El Chapo Guzmán es trasladado a una cárcel de Ciudad Juárez
El narco preso, cuya extradición solicita EE UU, ha sido enviado a un penal de la frontera
Pablo de Llano
México, El País
Joaquín El Chapo Guzmán, el narco más poderoso de México, ahora entre rejas, ha sido trasladado en la madrugada del sábado desde la cárcel del Altiplano (cerca de Ciudad de México) a un penal situado en Ciudad Juárez (Chihuahua), a casi 2000 kilómetros, en la frontera con EE UU, país que ha solicitado su extradición.
Según el comunicado del Gobierno, la decisión "obedece a protocolos de seguridad". Guzmán ya se ha escapado dos veces de prisión. La primera en 2001 cuando se evadió de una cárcel de Jalisco supuestamente metido dentro de un carro de la lavandería. La última en julio de 2015, huyendo del penal de máxima seguridad del Altiplano (el mismo donde estaba ahora) por un túnel de kilómetro y medio de largo excavado por sus secuaces sin que los detectasen o sin que nadie diese aviso.
El parte oficial no menciona que el traslado tenga que ver con una posible extradición. De todos modos Guzmán ha sido colocado a un paso, al menos geográfico, del destino que siempre ha procurado eludir: que lo manden a Estados Unidos, donde tiene siete causas criminales abiertas, la mayor en un juzgado de Nueva York.
Desde que fue detenido en México por última vez, el pasado 8 de enero, el líder del Cártel de Sinaloa ha presentado a través de sus abogados al menos siete recursos de amparo para bloquear su extradición. Todos han sido denegados.
El tiempo que lleve el proceso de extradición de Guzmán es incierto, pero la voluntad de EE UU y México para llevarla a cabo es clara. Tras su recaptura en enero, con la humillación de su previa fuga aún fresca, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto afirmó que intentaría que fuese extraditado "lo más pronto posible". Una nueva fuga de Joaquín Guzmán sería un golpe de efectos imprevisibles para su Gobierno.
Según la agencia Reuters, que refiere a una fuente anónima del Gobierno, el narcotraficante podría ser extraditado este verano.
Operativo nocturno y blindado
El operativo de traslado comenzó pasada la medianoche en el presidio del Altiplano. Lo llevaron en avión a Juárez y al aterrizar lo subieron a un helicóptero para conducirlo al Centro Federal de Readaptación Social 9. La vía que da a la cárcel fue blindada por la Policía Federal y el Ejército para asegurar la llegada del escurridizo narco.
Juárez es, además, el lugar donde Guzmán libró su guerra de poder más sangrienta. Entre 2008 y 2011 luchó a muerte contra el Cártel de Juárez para apoderarse de la ciudad, el punto por el que se trasiega más droga a EE UU. Guzmán ganó esa guerra, dejando miles de víctimas. Hoy Juárez no es su botín, su preciada puerta al mercado de EE UU sino tal vez el paso intermedio a una de sus cárceles, donde las medidas de seguridad y anticorrupción hacen inverosímil huir en un carrito o por un túnel.
Otros narcos mexicanos se encuentran ya presos en EE UU, como el antiguo jefe del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas, El Mata Amigos, o Edgar Valdez, La Barbie, y se espera la extradición de Miguel Ángel Treviño, exlíder de los sanguinarios Zetas.
Pablo de Llano
México, El País
Joaquín El Chapo Guzmán, el narco más poderoso de México, ahora entre rejas, ha sido trasladado en la madrugada del sábado desde la cárcel del Altiplano (cerca de Ciudad de México) a un penal situado en Ciudad Juárez (Chihuahua), a casi 2000 kilómetros, en la frontera con EE UU, país que ha solicitado su extradición.
Según el comunicado del Gobierno, la decisión "obedece a protocolos de seguridad". Guzmán ya se ha escapado dos veces de prisión. La primera en 2001 cuando se evadió de una cárcel de Jalisco supuestamente metido dentro de un carro de la lavandería. La última en julio de 2015, huyendo del penal de máxima seguridad del Altiplano (el mismo donde estaba ahora) por un túnel de kilómetro y medio de largo excavado por sus secuaces sin que los detectasen o sin que nadie diese aviso.
El parte oficial no menciona que el traslado tenga que ver con una posible extradición. De todos modos Guzmán ha sido colocado a un paso, al menos geográfico, del destino que siempre ha procurado eludir: que lo manden a Estados Unidos, donde tiene siete causas criminales abiertas, la mayor en un juzgado de Nueva York.
Desde que fue detenido en México por última vez, el pasado 8 de enero, el líder del Cártel de Sinaloa ha presentado a través de sus abogados al menos siete recursos de amparo para bloquear su extradición. Todos han sido denegados.
El tiempo que lleve el proceso de extradición de Guzmán es incierto, pero la voluntad de EE UU y México para llevarla a cabo es clara. Tras su recaptura en enero, con la humillación de su previa fuga aún fresca, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto afirmó que intentaría que fuese extraditado "lo más pronto posible". Una nueva fuga de Joaquín Guzmán sería un golpe de efectos imprevisibles para su Gobierno.
Según la agencia Reuters, que refiere a una fuente anónima del Gobierno, el narcotraficante podría ser extraditado este verano.
Operativo nocturno y blindado
El operativo de traslado comenzó pasada la medianoche en el presidio del Altiplano. Lo llevaron en avión a Juárez y al aterrizar lo subieron a un helicóptero para conducirlo al Centro Federal de Readaptación Social 9. La vía que da a la cárcel fue blindada por la Policía Federal y el Ejército para asegurar la llegada del escurridizo narco.
Juárez es, además, el lugar donde Guzmán libró su guerra de poder más sangrienta. Entre 2008 y 2011 luchó a muerte contra el Cártel de Juárez para apoderarse de la ciudad, el punto por el que se trasiega más droga a EE UU. Guzmán ganó esa guerra, dejando miles de víctimas. Hoy Juárez no es su botín, su preciada puerta al mercado de EE UU sino tal vez el paso intermedio a una de sus cárceles, donde las medidas de seguridad y anticorrupción hacen inverosímil huir en un carrito o por un túnel.
Otros narcos mexicanos se encuentran ya presos en EE UU, como el antiguo jefe del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas, El Mata Amigos, o Edgar Valdez, La Barbie, y se espera la extradición de Miguel Ángel Treviño, exlíder de los sanguinarios Zetas.