysaj, desperdició tras apenas 5 minutos una gran oportunidad y Allan, poco después, penetró en el área ciociara y con un chut cruzado llegó a un paso del gol. En el 13', además, el árbitro Domenico Celi facilitó los deberes azzurri sacando una tarjeta roja a Gori, culpable de haberle insultado.

Tras la expulsión el Nápoles aumentó la intensidad de sus ataques y el número de ocasiones: Insigne se topó con el travesaño con su típica rosca, mientras que Callejón empezó un duelo personal con el meta rival Zappino, que neutralizó dos veces sus tiros al primer toque. El Roma ganaba en Milán y el ambiente azzurro empezaba a ponerse nervioso, recordando el desafortunado final de la temporada pasada, cuando perdió el tercer puesto justo en la jornada 38. Sin embargo, un minuto antes del descanso, Hamsik hizo de cazafantasmas empujando entre palos un centro de Ghoulam. No fue un gol cualquiera: con este el capitán azzurro llegó a 81 en la Serie A, los mismos de Diego Armando Maradona. Pero quedaba todavía mucha historia por hacer.

Era el día de Gonzalo Higuaín, la gente de Nápoles soñaba con un hat-trick suyo para poder presumir de haber tenido, además del Pibe de Oro, también al mejor Capocannoniere de todos los tiempos. Así tenía que ser, y así fue. El primero llegó en el 52', tras una gran jugada y un centro de Allan, que el argentino solo tuvo que apoyar en la red. Casi no lo celebró, Gonzalo, que se fue corriendo a recoger el balón para llevarlo en el mediocampo. Le quedaba todavía mucho trabajo.

En el minuto 62 Higuaín alcanzó a Nordahl – 35 goles – aprovechando un gran centro de Callejón, pero no era suficiente. El argentino tenía la posibilidad de destrozar un récord que en el Bel Paese nadie se atrevió a tocar desde hace 66 años. Una hazaña como esta se merecía algo especial, un invento, una imagen para la leyenda. Ocurrió en el 71': Gonzalo controló el balón con el pecho, y con una chilena desde el límite del área batió a Zappino. Así, con ese gesto, volvió a escribir la historia del Calcio: con 36 tantos, es el mejor Capocannoniere de todos los tiempos. Y a partir de entonces se desató la fiesta del San Paolo: por la Champions, que en septiembre volverá a Fuorigrotta, por Higuaín, que ya es leyenda, y por el mejor Nápoles jamás visto en la Serie A. El club azzurro nunca había sumado 82 puntos en un campeonato: no fueron suficientes para sacarle el Scudetto a la todopoderosa Juve, pero si lo fueron para soñar con hacerlo durante muchos meses. Fue gracias a Sarri, que llegaba desde el Empoli rodeado de escepticismo y fue capaz de crear una máquina casi perfecta, que en la próxima temporada tendrá el deber de volver a intentarlo con más fuerza.

La cruz de la jornada la representa la Roma, que venció en su complicada visita a San Siro por 1-3, gracias a los goles de Salah, El Shaarawy y Emerson al Milan. Sin embargo, no pudo superar al Nápoles en la clasificación y finalmente disputará la ronda previa de la Champions el curso que viene.

Por otra parte, el Sassuolo se impuso al Inter por 3-1, en un partido intrascendente, que deja a los locales en sexto puesto y a los milaneses en cuarta posición.

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