El Demonio de Neón: Primeras críticas desde Cannes 2016 la sitúan como verdaderamente rompedora

Cine
La última película del cineasta Nicholas Winding Refn, 'El Demonio de Neón', vivió su premier en Cannes 2016. Donde recibió una serie de críticas totalmente contrapuestas. Antes de que finalizara la proyección ya se escuchaban sonoros silbidos en la sala de proyección. Aunque a posteriori los comenatarios la valoran de maneras sumamente llamativas.

Para algunos medios como The Wrap, la película es totalmente digna de los abucheos recibidas por la violencia innecesaria que muestra en su metraje. "La calidad visual no compensa en absoluto la casquería que se muestra en su metraje". A lo que además se situó como "una película a la que no se puede tomar en serio en absoluto".

Aunque le dan una de cal y otra de arena, calificándola también como "ridículamente divertida".

La prestigiosa publicación 'Variety' sitúa la película así: "Está ambientado en el mundo de la moda de Los Angeles, y es el tipo de película en la que las modelos se parecen a maniquíes, que se parecen a cadáveres de terror de película, y los cadáveres que parecen a objetos de amor, y objetos de amor se parece a algo que se mira fijamente en el espejo"


Además se apuntó: "Cada escena, cada tiro, cada línea de diálogo, cada pausa se compone de manera hipnótica, con conocimiento de causa, que el público no puede dejar de asumir que Refn sabe exactamente lo que está haciendo, que nos está tendiendo una trampa para la matanza".

Acerca del filme, el director comentó antes de su estreno en Cannes 2016: "Una mañana me desperté y me di cuenta que estaba rodeado y dominado por las mujeres. Extrañamente, un repentino impulso se implantó en mi para hacer una película de terror sobre la belleza perniciosa". A lo que además apuntó: "Sabía que tenía que volver a la ciudad de Los Ángeles, estaba totalmente enamorado de esta electrizante ciudad". Regresando así a la ciudad en la que rodó la película 'Drive'. Su segundo proyecto fue 'Solo Dios Perdona' y en aquella ocasión trasladó la acción a Tailandia, concretamente a la ciudad de Bangkok.