Guillermo llegó un acuerdo y quieren que ya dirija a Boca ante Racing
Guillermo Barros Schelotto aceptó la propuesta que le realizó el presidente de Boca, Daniel Angelici, y será el nuevo entrenador del club, luego del despido de Rodolfo Arruabarrena. Y todo avanza muy rápido en este nuevo escenario: este miércoles dirigirá la primera práctica, a las 13 será presentado como nuevo DT y la idea de la dirigencia es que ya este jueves diriga al equipo en el choque de Copa Libertadores contra Racing.
Si bien todavía faltan detalles, el Mellizo se puso de acuerdo en el trazo grueso con Angelici durante una reunión que se llevó a cabo en la casa del titular boquense, en el barrio de Palermo, y que se extendió durante poco más de una hora.
Del cónclave participaron, además de Angelici y Barros Schelotto, el tesorero del club, Matías Ahumada, y los integrantes del cuerpo técnico de Guillermo: su hermano Gustavo, el otro ayudante de campo, Ariel Pereyra, y el preparador físico Javier Valdecantos.
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El encuentro fue el primer cara a cara del presidente con el exdelantero del club luego de la comunicación telefónica que ambos mantuvieron el lunes a la noche, después de que Angelici le comunicara a Arruabarrena su desvinculación.
Ante el apretado calendario de Boca, los tiempos se precipitaron. Conseguido el acuerdo con el DT, la idea de la dirigencia es que asuma inmediatamente el cargo y así el equipo no llegue a los choques clave que se le avecinan con Rolando Schiavi como entrenador interino. Entonces, se buscará que Guillermo ya se siente en el banco de suplentes el jueves ante Racing en la Bombonera por la Copa Libertadores y luego vaya como técnico del equipo al Monumental para el Superclásico frente a River. Ya la semana que viene tendrá que viajar el martes hacia Bolivia para enfrentar a Bolívar en un nuevo choque por la Copa.
Barros Schelotto, de 42 años, hizo su primera experiencia como entrenador en Lanús, al que dirigió entre julio de 2012 y diciembre de 2015 y con el que conquistó la Copa Sudamericana 2014. Luego tuvo un brevísimo paso por el Palermo italiano: su ciclo duró apenas cuatro partidos, durante los que no pudo ingresar al campo por no contar con la habilitación internacional de la UEFA para dirigir en Europa.