Discapacitados piden a DDHH que gestione reunión con Evo
Leny Chuquimia / La Paz
Don Sabino Mamani tiene más de 60 años. Su rostro cansado a momentos se esconde entre un par de manos callosas y llenas de arrugas. Sus dientes desgastados trituran un puñado de hojas de coca con aroma agridulce.
"Mi hija tiene ataques. Epilepsia me han dicho. Yo pensé que mi hija nomás era así. Que ella nomas sufría. Pero cuando la marcha ha llegado a El Alto he visto que no habíamos estado solos. Son muchas las personas que tienen discapacidad en la cabeza y que, como mi familia, necesitan apoyo”, dice mientras se rasca la cabeza cubierta de canas.
La vigilia de personas con discapacidad, instalada a una cuadra de la plaza Murillo, pidió ayer a la Asamblea Departamental de Derechos Humanos que gestione una audiencia del presidente Evo Morales con el sector para exponer su demanda. La dirigencia llama a las vigilias departamentales a reforzar las medidas de presión en sus regiones.
Desde el pasado miércoles, la caravana de personas con discapacidad que llegó de Cochabamaba instaló una vigilia a una cuadra de la plaza Murillo en demanda de un bono mensual de 500 bolivianos, que las autoridades gubernamentales califican como inviable. Ante la negativa gubernamental solicitan, sin tener una respuesta hasta ahora, una audiencia directa con el Primer Mandatario del Estado.
"Estamos preparando una carta para la Asamblea de Derechos Humanos de La Paz, para que nos hagan la gestión con el Presidente para que nos reciba en una audiencia y podamos explicarle nuestra demanda y situación”, indicó el presidente de la Confederación Boliviana de Personas con Discapacidad, David Cayo.
La petición irá acompañada del informe de todo lo ocurrido en los 60 días de vigilias departamentales, los 35 días de "caminar y rodar” sobre la carretera con hambre, sed y frío, además de los -hasta ayer- cinco días de crucifixiones, de alfombras humanas, de un piquete de huelga de hambre y de extracciones de sangre.
"Esperamos que todos estos antecedentes lleguen a nuestro Presidente y pueda recibirnos en una audiencia, porque hasta ahora no hemos tenido respuesta a las peticiones que hemos hecho anteriormente directamente y por medio de los presidentes de diputados y senadores. Estamos a la espera”, sostiene.
Para reforzar las medidas de presión, Cayo instruirá hoy a las vigilias regionales que refuercen la medida. Ya en pasados días, en Chuquisaca anunciaron la masificación de su movilización y el envío de refuerzos a La Paz.
En la vigilia de la calle Indaburo, esquina Junín, don Sabino se encuentra cerca de la carpa de primeros auxilios.
Por su experiencia con su hija Cinthya, colabora con las personas que sufren los ataques de epilepsia.
"Quisiera que el Presidente nos reciba y nos escuche. Quisiera contarle la realidad que vivimos, cuánto sufrimos para conseguir la medicina, cuánto gastamos y cómo nos duele cuando no podemos pagar el resto de gastos de la familia porque tenemos discapacitados. Quisiera contarle nuestra desesperación por darles algo mejor a nuestros hijos. Sé que él entendería”, dice.
Don Sabino Mamani tiene más de 60 años. Su rostro cansado a momentos se esconde entre un par de manos callosas y llenas de arrugas. Sus dientes desgastados trituran un puñado de hojas de coca con aroma agridulce.
"Mi hija tiene ataques. Epilepsia me han dicho. Yo pensé que mi hija nomás era así. Que ella nomas sufría. Pero cuando la marcha ha llegado a El Alto he visto que no habíamos estado solos. Son muchas las personas que tienen discapacidad en la cabeza y que, como mi familia, necesitan apoyo”, dice mientras se rasca la cabeza cubierta de canas.
La vigilia de personas con discapacidad, instalada a una cuadra de la plaza Murillo, pidió ayer a la Asamblea Departamental de Derechos Humanos que gestione una audiencia del presidente Evo Morales con el sector para exponer su demanda. La dirigencia llama a las vigilias departamentales a reforzar las medidas de presión en sus regiones.
Desde el pasado miércoles, la caravana de personas con discapacidad que llegó de Cochabamaba instaló una vigilia a una cuadra de la plaza Murillo en demanda de un bono mensual de 500 bolivianos, que las autoridades gubernamentales califican como inviable. Ante la negativa gubernamental solicitan, sin tener una respuesta hasta ahora, una audiencia directa con el Primer Mandatario del Estado.
"Estamos preparando una carta para la Asamblea de Derechos Humanos de La Paz, para que nos hagan la gestión con el Presidente para que nos reciba en una audiencia y podamos explicarle nuestra demanda y situación”, indicó el presidente de la Confederación Boliviana de Personas con Discapacidad, David Cayo.
La petición irá acompañada del informe de todo lo ocurrido en los 60 días de vigilias departamentales, los 35 días de "caminar y rodar” sobre la carretera con hambre, sed y frío, además de los -hasta ayer- cinco días de crucifixiones, de alfombras humanas, de un piquete de huelga de hambre y de extracciones de sangre.
"Esperamos que todos estos antecedentes lleguen a nuestro Presidente y pueda recibirnos en una audiencia, porque hasta ahora no hemos tenido respuesta a las peticiones que hemos hecho anteriormente directamente y por medio de los presidentes de diputados y senadores. Estamos a la espera”, sostiene.
Para reforzar las medidas de presión, Cayo instruirá hoy a las vigilias regionales que refuercen la medida. Ya en pasados días, en Chuquisaca anunciaron la masificación de su movilización y el envío de refuerzos a La Paz.
En la vigilia de la calle Indaburo, esquina Junín, don Sabino se encuentra cerca de la carpa de primeros auxilios.
Por su experiencia con su hija Cinthya, colabora con las personas que sufren los ataques de epilepsia.
"Quisiera que el Presidente nos reciba y nos escuche. Quisiera contarle la realidad que vivimos, cuánto sufrimos para conseguir la medicina, cuánto gastamos y cómo nos duele cuando no podemos pagar el resto de gastos de la familia porque tenemos discapacitados. Quisiera contarle nuestra desesperación por darles algo mejor a nuestros hijos. Sé que él entendería”, dice.