Científico: Técnicas avanzadas fueron usadas en Tiwanaku

Edwin Conde Villarreal
Cronista del Siglo XXI
El científico boliviano Guillermo Lange planteó que para la construcción de obras megalíticas prehistóricas de Tiwanaku, y otras culturas, se emplearon procedimientos tecnológicos tales como la levitación sónica –fenómeno para levantar cuerpos sobre la tierra con el poder del sonido– para mover enormes bloques de piedra, la energía solar concentrada para cortar gigantescas rocas de las canteras y un extracto de plantas que las reblandecía.


Un megalito es considerado un monumento prehistórico realizado con uno o varios bloques de piedra de gran tamaño, en los que no se usaron mortero ni cemento para su enclavamiento. Fueron erigidos en diversos lugares del planeta para perdurar a través de los milenios sirviendo como señalizadores, monumentos funerarios, observatorios astronómicos, centros religiosos y templos que la ciencia moderna intenta descifrar.

Las investigaciones, pruebas, evidencias físicas y estudios comparados sobre los sitios arqueológicos, además de la descripción de los increíbles volúmenes de las obras megalíticas, las técnicas desconocidas para su construcción y sus ignotos constructores son revelados en la nueva publicación del científico boliviano titulada Ruinas Ciclópeas y Piedras Colosales, texto con más de 300 páginas que incluye una serie de dibujos, planos y fotografías.



En la obra el autor describe algunos monumentos arqueológicos pétreos como el Templo de Kalasasaya y la pirámide de Pumapunku de Tiwanaku en Bolivia, la inmensa muralla de Sacsahuamán en Perú, la Terraza de Baalbeck del Líbano, la gran pirámide egipcia de Kheops, los bloques de Stonehenge en Inglaterra, las colosales estatuas de la isla de Pascua en el océano Pacífico y el complejo arquitectónico de NanMadol en Micronesia.

“El objetivo de esta pequeña obra es crear el escenario natural que promueva en los ámbitos educativos, culturales y científicos, el análisis, el debate y la investigación concernientes a estas creaciones arquitectónicas y la revisión de los esquemas establecidos sobre la base de la Teoría de la Evolución”, dijoLange, que plantea que la construcción de las edificaciones megalíticas no puede atribuirse a seres primitivos o rudimentarios, ni que se usaron palancas o deslizamientos al trasladar las rocas.

Procedimientos tecnológicos

Los procedimientos tecnológicos fueron secuenciales –dice el autor–, los constructores de las grandes culturas ancestrales elegían un sitio, practicaban el corte aplicando la energía del rayo solar concentrado que penetraba la roca seccionándola, luego la gran mole con muchas toneladas de peso era sometida a determinados sonidos, que producían la levitación sónica, cuyos efectos provocaban que levite o flote para su traslado al lugar de su emplazamiento.

En relación al uso del rayo solar para cortar los gigantes bloques de piedras, Lange sustenta su planteamiento con un experimento realizado por el canal internacional DiscoveryChanel. En el mismo se utilizó una piedra andesita de la Pirámide de Pumapunku en Tiwanaku, los cortes ejecutados sobre ella con rayo láser y sierra de diamante, no se comparan con los cortes perfectos hechos en la antigüedad. La evidencia es mostrada con una fotografía microscópica en el texto.

“Detalles admirables como el corte escalonado y sumamente refinado –Pumapunku guarda bloques de andesita trabajados delicadamente–, así como la perfección de las esquinas o ángulos interiores que ostentan estas piedras, descartaron definitivamente el uso de los cinceles de cobre o los toscos martillos de piedra”, remarca el autor.

Sobre la levitación acústica, en el texto Ruinas Ciclópeas y Piedras Colosales se describe el experimento del astronauta Taylor Wang, que fue grabado por el afamado canal HistoryChanel, en el documento audiovisual se observa a Wang realizando pruebas en una cámara sónica, en cuyo interior una pequeña esfera es suspendida por efecto del sonido. Los múltiples movimientos que realiza levitando, dependen del campo de fuerza acústica que es controlado por el experimentador.

En cuanto al ablandamiento de las piedras, Lange detalló que en 1911 al explorador estadounidense Hiram Bingham, que descubrió el bastión incásico de Machu Picchu en Perú, le contaron sobre la existencia de una planta, cuyo extracto fue usado en la época prehispánica por los incas para ablandar las piedras y encajar perfectamente las rocas.

Sin embargo, la técnica de ablandar las piedras ya fue usada antes por los tiwanacotas, y por otras culturas del mundo, dice el científico. “El jugo que se obtiene de una planta llamada kechuca –por ejemplo– hace gelatina a las piedras, este vegetal puede ser encontrado en el Cusco a unos 4.500 metros de altura, también otra planta denominada punco-punco puede disolver piedras”, añadió.

El texto muestra enormes piedras que conforman la ciclópea muralla de Sacsahuamán de Cusco en Peru, y según el investigador, ostentan en su superficie marcas longitudinales y rebabas que sólo podían haber sido causadas cuando la roca estuvo blanda.

Masa rocosa que ostenta claramente la compresión ejercida por un molde cuando la piedra se hallaba reblandecida. (Sacsahuamán, Cusco)

Guillermo Lange, reconocido por su aporte a la ciencia, también publicó otros tres libros como El Mensaje Secreto de los Símbolos de Tiahuanacu y del Lago Titicaca, Los Gigantes Verdaderos Ancestros del Hombre y El Mensaje del Sol.

Concluyó que el verdadero conocimiento y las técnicas inocuas que no lastiman en lo más mínimo a la Madre Naturaleza, se manifiestan al inicio de cada raza o humanidad, cuando el conocimiento superior que se expresa a través de la conciencia despierta, la naturaleza y el universo cooperan con el hombre en la creación de sus obras

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