La epidemia de dengue se hace fuerte en las villas miserias
La falta de acceso a servicios básicos propicia la aparición del mosquito Aedes Aegypti en las barriadas de Buenos Aires
Ramiro Barreiro
Buenos Aires, El País
Es una epidemia. Las estadísticas publicadas por el ministerio de Salud argentino evidencian que en sólo 11 semanas se registraron 2,6 veces más casos que en el mismo período de 2009 (año en el que se contabilizó el mayor número de casos en el país).
En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, se notificaron 705 casos autóctonos entre confirmados y probables, aunque existen relevamientos hechos por la comuna que hablan de 1.095 casos. Sin embargo, lo que las autoridades de la Ciudad no terminan de reconocer que el 80% de esos casos se registraron en las comunas 1, 4 y 8, o sea, la zona en las que está emplazada la gigantesca Villa 31, con 40.000 habitantes, y el cordón del Riachuelo, con las villas 20, con 40.000 habitantes, y 21-24, con 30.000 habitantes.
Marcos Chinchilla vive en la Villa 20 y hace un mes contrajo dengue. Su madre también está infectada, al igual que muchos de sus vecinos.
“Somos una población de 40.000 habitantes y hace dos semanas había 400 casos sospechados, entre los que vienen a hacerse un control y los confirmados. 100 de ellos se confirmaron pero recién la semana pasada mandaron del ministerio de Salud de la Nación un camión sanitario para atender casos específicos de dengue. El primer día atendió 39 casos de los que se cree que 11 eran confirmados”, contó a EL PAIS.
Marcos todavía recuerda el 11 de agosto de 2005, cuando la Legislatura de Buenos Aires votó tres leyes con una velocidad sorprendente: la que ordenaba la construcción de un hospital en el barrio de Villa Lugano, la 1.170 de urbanización de la Villa 20 y la que avalaba la creación del polo farmacéutico, o sea, el emplazamiento de una zona con facilidades para la instalación de grandes laboratorios. Sólo esta última se cumplió.
“Hace 2 semanas vinieron del ministerio de Espacio Público, el hospital Pasteur, la secretaría de hábitat e inclusión social y varios médicos para llevar a cabo un operativo de descacharreo y fumigación, pero no entraron a las casas. Acá en el barrio hay un problema estructural que es la falta de agua, entonces la gente junta agua en donde sea que luego queda ahí, estancada, y se genera la aparición de los mosquitos.
Las causas son sencillas. Al no contar con la provisión de agua potable, los vecinos se ven obligados a almacenar agua en recipientes y cacharros, situación ideal para la formación de la larva del mosquito Aedes Aegipty, transmisor de la enfermedad.
Un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) realizado por Pablo Vitale, y que analizó el acceso de los vecinos de las barriadas al agua potable, indicó que los índices son peores que la media. Según datos del Censo de 2010, la red pública de agua corriente –por cañería adentro de la vivienda- alcanza al 97,5% de hogares de Buenos Aires. El 2,5% que falta corresponde en su mayor parte a los hogares ubicados en villas miserias, como se llama en Argentina a las barriadas pobres que crecen sin control y escasos servicios básicos. Esto coincide con informes que señalan que el 79% (228.417) de la población de las villas cuenta con servicio de agua potable y sólo el 67% (192.519) tiene cceso a desagües cloacales.
El crecimiento poblacional en las villas ha sido acompañado con un aumento en las cifras de hacinamiento y de calidad de las viviendas. Los informes de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) señalan que el 4,6% de los hogares (y 5,3% de la población) de la ciudad de Buenos Aires reside en una vivienda precaria (inquilinato, conventillo, hotel o pensión, o en una construcción no destinada a vivienda). Por otro lado, el porcentaje de hogares que residen en situación de hacinamiento (2 y más personas por cuarto) alcanza al 18,8% en la Comuna 1 (Retiro - Villa 31 y 31bis), 25,7% en la Comuna 4 (Barracas- Villa 21-24) y 21,6% en la Comuna 8 (Villa Soldati y Villa Lugano), siendo 10,9% el promedio total de la Ciudad.
El centro de salud de la Villa 20 ya ha contado 80 confirmaciones de dengue y unas 400 personas realizaron algún tiipo de consulta relacionada con la enfermedad. Sin embargo, teniendo en cuenta que mucha gente no se acerca a los centros asistenciales, los responsables entienden que existirían entre 3.000 y 4.000 casos, lo que representa al 10% de la población de la villa. En los últimos días, el ministerio de Salud dispuso una sala móvil, de las que se instalan en un bus, pero no precisaron estadísticas hasta el momento.
Frustradas las tareas de prevención, todo indica que la epidemia sólo concluirá cuando llegue el frio y el mosquito se aleje. Mientras tanto, las salas están “desbordadas” tanto en las villas como en los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires.
