Los secretos del Barça quedan al descubierto: caprichos, multas y manías son algunos de ellos
Barcelona, EFE
La ilusión de todos los niños es llegar a ser futbolista profesional, cosa que muy pocos llegan a cumplir, y los que lo logran viven momentos que las cámaras no pueden captar, pues suceden fuera del rectángulo de juego. Recientemente, el delegado del FC Barcelona, Carles Naval, detalló algunos de los secretos mejor guardados de los profesionales del fútbol.
Con más de treinta años como delegado del conjunto azulgrana, Naval ha convivido con centenares de futbolistas, cada uno con sus caprichos y sus manías, con los que ha tenido que lidiar en muchas ocasiones. Este lunes por la noche, el ilustre azulgrana recibió un homenaje en el programa ‘El Club de la Mitjanit’ de ‘Catalunya Radio’, donde contó muchas de las anécdotas que ha vivido en sus tres décadas como trabajador en la institución culé.
Los caprichos de los actuales futbolistas del Barça son muchos, aunque Naval es capaz de resumirlos en una sola frase: “Son muchos los que piden que las televisiones en las concentraciones sean enormes. Dicen que así pueden jugar mejor a la PlayStation…”. Aunque, eso sí, quiso desterrar el mito que pende sobre Leo Messi: “No va de estrella, es un tío muy normal que hace lo mismo que el resto: desayuna, entrena, bromea…”.
Los entrenamientos son otro de los puntos que más secretos guarda dentro de un club. Naval confesó que, en el Barça, la multa por llegar tarde parte de los 200 euros en adelante, dando el nombre del jugador con más castigos económicos acumulados: “Eusebio Sacristán, siempre llegaba tarde”. También confesó que Ronaldinho era un habitual de la impuntualidad, si bien siempre entrenaba con sus compañeros: “Sólo se perdió dos sesiones en el Barça”.
¿Quién durmió con la Champions?
Pero lo que Naval nunca olvidará -al menos de las anécdotas que pudo confesar en antena- es la petición de un futbolista en plena madrugada en un día festivo: “Un jugador me llamó a las dos de la mañana porque no le funcionaba la calefacción. Era Semana Santa. Por suerte, a las ocho de la mañana pude enviar a un amigo que se dedica a eso y que tuvo que aplazar unas horas un viaje que tenía planeado con su mujer”. Un apagafuegos en toda regla.
También habló sobre los entrenadores del Barça, con especial recuerdo a dos que han cambiado la historia del club: Johan Cruyff y Pep Guardiola. Sobre el holandés, recuerda su reacción sobre el famoso penalti de Miroslav Djukic ante el Valencia: “Todos dábamos la Liga por pérdida, pero él estaba convencido de que lo iba a fallar”. Sobre Pep, confesó quién ocupó su cama tras ganar la Champions en 2009 y 2011: “Ambas veces me pidió dormir junto a la Copa”.
En su función de nexo entre el club y los jugadores, en ocasiones se ha encontrado con situaciones complicadas, que ha tenido que resolver como buenamente pudo. Naval recuerda con pulcra exactitud el día que llegaron tarde a jugar a El Sadar, en el que las nevadas impidieron al Barça volar, teniéndose que desplazar en avión: “A Pedro no le encontrábamos, y tuvimos que llamar a un vecino para contactar con él. Y con Xavi pasó algo parecido”, confiesa.
Quizá uno de los problemas más recientes a los que se ha tenido que enfrentar tuvo lugar en Getafe. Aquel famoso Halloween en el Coliseum, donde los jugadores del Barcelona fueron muy criticados por cómo dejaron el vestuario azulón: “Esas fotografías que salieron en la prensa estaban exageradas”, asegura. Carles Naval es una voz autorizada en el Barcelona, un hombre que tiene aun mucho más valor por lo que sabe y calla de las tripas del club de su vida.