Gobierno de Brasil confirmó que Lula Da Silva será el nuevo titular del Ministerio de la Presidencia
Brasil, EFE
El Gobierno brasileño confirmó hoy que el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, salpicado en las últimas semanas por casos de corrupción, será el nuevo titular del influyente Ministerio de la Presidencia.
En una nota oficial, la presidenta Dilma Rousseff informó que Lula asumirá esa cartera, que hasta ahora estaba en manos de Jaques Wagner, quien pasará a ser jefe de gabinete.
El nombramiento había sido anticipado por el jefe del grupo del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara de Diputados, Afonso Florence, en declaraciones a periodistas.
La decisión fue tomada después de una rueda de consultas que Rousseff tuvo durante los últimos dos días con el exmandatario en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia y en la que Lula vivió entre 2003 y 2011, período en que ejerció como jefe de Estado de Brasil.
Según fuentes oficiales, una de las principales tareas de Lula en el Gobierno será aglutinar a la fragmentada base parlamentaria del oficialismo, de cara al eventual juicio político que el Congreso puede retomar contra la Rousseff en los próximos días.
Lula asumirá un ministerio desde el que se controlan todos los resortes del poder, lo cual le permitirá influir en cada una de las decisiones de su sucesora y también en las de su base parlamentaria, a la que intentará unir de cara al eventual juicio contra Rousseff.
Lo hará bajo la sombra de las causas abiertas en su contra, en las que es sospechoso de enriquecimiento ilícito, blanqueo de dinero y falsificación de documentos, cargos por los que la Justicia aún no se ha pronunciado pero que llevaron a la Fiscalía de Sao Paulo a pedir su detención preventiva, que todavía no ha sido decidida.
Sin embargo, con su incorporación al gabinete de Rousseff, Lula pasará a tener foro privilegiado y todas las causas en su contra deberán pasar a manos de la Corte Suprema, lo cual deberá dilatar todos los procesos.
Debido a ello, la oposición ha considerado su nombramiento como una tentativa de Rousseff de ayudarlo a “escapar” de la acción de la Justicia.
El Ministerio de la Presidencia es una cartera de la que casi todos sus titulares han salido salpicados en los últimos años por grandes escándalos de corrupción.
José Dirceu, quien ocupó ese cargo durante los dos primeros años del primer mandato de Lula, está en prisión acusado de participar en la red de corruptelas de Petrobras y ya había sido condenado a diez años de cárcel por un sonado asunto de sobornos parlamentarios.
Dirceu fue sucedido por Rousseff, quien salió indemne del cargo, pero su sucesora Erenice Guerra es investigada por diversos asuntos, que incluyen el caso Petrobras.
Ya con Rousseff en el poder, ese ministerio estuvo primero en manos de Antonio Palocci, destituido tras cinco meses en el cargo por denuncias de enriquecimiento ilícito y sospechoso ahora de haber participado en el caso de corrupción en la petrolera estatal, al igual que su sucesora, la senadora Gleisi Hoffman.
El cargo fue ocupado luego por Aloizio Mercadante, actual ministro de Educación y acusado este martes por el exjefe del oficialismo en el Senado Delcidio Amaral, también detenido por el caso Petrobras, de haber intentado sobornarle a cambio de que no cooperara con la Justicia.
Lula reemplazará a Jacques Wagner, el primer ministro de la Presidencia que dejará el cargo sin sospechas, desde que la propia Rousseff lo hizo en marzo de 2010
El Gobierno brasileño confirmó hoy que el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, salpicado en las últimas semanas por casos de corrupción, será el nuevo titular del influyente Ministerio de la Presidencia.
En una nota oficial, la presidenta Dilma Rousseff informó que Lula asumirá esa cartera, que hasta ahora estaba en manos de Jaques Wagner, quien pasará a ser jefe de gabinete.
El nombramiento había sido anticipado por el jefe del grupo del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara de Diputados, Afonso Florence, en declaraciones a periodistas.
La decisión fue tomada después de una rueda de consultas que Rousseff tuvo durante los últimos dos días con el exmandatario en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia y en la que Lula vivió entre 2003 y 2011, período en que ejerció como jefe de Estado de Brasil.
Según fuentes oficiales, una de las principales tareas de Lula en el Gobierno será aglutinar a la fragmentada base parlamentaria del oficialismo, de cara al eventual juicio político que el Congreso puede retomar contra la Rousseff en los próximos días.
Lula asumirá un ministerio desde el que se controlan todos los resortes del poder, lo cual le permitirá influir en cada una de las decisiones de su sucesora y también en las de su base parlamentaria, a la que intentará unir de cara al eventual juicio contra Rousseff.
Lo hará bajo la sombra de las causas abiertas en su contra, en las que es sospechoso de enriquecimiento ilícito, blanqueo de dinero y falsificación de documentos, cargos por los que la Justicia aún no se ha pronunciado pero que llevaron a la Fiscalía de Sao Paulo a pedir su detención preventiva, que todavía no ha sido decidida.
Sin embargo, con su incorporación al gabinete de Rousseff, Lula pasará a tener foro privilegiado y todas las causas en su contra deberán pasar a manos de la Corte Suprema, lo cual deberá dilatar todos los procesos.
Debido a ello, la oposición ha considerado su nombramiento como una tentativa de Rousseff de ayudarlo a “escapar” de la acción de la Justicia.
El Ministerio de la Presidencia es una cartera de la que casi todos sus titulares han salido salpicados en los últimos años por grandes escándalos de corrupción.
José Dirceu, quien ocupó ese cargo durante los dos primeros años del primer mandato de Lula, está en prisión acusado de participar en la red de corruptelas de Petrobras y ya había sido condenado a diez años de cárcel por un sonado asunto de sobornos parlamentarios.
Dirceu fue sucedido por Rousseff, quien salió indemne del cargo, pero su sucesora Erenice Guerra es investigada por diversos asuntos, que incluyen el caso Petrobras.
Ya con Rousseff en el poder, ese ministerio estuvo primero en manos de Antonio Palocci, destituido tras cinco meses en el cargo por denuncias de enriquecimiento ilícito y sospechoso ahora de haber participado en el caso de corrupción en la petrolera estatal, al igual que su sucesora, la senadora Gleisi Hoffman.
El cargo fue ocupado luego por Aloizio Mercadante, actual ministro de Educación y acusado este martes por el exjefe del oficialismo en el Senado Delcidio Amaral, también detenido por el caso Petrobras, de haber intentado sobornarle a cambio de que no cooperara con la Justicia.
Lula reemplazará a Jacques Wagner, el primer ministro de la Presidencia que dejará el cargo sin sospechas, desde que la propia Rousseff lo hizo en marzo de 2010