La Juve apabulla al Palermo y está a un paso del scudetto
Italia, AS
Barzagli (28', Amarilla), Hiljemark (28', Amarilla), Edoardo Goldaniga (45', Amarilla), González (51', Amarilla), Morata (85', Amarilla)
La Juventus en este curso intentó dar más emoción a la pelea por el Scudetto tras cuatro temporadas de dominación absoluta. La Vecchia Signora, de hecho, tras 10 jornadas solo había logrado 12 puntos, haciendo un regalo enorme a toda la Serie A, que fue incapaz de aceptarlo. Cayeron como moscas Roma, Fiorentina, Inter, y Nápoles... y el final no cambió. Cuando faltan cinco jornadas para el adiós al campeonato 2015/16, el grupo de Allegri goza de una ventaja de nueve puntos sobre los de Sarri, que ayer perdieron en Milán diciendo adiós a sus últimas opciones.
La vigesimo segunda victoria en 23 jornadas (cuidado, el partido que no ganó fue un empate, y no una derrota...) fue una de las más sencillas: en el 'Stadium' apareció un Palermo a un paso de la Serie B, y la Juve no pudo hacer otra cosa que aplastarlo con un póker. El primer tanto llegó tras solo 10 minutos con Khedira, que batió Sorrentino al primer toque tras una grande asistencia de Pogba. La alegría por el gol se acabó poco después, cuando Marchisio abandonó el césped por una lesión en la rodilla que preocupa; el trauma fue tan grande para todos que los rosanero – tras un larguero golpeado por Pogba – consiguieron crear peligro y acabaron la primera mitad atacando en busca del empate.
Fue solo un susto: en la reanudación la Vecchia Signora volvió a tomar el mando, y a partir del 70' mató el partido: Pogba, tras un córner, marcó el segundo, Cuadrado aprovechó un error de Lazaar para el tercero y los recién entrados Morata (sustituyó en el 67' a Dybala) y Padoin empaquetaron el cuarto, con el italiano que concluyó la jugada con un preciso chut cruzado. Allí se desató una fiesta tranquila, sin excesos: es lo que tiene ganar por cinco veces consecutivas una liga sin rivales, que no llegaron ni regalando 10 jornadas. Al final, uno se acostumbra...
Barzagli (28', Amarilla), Hiljemark (28', Amarilla), Edoardo Goldaniga (45', Amarilla), González (51', Amarilla), Morata (85', Amarilla)
La Juventus en este curso intentó dar más emoción a la pelea por el Scudetto tras cuatro temporadas de dominación absoluta. La Vecchia Signora, de hecho, tras 10 jornadas solo había logrado 12 puntos, haciendo un regalo enorme a toda la Serie A, que fue incapaz de aceptarlo. Cayeron como moscas Roma, Fiorentina, Inter, y Nápoles... y el final no cambió. Cuando faltan cinco jornadas para el adiós al campeonato 2015/16, el grupo de Allegri goza de una ventaja de nueve puntos sobre los de Sarri, que ayer perdieron en Milán diciendo adiós a sus últimas opciones.
La vigesimo segunda victoria en 23 jornadas (cuidado, el partido que no ganó fue un empate, y no una derrota...) fue una de las más sencillas: en el 'Stadium' apareció un Palermo a un paso de la Serie B, y la Juve no pudo hacer otra cosa que aplastarlo con un póker. El primer tanto llegó tras solo 10 minutos con Khedira, que batió Sorrentino al primer toque tras una grande asistencia de Pogba. La alegría por el gol se acabó poco después, cuando Marchisio abandonó el césped por una lesión en la rodilla que preocupa; el trauma fue tan grande para todos que los rosanero – tras un larguero golpeado por Pogba – consiguieron crear peligro y acabaron la primera mitad atacando en busca del empate.
Fue solo un susto: en la reanudación la Vecchia Signora volvió a tomar el mando, y a partir del 70' mató el partido: Pogba, tras un córner, marcó el segundo, Cuadrado aprovechó un error de Lazaar para el tercero y los recién entrados Morata (sustituyó en el 67' a Dybala) y Padoin empaquetaron el cuarto, con el italiano que concluyó la jugada con un preciso chut cruzado. Allí se desató una fiesta tranquila, sin excesos: es lo que tiene ganar por cinco veces consecutivas una liga sin rivales, que no llegaron ni regalando 10 jornadas. Al final, uno se acostumbra...