Cuatro muertos por una emboscada de Sendero Luminoso en Perú
En víspera de la elección presidencial, los terroristas atacaron un convoy de tres vehículos que llevaba material electoral a una comunidad en el centro del país
Jacqueline Fowks
Lima, El País
En octubre de 2014, en víspera de las elecciones regionales y municipales, el grupo terrorista Sendero Luminoso atacó en el Valle de los ríos Apurímac y Ene a 28 policías que daban seguridad a un convoy con material electoral: dos de ellos murieron y cinco quedaron heridos. La historia se ha repetido la madrugada del sábado (hora local) con el fallecimiento de tres militares -uno de ellos teniente del Ejército- y un chofer civil en el distrito de Santo Domingo de Acobamba (Junín), una de las decenas de localidades donde se mantiene el estado de emergencia por los remanentes de los subversivos y del narcotráfico.
Según la versión oficial hay, además, seis desaparecidos, pero otras fuentes indican que son 11 muertos en total, y dos técnicos del Ejército tienen heridas graves.
Durante una conferencia en el Palacio de Gobierno, el presidente Ollanta Humala -oficial del Ejército en retiro- condenó el “acto demencial” y aseguró que las fuerzas del orden trabajan para que las elecciones se desarrollen con normalidad este domingo.
En la misma rueda de prensa, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jorge Moscoso, informó que en el convoy atacado viajaban siete personas en cada vehículo, dos de ellos alquilados y con conductores civiles.
“Esta banda demencial prepara con explosivos la zona de emboscada y los hace detonar, el procedimiento (militar) es repeler con disparos, esto ha ocurrido en una zona muy agreste y ellos (los atacantes) tenían ventaja inicial por su posición. Cuando eso se produce, el personal no afectado tiene que abandonar su vehículo”, explicó, como forma de justificar los seis desaparecidos.
Los heridos fueron trasladados en principio a instalaciones militares de Pichari (La Convención, Cusco) y Mazamari (Satipo, Junín), pero el almirante anunció que serían referidos al Hospital Militar de Lima.
El jefe militar indicó que “continúan las operaciones para controlar el territorio” en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), una zona que abarca los departamentos de Junín, Huancavelica, Ayacucho y Cusco, entre las montañas y la selva. Prefirió no responder si había otros ataques similares en el área.
Fuentes militares reportaron a EL PAÍS que este sábado hubo otros hostigamientos –ataques de Sendero Luminoso a militares- en otras tres localidades del VRAE, una de ellas a corta distancia en vuelo desde Pichari, el centro de operaciones de las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico y contra los rezagos de Sendero Luminoso, una facción a cargo de los hermanos Quispe Palomino, desligada ideológicamente de la cúpula que está en prisión desde 1992 en Lima.
“En estos días (previos a las elecciones) el sistema de inteligencia orienta sus búsquedas hacia este personal (los subversivos) y registró movimiento en el área: se puede considerar que son los remanentes de Sendero Luminoso”, añadió el oficial de la Marina.
Según Moscoso, el material electoral pudo ser llevado a Santo Domingo de Acobamba y al final del sábado otro contingente del Ejército llegaría para dar seguridad a los centros de votación.
El jefe del Comando Conjunto dijo que 52.942 efectivos se han desplazado a los rincones del país y un 98% de locales de votación están cubiertos a esta hora.
En Perú, los efectivos del Ejército resguardan los materiales de votación durante la madrugada previa a los comicios y permanecen en los lugares hasta que se retiran los miembros de mesa, cuando termina el conteo de votos, la noche del domingo.
En la misma comparecencia ante la prensa, hacia el final de la tarde, el ministro de Defensa, Jakke Valakivi, calificó lo ocurrido como un hecho aislado.
En septiembre de 2012, la niña Zoraida Caso murió por disparos de militares que ingresaron a la localidad de Ranrapata en Santo Domingo de Acobamba, cuando intentaban atacar a una columna de miembros de Sendero Luminoso. Los restos de la menor fueron hallados en unos matorrales, pese a que cuando los disparos empezaron, ella se encontraba en el campo de cultivo de su familia.
