El West Bromwich sirve en bandeja la Premier al Leicester
Londres, As
El Tottenham acercó un poco más el título de la Premier League al Leicester City tras ser incapaz de pasar del empate a uno en la visita del West Bromwich Albion a White Hart Lane. Dawson, en propia puerta, puso a los Spurs merecidamente por delante en una gran primera mitad, pero el propio defensa del West Brom empató el partido tras el descanso para alegría de un Leicester que se queda a siete puntos de distancia a falta de solo tres partidos para el final del campeonato.
Así, los Foxes se proclamarán campeones el próximo domingo en Old Trafford si logran la victoria ante el Manchester United. Si fallan todavía tendrían otras dos oportunidades para conseguirlo ante Everton y Chelsea.
El equipo de Pochettino respondió a la goleada del Leicester contra el Swansea con un inicio de partido a todo trapo en busca de la victoria. Sólo los palos evitaron entonces que el segundo clasificado de la Premier llegara al cuarto de hora de partido con la papeleta resulta y los tres puntos en el bolsillo. Kane se estrelló con uno en su intento por abrir la lata en un mano a mano con Myhill al minuto seis de juego y apenas cinco después Eriksen vio como su lanzamiento de falta lamía el larguero de los Baggies.
El West Brom, no obstante, poco a poco logró quitarse de encima la asfixiante presión de los Spurs para llegar a la media hora de partido con el empate a cero. Pero de una u otra manera el 1-0 tenía que entrar y llegó en el minuto 32 con una de las armas letales de los locales: el balón parado. Eriksen sacó su guante y entre la presión de Vertonghen y la mala suerte de Dawson el Tottenham se adelantó en el marcador después de que el defensa metiera el balón en su propia portería y por debajo de las piernas del portero. Insólito.
Los Spurs empezaron a gustarse entonces bajo el mando de Dembele y el gran Dele Alli con una posesión cercana al 70%. El segundo gol, no obstante, se resistió más de lo esperado porque al inicio de la segunda mitad un tercer palo evitó lo que hubiera sido el 2-0 de Lamela.
Esa falta de acierto de cara al gol dio vida al West Brom para meterse en el encuentro a falta de 20 minutos para el final. Los Baggies mandaron un par de avisos en un par de córners y a falta de 17 minutos para el final el propio Dawson aprovechó el arreón de su equipo para resarcirse de su gol en propia y empatar el partido con un cabezazo tras un encontronazo entre Lloris y Eric Dier.
El West Brom, con 41 puntos en la tabla y sin nada en juego más que su propia honra, se amuralló en defensa para evitar el gol Spurs y dejar la Premier vista para sentencia a falta de tres jornadas. El teatro de los sueños podría ser el escenario en el que el Leicester cumpliera uno que ni el más optimista de sus aficionados soñó hace un año cuando por estas mismas fechas peleaba por la permanencia.
El Tottenham acercó un poco más el título de la Premier League al Leicester City tras ser incapaz de pasar del empate a uno en la visita del West Bromwich Albion a White Hart Lane. Dawson, en propia puerta, puso a los Spurs merecidamente por delante en una gran primera mitad, pero el propio defensa del West Brom empató el partido tras el descanso para alegría de un Leicester que se queda a siete puntos de distancia a falta de solo tres partidos para el final del campeonato.
Así, los Foxes se proclamarán campeones el próximo domingo en Old Trafford si logran la victoria ante el Manchester United. Si fallan todavía tendrían otras dos oportunidades para conseguirlo ante Everton y Chelsea.
El equipo de Pochettino respondió a la goleada del Leicester contra el Swansea con un inicio de partido a todo trapo en busca de la victoria. Sólo los palos evitaron entonces que el segundo clasificado de la Premier llegara al cuarto de hora de partido con la papeleta resulta y los tres puntos en el bolsillo. Kane se estrelló con uno en su intento por abrir la lata en un mano a mano con Myhill al minuto seis de juego y apenas cinco después Eriksen vio como su lanzamiento de falta lamía el larguero de los Baggies.
El West Brom, no obstante, poco a poco logró quitarse de encima la asfixiante presión de los Spurs para llegar a la media hora de partido con el empate a cero. Pero de una u otra manera el 1-0 tenía que entrar y llegó en el minuto 32 con una de las armas letales de los locales: el balón parado. Eriksen sacó su guante y entre la presión de Vertonghen y la mala suerte de Dawson el Tottenham se adelantó en el marcador después de que el defensa metiera el balón en su propia portería y por debajo de las piernas del portero. Insólito.
Los Spurs empezaron a gustarse entonces bajo el mando de Dembele y el gran Dele Alli con una posesión cercana al 70%. El segundo gol, no obstante, se resistió más de lo esperado porque al inicio de la segunda mitad un tercer palo evitó lo que hubiera sido el 2-0 de Lamela.
Esa falta de acierto de cara al gol dio vida al West Brom para meterse en el encuentro a falta de 20 minutos para el final. Los Baggies mandaron un par de avisos en un par de córners y a falta de 17 minutos para el final el propio Dawson aprovechó el arreón de su equipo para resarcirse de su gol en propia y empatar el partido con un cabezazo tras un encontronazo entre Lloris y Eric Dier.
El West Brom, con 41 puntos en la tabla y sin nada en juego más que su propia honra, se amuralló en defensa para evitar el gol Spurs y dejar la Premier vista para sentencia a falta de tres jornadas. El teatro de los sueños podría ser el escenario en el que el Leicester cumpliera uno que ni el más optimista de sus aficionados soñó hace un año cuando por estas mismas fechas peleaba por la permanencia.