Messi continúa rompiendo récords: ahora con Argentina
Lionel Messi continúa haciendo historia en su club el Barcelona, pero también en la selección Argentina. El mejor jugador del mundo alcanzará los 106 partidos de Diego Pablo Simeone en la albiceleste, mañana cuando se enfrente a Chile por la quinta fecha de la eliminatoria para el Mundial de Rusia 2018. Pero el capitán del equipo del Tata Martino, con 28 años, tiene a tiro la marca de 54 goles del máximo goleador de la historia de la Selección Argentina, Gabriel Batistuta. Y podría romper ese record si marca cinco goles en los próximos dos encuentros frente a la Roja y a Bolivia, a quien enfrentará el próximo martes.
Messi contabiliza un total de 49 tantos en 105 partidos con su selección y además suma 31 asistencias, desde que hizo su debut oficial en un encuentro amistoso ante Hungria, el 17 de agosto de 2005, en Budapest. Y se ubica en la segunda posición de la tabla histórica de los goleadores de la Selección Argentina, detrás del ex atacante Gabriel Omar Batistuta, quien cuenta con 54 conquistas personales en 78 presentaciones. La Pulga ya dejó a atrás en el podio de los máximos artilleros albicelestes a Hernán Crespo, con 35 gritos en 64 encuentros, y los 32 goles de Diego Maradona, que ya fueron igualados por el Kun Aguero.
Pero no será el único record que puede quebrar el crack rosarino, quien en total suma 62 goles con la camiseta argentina de las distintas categorías. En los próximos partidos superará la marca de Diego Simeone, quien cuenta con 106 presencias con la camiseta de Argentina. Messi suma 105 partidos. La tabla de jugadores con más presencias en el combinado argentino la encabeza el ex lateral derecho Javier Zanetti (142). Sumando todas las categorías, Messi se puso la camiseta de la selecciono argentina en 128 encuentros. Con la Copa América por delante, y con un total de ocho partidos que deberá disputar la selección argentina por eliminatorias para el Mundial de Rusia este año, seguramente Messi pulverizará todos los récords y puede convertirse en una leyenda de la selección argentina. Aunque su máximo deseo sea ganar un titulo con la absoluta.
