La surrealista llamada de Fernando Alonso tras el accidente de Australia
Fernando Alonso está vivo de milagro. Gracias, especialmente, a las mejoras que la FIA ha ido introduciendo en la seguridad de los monoplazas de la Fórmula 1 desde que Jo Baer ascendió a delegado técnico de la FIA en 1997. Esta es la curiosa historia de cómo reaccionó el piloto asturiano instantes después del impactante accidente.
Tras dar dos vueltas de campana y quedar su coche hecho pedazos, Fernando Alonso se apresuró a salir de su monoplaza. El piloto con el que había impactado, Sebastián Gutiérrez (Haas), se dirigió al asturiano a toda prisa para ver cómo estaba. “Me encuentro bien”, contestó un Alonso que todavía estaba asimilando el tremendo golpe a 310 kilómetros por hora del que acababa de salir ileso.
Fue entonces cuando se le acercaron los operarios de la Fórmula 1. Mientras tres auxiliares se dirigían al vehículo de Alonso, otro le preguntaba por su estado de salud y le indicaba que se alejase de la pista. Anduvo unos pasos hacia la zona de boxes y se topó con más operarios que se interesaron por el accidentado piloto.
El relato del piloto
“Déjame llamar a mis padres, que estarán preocupados”, pidió Alonso a uno de los operarios que se le acercaron. En cuanto recobró la razón, lo primero que pensó fue en tranquilizar a su familia. Así relata Alonso la anécdota sucedida en ese momento:
“Hago una videollamada y veo a mi madre tranquilamente en el sofá de casa, con la manta, desayunando, y pregunto: '¿Qué tal? Preocupados' Me dice: 'Sí, sí, pero bueno nada… Como ya te hemos visto caminando y saliendo del coche… Aquí estamos viendo la carrera'. Parecía que les molestaba que les hubiera llamado porque les interrumpía que estaban viendo la carrera”, bromeaba Fernando Alonso, feliz por haber gastado una de las vidas que le quedaban.
