El Tribunal de Brasil niega la petición de detener el impeachment

La mayoría del tribunal ha ratificado la orden de juicio político en contra de Dilma Rousseff


Afonso Benites
Brasilia, El País
La Corte Suprema de Brasil negó la solicitud del Gobierno de Dilma Rousseff y de dos diputados para anular el proceso de impeachment que se tramita en la Cámara de los Diputados y, así, conseguir aplazar la crucial votación que comienza este viernes y debe culminar el domingo; una coyuntura extremadamente desfavorable para la presidenta. El resultado final de la votación del tribunal fue de ocho votos frente a dos. Uno de los ministros, Días Toffoli, estaba ausente.


La mayoría de los ministros rechazó los principales argumentos de la Abogacía General de la Unión (AGU): el de que existió restricción en la defensa de Roussef en la Cámara, elaborada por el relator Jovair Arantes (PTB-GO), y el de que se han extrapolado las acusaciones formales y es, por tanto, nulo.

El relator del caso, el ministro Edson Fachin, apoyado por la mayoría, explicó que los diputados deben atenerse a analizar solo los dos puntos del informe de la Comisión del Impeachment como indicios de que la presidenta cometió crimen de responsabilidad —la base jurídica del impeachment—: los decretos de créditos suplementarios y las “pedaladas fiscales” de 2015. Sin embargo, los ministros no señalaron ninguna alteración en el informe de la Comisión del Impeachment que cita “materias extrañas”, como la Operación Lava Jato, irregularidades cometidas en el mandato pasado y la detención de Delcídio del Amaral (sin partido-MS). De esta manera, los diputados acabarán debatiendo el texto que menciona esos temas, presentes en la acusación original presentada por los letrados Miguel Reale Júnior, Hélio Bicudo y Janaina Paschoal, pero no aceptados por el presidente de la Cámara, Eduardo Cuña.

“La Comisión Especial [del Impeachment] solo formó una opinión. Ahora le toca deliberar al pleno de la Cámara”, afirmó el ministro Celso de Mello al defender que la orden de seguridad no debería ser aceptada por el Supremo.

Los únicos que votaron a favor del pleito gubernamental fueron los ministros Marco Aurélio Mello y Ricardo Lewandowski. Este último, que preside a Corte, concluyó las más de seis horas de sesión extraordinaria señalando que la batalla jurídica en torno al impeachment puede aún no haber acabado. Lewandowski recordó que el tribunal puede evaluar en el futuro la clase de crímenes de responsabilidad imputados a Rousseff. Si es aceptado por al menos 342 diputados, lo que a cada hora que pasa parece más inevitable, el caso pasaría al Senado que deberá concordar la apertura del proceso antes de iniciar su juicio.

La declaración del presidente de la Corte es importante porque el Gobierno aún debe seguir apostando por las vías judiciales para evitar que la presidenta pierda su mandato. “Aún es una cuestión que estamos analizando”, dijo antes del juicio el abogado general de la Unión, José Eduardo Cardozo. En el próximo acto, la AGU deberá cuestionar el desvío de poder de Cunha y, justamente, la supuesta ausencia de crimen de responsabilidad por parte de la presidenta.

Orden de votación

En la sesión del STF, que comenzó a última hora de la tarde del jueves y alcanzó la madrugada del viernes, se analizaron cinco acciones que intentaban paralizar el impeachment o alterar el proceso de votación. El Gobierno perdió todos los procesos.

Además de las dos cuestiones que pedían la anulación del proceso y la reapertura del plazo para la defensa, los ministros del Supremo negaron tres solicitudes judiciales para alterar las reglas de la orden de votación del impeachment en la Cámara de los Diputados. A tres días del análisis de la solicitud de destituición de la presidenta, los magistrados decidieron por mayoría que la petición de Eduardo Cunha sobre el proceso de votación debía mantenerse. Así, el sufragio se realizará alternadamente entre un estado del Norte, seguido por otro del Sur.

En las acciones, presentadas por el Partido Comunista del Brasil y por los diputados Weverton Rocha (PDT-MA) y Rubens Pereira Júnior (PCdoB-MA), todos aliados de Rousseff, pleiteaba que la orden tuviera en cuenta los votos individuales, no los de bancada. La discusión implica principalmente un posible efecto cascada entre los diputados que están indecisos, ya que eso podría influenciar en el resultado final.

La orden de votación fue alterada pocas horas antes de que el proceso fuera juzgado por el STF. Antes, Cunha quería iniciar la llamada a los diputados empezando por la región del Sur hacia el norte. La idea era que se consiguiera un número de votos favorables al impeachment con mayor rapidez, ya que la presidenta es menos popular en los Estados de la región Sur del que en el Norte o Nordeste. La petición del Gobierno fue motivo de ironía por parte del ministro Gilmar Mendes, uno de los principales críticos del PT: “Si hay falta de votos [para el impeachment], no habrá intervención de la Judicatura que salve”.

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