En Perú, la población de casi 50 distritos en el VRAE vive hace décadas en estado de emergencia, con recortes a los derechos de tránsito y reunión, entre otros.
Jacqueline Fowks
Lima, El País
En octubre de 2014, en víspera de las elecciones regionales y municipales, el grupo terrorista Sendero Luminoso atacó en el Valle de los ríos Apurímac y Ene a 28 policías que daban seguridad a un convoy con material electoral: dos de ellos murieron y cinco quedaron heridos. La historia se ha repetido la madrugada del sábado (hora local) con el fallecimiento de tres militares -uno de ellos teniente del Ejército- y un chofer civil en el distrito de Santo Domingo de Acobamba (Junín), una de las decenas de localidades donde se mantiene el estado de emergencia por los remanentes de los subversivos y del narcotráfico.
Según la versión oficial hay, además, seis desaparecidos, pero otras fuentes indican que son 11 muertos en total, y dos técnicos del Ejército tienen heridas graves.
Durante una conferencia en el Palacio de Gobierno, el presidente Ollanta Humala -oficial del Ejército en retiro- condenó el “acto demencial” y aseguró que las fuerzas del orden trabajan para que las elecciones se desarrollen con normalidad este domingo.
En la misma rueda de prensa, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jorge Moscoso, informó que en el convoy atacado viajaban siete personas en cada vehículo, dos de ellos alquilados y con conductores civiles.
“Esta banda demencial prepara con explosivos la zona de emboscada y los hace detonar, el procedimiento (militar) es repeler con disparos, esto ha ocurrido en una zona muy agreste y ellos (los atacantes) tenían ventaja inicial por su posición. Cuando eso se produce, el personal no afectado tiene que abandonar su vehículo”, explicó, como forma de justificar los seis desaparecidos.
Los heridos fueron trasladados en principio a instalaciones militares de Pichari (La Convención, Cusco) y Mazamari (Satipo, Junín), pero el almirante anunció que serían referidos al Hospital Militar de Lima.
El jefe militar indicó que “continúan las operaciones para controlar el territorio” en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), una zona que abarca los departamentos de Junín, Huancavelica, Ayacucho y Cusco, entre las montañas y la selva. Prefirió no responder si había otros ataques similares en el área.
Fuentes militares reportaron a EL PAÍS que este sábado hubo otros hostigamientos –ataques de Sendero Luminoso a militares- en otras tres localidades del VRAE, una de ellas a corta distancia en vuelo desde Pichari, el centro de operaciones de las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico y contra los rezagos de Sendero Luminoso, una facción a cargo de los hermanos Quispe Palomino, desligada ideológicamente de la cúpula que está en prisión desde 1992 en Lima.
“En estos días (previos a las elecciones) el sistema de inteligencia orienta sus búsquedas hacia este personal (los subversivos) y registró movimiento en el área: se puede considerar que son los remanentes de Sendero Luminoso”, añadió el oficial de la Marina.
Según Moscoso, el material electoral pudo ser llevado a Santo Domingo de Acobamba y al final del sábado otro contingente del Ejército llegaría para dar seguridad a los centros de votación.
El jefe del Comando Conjunto dijo que 52.942 efectivos se han desplazado a los rincones del país y un 98% de locales de votación están cubiertos a esta hora.
En Perú, los efectivos del Ejército resguardan los materiales de votación durante la madrugada previa a los comicios y permanecen en los lugares hasta que se retiran los miembros de mesa, cuando termina el conteo de votos, la noche del domingo.
En la misma comparecencia ante la prensa, hacia el final de la tarde, el ministro de Defensa, Jakke Valakivi, calificó lo ocurrido como un hecho aislado.
En septiembre de 2012, la niña Zoraida Caso murió por disparos de militares que ingresaron a la localidad de Ranrapata en Santo Domingo de Acobamba, cuando intentaban atacar a una columna de miembros de Sendero Luminoso. Los restos de la menor fueron hallados en unos matorrales, pese a que cuando los disparos empezaron, ella se encontraba en el campo de cultivo de su familia.
En Perú, la población de casi 50 distritos en el VRAE vive hace décadas en estado de emergencia, con recortes a los derechos de tránsito y reunión, entre otros.