Kohl recibe a Orbán tras criticar la política migratoria de Merkel
El excanciller cree que Europa no puede dar "hogar a millones de personas de todo el mundo"
Luis Doncel
Berlín, El País
Helmut Kohl, el canciller que en 1991 nombró ministra a una desconocida Angela Merkel, recibió este martes en su casa de Ludwigshafen, al suroeste de Alemania, al primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Los protagonistas presentaron este encuentro como una visita privada de dos viejos amigos y compañeros del Partido Popular Europeo. Pero la foto de Kohl con Orbán, que se ha convertido en el mayor opositor en la UE a la política de Merkel para gestionar la crisis de los refugiados, es lo último que necesita la canciller.
Antes del encuentro, Kohl ya había lanzado algunas invectivas contra la líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido en el que él lo fue todo durante 25 años. “Europa no puede convertirse en el nuevo hogar de millones de personas necesitadas en todo el mundo”, escribe el venerado padre de la reunificación alemana en un texto que la prensa adelantó este fin de semana. “La solución para el problema de los refugiados está en las regiones afectadas, no en Europa”, continúa.
Orbán, por su parte, está a un paso de convertirse en un invitado habitual entre los críticos de Merkel. Se ha visto varias veces con Horst Seehofer, el líder de los socialcristianos bávaros y gran enemigo interno de la canciller. Seehofer también viajó a Moscú para verse con el presidente Vladímir Putin. Estos encuentros han sido muy criticados por los defensores de la canciller, que los interpretaban como un agravio a la jefa del Gobierno.
Ninguno de los dos políticos quiso ayer hacer sangre. Tras su encuentro de 80 minutos, ambos insistieron en defender a la canciller. Orbán dijo que estaba ahí para agradecer a Kohl lo que había hecho por Hungría, y le pidió no entrar en “discusiones políticas concretas”. “Él está por encima de nosotros, los políticos en activo”, dijo el húngaro. Orbán aseguró al Bild que quería apoyar la política de Merkel. La oficina del antiguo canciller emitió un comunicado en el que negaba cualquier enfrentamiento, y decía que tan solo trataba de buscar “el mejor camino en un asunto existencial para millones de personas”. Merkel también habló del encuentro, que tildó de “sensato” y “provechoso”.
Luis Doncel
Berlín, El País
Helmut Kohl, el canciller que en 1991 nombró ministra a una desconocida Angela Merkel, recibió este martes en su casa de Ludwigshafen, al suroeste de Alemania, al primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Los protagonistas presentaron este encuentro como una visita privada de dos viejos amigos y compañeros del Partido Popular Europeo. Pero la foto de Kohl con Orbán, que se ha convertido en el mayor opositor en la UE a la política de Merkel para gestionar la crisis de los refugiados, es lo último que necesita la canciller.
Antes del encuentro, Kohl ya había lanzado algunas invectivas contra la líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido en el que él lo fue todo durante 25 años. “Europa no puede convertirse en el nuevo hogar de millones de personas necesitadas en todo el mundo”, escribe el venerado padre de la reunificación alemana en un texto que la prensa adelantó este fin de semana. “La solución para el problema de los refugiados está en las regiones afectadas, no en Europa”, continúa.
Orbán, por su parte, está a un paso de convertirse en un invitado habitual entre los críticos de Merkel. Se ha visto varias veces con Horst Seehofer, el líder de los socialcristianos bávaros y gran enemigo interno de la canciller. Seehofer también viajó a Moscú para verse con el presidente Vladímir Putin. Estos encuentros han sido muy criticados por los defensores de la canciller, que los interpretaban como un agravio a la jefa del Gobierno.
Ninguno de los dos políticos quiso ayer hacer sangre. Tras su encuentro de 80 minutos, ambos insistieron en defender a la canciller. Orbán dijo que estaba ahí para agradecer a Kohl lo que había hecho por Hungría, y le pidió no entrar en “discusiones políticas concretas”. “Él está por encima de nosotros, los políticos en activo”, dijo el húngaro. Orbán aseguró al Bild que quería apoyar la política de Merkel. La oficina del antiguo canciller emitió un comunicado en el que negaba cualquier enfrentamiento, y decía que tan solo trataba de buscar “el mejor camino en un asunto existencial para millones de personas”. Merkel también habló del encuentro, que tildó de “sensato” y “provechoso”.