Un fiscal pide investigar a Cristina Fernández por lavado de dinero
Un testigo protegido involucra a la expresidenta argentina en la causa contra un empresario ligado al krichnerismo
Federico Rivas Molina
Buenos Aires, El País
Un fiscal federal argentino pidió investigar a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) y al exministro de Planificación Federal Julio de Vido en una causa que instruye por presunto lavado de dinero. El fiscal involucra a la expresidenta y a su ministro en el caso de "la ruta del dinero K", un proceso abierto contra el empresario Lázaro Baez, acusado de enriquecerse con la concesión de obras públicas durante el kirchnerismo. El viernes, Leonardo Fariña, un testigo clave en el caso contra Báez, involucró a Fernández en su declaración ante la justicia.
Fernández se ha enterado de la decisión del fiscal a sólo cuatro días de su declaración como testigo en otro expediente. El miércoles 13, la expresidenta deberá presentarse ante el juez federal Claudio Bonadío, uno de los más conocidos de Argentina y muy enfrentado hace años a los kirchneristas, quien en diciembre pasado imputó -"llamó a indagatoria", en terminología argentina- tanto a Fernández de Kirchner como a su exministro de Economía Axel Kicillof y al expresidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, por el caso de la llamada "venta de dólar futuro". El juez acusa a estos dirigentes de "defraudación contra la administración pública" por haber perjudicado de forma deliberada al Estado.
Lo cierto es que esta ha sido una semana de vértigo en los tribunales federales de Buenos Aires. Se inició con la detención de Báez, icono del enriquecimiento acelerado del que disfrutaron algunos empresarios durante la gestión de Kirchner; luego llegó la solicitud de investigación contra el presidente Mauricio Macri por el hallazgo, en los papeles e Panamá, de una empresa en Bahamas de la que fue director; y este sábado, el fiscal Guillermo Marijuan, querellante público en la causa contra Báez, solicitó al juez que investigue a Fernández
Según las fuentes judiciales citadas por la agencia oficial Telam y replicadas en la prensa argentina, Marijuan tomó la decisión tras escuchar las 11 horas de declaración indagatoria del contable Fariña, detenido en la causa contra el Báez. Fariña lleva más de un año en la cárcel, después de autoincriminarse en un programa de televisión. Si bien luego se desdijo (“Querían ficción, les di ficción”, se defendió entonces), pidió declarar como testigo protegido, en un intento por aliviar su situación procesal. Ante el juez Casanello y el fiscal Marijuan, el contable mencionó a Néstor y Cristina Kircher y vinculó a otros altos funcionarios en presuntas maniobras de lavado de activos provenientes de sobreprecios con obras públicas otorgadas a Báez, sobre todo en la provincia patagónica de Santa Cruz.
Casanello escuchó a Fariña, le concedió el régimen de protección de testigos y ordenó de inmediato el secreto de sumario. En la jerga callejera argentina, el financista había decidido “prender el ventilador”, es decir contar todo lo que conoce de los supuestos negocios sucios de Báez, a estas alturas convertido en icono de la presunta corrupción del kirchnerismo. El juez deberá ahora decidir, sin límite de tiempo, si avanza contra Kirchner o, en cambio, desestima el pedido del fiscal.
Federico Rivas Molina
Buenos Aires, El País
Un fiscal federal argentino pidió investigar a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) y al exministro de Planificación Federal Julio de Vido en una causa que instruye por presunto lavado de dinero. El fiscal involucra a la expresidenta y a su ministro en el caso de "la ruta del dinero K", un proceso abierto contra el empresario Lázaro Baez, acusado de enriquecerse con la concesión de obras públicas durante el kirchnerismo. El viernes, Leonardo Fariña, un testigo clave en el caso contra Báez, involucró a Fernández en su declaración ante la justicia.
Fernández se ha enterado de la decisión del fiscal a sólo cuatro días de su declaración como testigo en otro expediente. El miércoles 13, la expresidenta deberá presentarse ante el juez federal Claudio Bonadío, uno de los más conocidos de Argentina y muy enfrentado hace años a los kirchneristas, quien en diciembre pasado imputó -"llamó a indagatoria", en terminología argentina- tanto a Fernández de Kirchner como a su exministro de Economía Axel Kicillof y al expresidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, por el caso de la llamada "venta de dólar futuro". El juez acusa a estos dirigentes de "defraudación contra la administración pública" por haber perjudicado de forma deliberada al Estado.
Lo cierto es que esta ha sido una semana de vértigo en los tribunales federales de Buenos Aires. Se inició con la detención de Báez, icono del enriquecimiento acelerado del que disfrutaron algunos empresarios durante la gestión de Kirchner; luego llegó la solicitud de investigación contra el presidente Mauricio Macri por el hallazgo, en los papeles e Panamá, de una empresa en Bahamas de la que fue director; y este sábado, el fiscal Guillermo Marijuan, querellante público en la causa contra Báez, solicitó al juez que investigue a Fernández
Según las fuentes judiciales citadas por la agencia oficial Telam y replicadas en la prensa argentina, Marijuan tomó la decisión tras escuchar las 11 horas de declaración indagatoria del contable Fariña, detenido en la causa contra el Báez. Fariña lleva más de un año en la cárcel, después de autoincriminarse en un programa de televisión. Si bien luego se desdijo (“Querían ficción, les di ficción”, se defendió entonces), pidió declarar como testigo protegido, en un intento por aliviar su situación procesal. Ante el juez Casanello y el fiscal Marijuan, el contable mencionó a Néstor y Cristina Kircher y vinculó a otros altos funcionarios en presuntas maniobras de lavado de activos provenientes de sobreprecios con obras públicas otorgadas a Báez, sobre todo en la provincia patagónica de Santa Cruz.
Casanello escuchó a Fariña, le concedió el régimen de protección de testigos y ordenó de inmediato el secreto de sumario. En la jerga callejera argentina, el financista había decidido “prender el ventilador”, es decir contar todo lo que conoce de los supuestos negocios sucios de Báez, a estas alturas convertido en icono de la presunta corrupción del kirchnerismo. El juez deberá ahora decidir, sin límite de tiempo, si avanza contra Kirchner o, en cambio, desestima el pedido del fiscal.