Ramiro Barreiro
Buenos Aires, El País
Es una epidemia. Las estadísticas publicadas por el ministerio de Salud argentino evidencian que en sólo 11 semanas se registraron 2,6 veces más casos que en el mismo período de 2009 (año en el que se contabilizó el mayor número de casos en el país).
En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, se notificaron 705 casos autóctonos entre confirmados y probables, aunque existen relevamientos hechos por la comuna que hablan de 1.095 casos. Sin embargo, lo que las autoridades de la Ciudad no terminan de reconocer que el 80% de esos casos se registraron en las comunas 1, 4 y 8, o sea, la zona en las que está emplazada la gigantesca Villa 31, con 40.000 habitantes, y el cordón del Riachuelo, con las villas 20, con 40.000 habitantes, y 21-24, con 30.000 habitantes.
Marcos Chinchilla vive en la Villa 20 y hace un mes contrajo dengue. Su madre también está infectada, al igual que muchos de sus vecinos.
“Somos una población de 40.000 habitantes y hace dos semanas había 400 casos sospechados, entre los que vienen a hacerse un control y los confirmados. 100 de ellos se confirmaron pero recién la semana pasada mandaron del ministerio de Salud de la Nación un camión sanitario para atender casos específicos de dengue. El primer día atendió 39 casos de los que se cree que 11 eran confirmados”, contó a EL PAIS.
Marcos todavía recuerda el 11 de agosto de 2005, cuando la Legislatura de Buenos Aires votó tres leyes con una velocidad sorprendente: la que ordenaba la construcción de un hospital en el barrio de Villa Lugano, la 1.170 de urbanización de la Villa 20 y la que avalaba la creación del polo farmacéutico, o sea, el emplazamiento de una zona con facilidades para la instalación de grandes laboratorios. Sólo esta última se cumplió.
“Hace 2 semanas vinieron del ministerio de Espacio Público, el hospital Pasteur, la secretaría de hábitat e inclusión social y varios médicos para llevar a cabo un operativo de descacharreo y fumigación, pero no entraron a las casas. Acá en el barrio hay un problema estructural que es la falta de agua, entonces la gente junta agua en donde sea que luego queda ahí, estancada, y se genera la aparición de los mosquitos.
Las causas son sencillas. Al no contar con la provisión de agua potable, los vecinos se ven obligados a almacenar agua en recipientes y cacharros, situación ideal para la formación de la larva del mosquito Aedes Aegipty, transmisor de la enfermedad.
Un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) realizado por Pablo Vitale, y que analizó el acceso de los vecinos de las barriadas al agua potable, indicó que los índices son peores que la media. Según datos del Censo de 2010, la red pública de agua corriente –por cañería adentro de la vivienda- alcanza al 97,5% de hogares de Buenos Aires. El 2,5% que falta corresponde en su mayor parte a los hogares ubicados en villas miserias, como se llama en Argentina a las barriadas pobres que crecen sin control y escasos servicios básicos. Esto coincide con informes que señalan que el 79% (228.417) de la población de las villas cuenta con servicio de agua potable y sólo el 67% (192.519) tiene cceso a desagües cloacales.
El crecimiento poblacional en las villas ha sido acompañado con un aumento en las cifras de hacinamiento y de calidad de las viviendas. Los informes de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) señalan que el 4,6% de los hogares (y 5,3% de la población) de la ciudad de Buenos Aires reside en una vivienda precaria (inquilinato, conventillo, hotel o pensión, o en una construcción no destinada a vivienda). Por otro lado, el porcentaje de hogares que residen en situación de hacinamiento (2 y más personas por cuarto) alcanza al 18,8% en la Comuna 1 (Retiro - Villa 31 y 31bis), 25,7% en la Comuna 4 (Barracas- Villa 21-24) y 21,6% en la Comuna 8 (Villa Soldati y Villa Lugano), siendo 10,9% el promedio total de la Ciudad.
El centro de salud de la Villa 20 ya ha contado 80 confirmaciones de dengue y unas 400 personas realizaron algún tiipo de consulta relacionada con la enfermedad. Sin embargo, teniendo en cuenta que mucha gente no se acerca a los centros asistenciales, los responsables entienden que existirían entre 3.000 y 4.000 casos, lo que representa al 10% de la población de la villa. En los últimos días, el ministerio de Salud dispuso una sala móvil, de las que se instalan en un bus, pero no precisaron estadísticas hasta el momento.
Frustradas las tareas de prevención, todo indica que la epidemia sólo concluirá cuando llegue el frio y el mosquito se aleje. Mientras tanto, las salas están “desbordadas” tanto en las villas como en los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires.