Hollande y Merkel acuerdan reforzar la frontera griega con 600 nuevos funcionarios
Hollande y Merkel insisten en la necesidad de reforzar el control de la frontera griega
Gabriela Cañas
París, El País
París y Berlín cierran filas en torno al acuerdo europeo sobre los refugiados y para ello ofrecen un apoyo decidido a Grecia. La canciller alemana Angela Merkel considera que la gestión de los flujos migratorios necesita triplicar su ritmo de trabajo para llevar a cabo el reparto acordado de 160.000 refugiados y ha acordado con el presidente francés, François Hollande, el envío de 600 funcionarios en respuesta a las necesidades de Frontex en el mar Egeo. Ambos mandatarios, además, ven con buenos ojos la reciente propuesta de la Comisión Europea de crear una especie de agencia federal de asilo que centralice las demandas y el reparto.
François Hollande y Angela Merkel han escenificado en la ciudad de Metz (en el noreste de Francia) su acuerdo sobre un asunto que les ha distanciado enormemente en los últimos meses: la crisis de los refugiados. En el 18º Consejo de Ministros Franco-Alemán, ambos han defendido a capa y espada el polémico acuerdo del pasado 18 de marzo que prevé, entre otras cosas, devolver a Turquía a los refugiados que han entrado en Europa de manera irregular y repartir al tiempo a 160.000 con derecho a asilo.
“Hemos encontrado el mecanismo adecuado a nivel europeo porque es el que nos permite hacer las cosas respetando lo que somos”, ha dicho Hollande en referencia al principio de asilo y el retorno de los que no tienen derecho al estatus de refugiado. “Hemos dado con un mecanismo duradero”, ha abundado la canciller alemana. El envío conjunto de personal a los controles fronterizos en Grecia permitirá, según París y Berlín, reforzar los hotspots y acelerar las operaciones de retorno y readmisión. Hasta el momento, Frontex (la agencia de control de fronteras exteriores de la UE) ha recibido la confirmación del despliegue de 200 oficiales franceses —siete expertos en devoluciones y 193 policías que acompañan a los retornados— y Alemania ha confirmado el envío de 100 escoltas. Los 300 están desde hace días desplegados en las islas helenas de Lesbos y Quíos.
En una nueva vuelta de tuerca, el pasado miércoles, la Comisión Europea propuso poner en marcha un sistema de asilo común con una agencia federal de asilo que centralice todas las demandas y las reparta entre los Veintiocho a través de un sistema de cuotas. El eje franco-alemán, que todavía no se había pronunciado, acoge favorablemente la iniciativa. Merkel y Hollande consideran que se necesita un sistema “más eficaz, equitativo y uniforme” y han acordado en Metz hacer una propuesta conjunta en el marco de dicha iniciativa.
Los dos mandatarios han asegurado trabajar al unísono y la palabra “juntos” ha sido la más repetida en su comparecencia de prensa. A principios de marzo, Merkel vino a París en busca de apoyo y dos semanas más tarde Hollande apoyó en Bruselas el acuerdo sobre los refugiados. La realidad, sin embargo, les siguen distanciando. Mientras Alemania ha acogido ya a entorno a un millón de peticionarios de asilo, Francia, que se ha comprometido a recibir 30.000 en dos años, apenas si ha dado asilo a 400. “Francia cumplirá con sus compromisos hasta el final”, ha dicho hoy Hollande ante la canciller, recordando que retiene incluso a los que pretenden alcanzar el Reino Unido.
El primer ministro Manuel Valls enturbió las relaciones en febrero al criticar en Munich duramente la política alemana sobre los refugiados. Hoy ha participado, de manera extraordinaria, en el consejo de ministros conjunto. “Estoy feliz de que haya estado aquí”, ha dicho Merkel. “Sus palabras me estimulan más de lo que me molestan”.
Gabriela Cañas
París, El País
París y Berlín cierran filas en torno al acuerdo europeo sobre los refugiados y para ello ofrecen un apoyo decidido a Grecia. La canciller alemana Angela Merkel considera que la gestión de los flujos migratorios necesita triplicar su ritmo de trabajo para llevar a cabo el reparto acordado de 160.000 refugiados y ha acordado con el presidente francés, François Hollande, el envío de 600 funcionarios en respuesta a las necesidades de Frontex en el mar Egeo. Ambos mandatarios, además, ven con buenos ojos la reciente propuesta de la Comisión Europea de crear una especie de agencia federal de asilo que centralice las demandas y el reparto.
François Hollande y Angela Merkel han escenificado en la ciudad de Metz (en el noreste de Francia) su acuerdo sobre un asunto que les ha distanciado enormemente en los últimos meses: la crisis de los refugiados. En el 18º Consejo de Ministros Franco-Alemán, ambos han defendido a capa y espada el polémico acuerdo del pasado 18 de marzo que prevé, entre otras cosas, devolver a Turquía a los refugiados que han entrado en Europa de manera irregular y repartir al tiempo a 160.000 con derecho a asilo.
“Hemos encontrado el mecanismo adecuado a nivel europeo porque es el que nos permite hacer las cosas respetando lo que somos”, ha dicho Hollande en referencia al principio de asilo y el retorno de los que no tienen derecho al estatus de refugiado. “Hemos dado con un mecanismo duradero”, ha abundado la canciller alemana. El envío conjunto de personal a los controles fronterizos en Grecia permitirá, según París y Berlín, reforzar los hotspots y acelerar las operaciones de retorno y readmisión. Hasta el momento, Frontex (la agencia de control de fronteras exteriores de la UE) ha recibido la confirmación del despliegue de 200 oficiales franceses —siete expertos en devoluciones y 193 policías que acompañan a los retornados— y Alemania ha confirmado el envío de 100 escoltas. Los 300 están desde hace días desplegados en las islas helenas de Lesbos y Quíos.
En una nueva vuelta de tuerca, el pasado miércoles, la Comisión Europea propuso poner en marcha un sistema de asilo común con una agencia federal de asilo que centralice todas las demandas y las reparta entre los Veintiocho a través de un sistema de cuotas. El eje franco-alemán, que todavía no se había pronunciado, acoge favorablemente la iniciativa. Merkel y Hollande consideran que se necesita un sistema “más eficaz, equitativo y uniforme” y han acordado en Metz hacer una propuesta conjunta en el marco de dicha iniciativa.
Los dos mandatarios han asegurado trabajar al unísono y la palabra “juntos” ha sido la más repetida en su comparecencia de prensa. A principios de marzo, Merkel vino a París en busca de apoyo y dos semanas más tarde Hollande apoyó en Bruselas el acuerdo sobre los refugiados. La realidad, sin embargo, les siguen distanciando. Mientras Alemania ha acogido ya a entorno a un millón de peticionarios de asilo, Francia, que se ha comprometido a recibir 30.000 en dos años, apenas si ha dado asilo a 400. “Francia cumplirá con sus compromisos hasta el final”, ha dicho hoy Hollande ante la canciller, recordando que retiene incluso a los que pretenden alcanzar el Reino Unido.
El primer ministro Manuel Valls enturbió las relaciones en febrero al criticar en Munich duramente la política alemana sobre los refugiados. Hoy ha participado, de manera extraordinaria, en el consejo de ministros conjunto. “Estoy feliz de que haya estado aquí”, ha dicho Merkel. “Sus palabras me estimulan más de lo que me molestan”.