Faltó sangre en Transilvania
Transilvania, As
Rumanía 0-0 España | Del Bosque le dio la vuelta a España como a un calcetín y el experimento salió regular. Rumanía nos empató y dejó conclusiones. Silva es recomendable; Busquets, necesario e Iniesta imprescindible. Y hay vida más allá de Diego Costa. Más que con él. No sólo con Aduriz y Morata, también con Alcácer y Nolito.
Deja dudas la portería. Casillas no está tan firme como De Gea. Algunas cosas que antes resolvía con poderío ahora se las quita de encima como puede. Anoche empezó con dos despejes a lo Mazinger inexpicables, pero acto seguido hizo una parada de tronío. Del Bosque le mantuvo todo el partido en contra de lo anunciado. Sergio Rico tendrá que esperar.
La Semana Santa no ha servido para que Del Bosque despeje esta duda. Tiene un lío en la portería. Ponga al que ponga. Pero si es a De Gea le criticaran menos que si es a Casillas (166 partidos con España, récord de Europa). A Íker ya no se le perdona una. No es cosa de los años, sino del tiempo que lleva en la Selección. Parece que eso es un mal propio de nuestro país. No pasa en Italia con Buffon, por ejemplo. Y también Buffon despeja de puños. Es lo que hay.
En la defensa Mario se ha hecho hueco. La culpa es de Marcelino, que le pone en el Villarreal. Francia peligra para Carvajal, empeñado Zidane en meter a Danilo en cuanto miramos para otro lado. También es víctima de los daños colaterales Bernat. No puede competir con la versatilidad de Azpilicueta, que juega en ambos laterales y de central. Eso es importante cuando los marcadores son los más propicios a ver tarjetas. No se puede ir a una Eurocopa expuestos a una expulsión de Ramos o Piqué, sin Plan B. Nacho y Bartra están bien, pero verdes aún. Azpilicueta llegará más rodado porque lo juega todo con el Chelsea. Y en caso de un apretón...
La posesión. Se ha demostrado que España es una con Busquets e Iniesta y otra sin ellos. Sin llegar al nivel que tuvo con Xavi y Xabi Alonso, el que los dos centrocampistas del Barça, más Silva, estén sobre el campo se traduce en una mayor posesión, que en el caso de nuestra Selección es la madre del cordero. Sergi Roberto debutó con éxito, Koke le acompañó a buen nivel (todos queremos ver también a Saúl por aquí) y Silva, sin Iniesta, destacó más. Como destaca más Neymar cuando no está Messi o Bale cuando no está Cristiano. Estas cosas son así. Es lo que hay.
Mención aparte merecen los delanteros. Ya vimos ante la Azzurra que Aduriz se basta para hacer olvidar a Diego Costa. Pero por si acaso también está Morata, que se faja como si viniera de pasar hambre. A más a más, ahí quedan Nolito y Alcácer. Nolito, fue sustituido por Isco en el descanso porque aún no está a tope. Sale de una lesión. Nolito tiene el arte en la combinación y el remate que tuvo su paisano Güiza. Con ellos cuatro no se adivina cómo Del Bosque puede colarnos otra vez a Diego Costa. Salvo que quiera pasar a la historia como fiel réplica del mismísimo Juan Martín Díaz, El Empecinado.
Por lo demás, más allá de los goles, el juego y el frío, el partido deja más resaca. No menor, dado que entramos en la semana del Clásico. Piqué fue el único que repitió con España en los dos partidos (Udine y Cluj) y los madridistas Nacho e Isco fueron los únicos que no empezaron como titulares en ninguno. Dos hechos que rebaten dos leyendas urbanas: que Piqué (75 partidos ya) mira tanto por el Barça como por España y que a Del Bosque le ciega su madridismo. Una cosa es predicar y otra dar trigo. Como una cosa es meter goles y otra intentarlo. España se quedó sin él anoche porque Aduriz y Morata entraron ya tarde, y porque a Cesc no le pitaron un penalti en el penúltimo minuto. Es lo que hay.
Rumanía 0-0 España | Del Bosque le dio la vuelta a España como a un calcetín y el experimento salió regular. Rumanía nos empató y dejó conclusiones. Silva es recomendable; Busquets, necesario e Iniesta imprescindible. Y hay vida más allá de Diego Costa. Más que con él. No sólo con Aduriz y Morata, también con Alcácer y Nolito.
Deja dudas la portería. Casillas no está tan firme como De Gea. Algunas cosas que antes resolvía con poderío ahora se las quita de encima como puede. Anoche empezó con dos despejes a lo Mazinger inexpicables, pero acto seguido hizo una parada de tronío. Del Bosque le mantuvo todo el partido en contra de lo anunciado. Sergio Rico tendrá que esperar.
La Semana Santa no ha servido para que Del Bosque despeje esta duda. Tiene un lío en la portería. Ponga al que ponga. Pero si es a De Gea le criticaran menos que si es a Casillas (166 partidos con España, récord de Europa). A Íker ya no se le perdona una. No es cosa de los años, sino del tiempo que lleva en la Selección. Parece que eso es un mal propio de nuestro país. No pasa en Italia con Buffon, por ejemplo. Y también Buffon despeja de puños. Es lo que hay.
En la defensa Mario se ha hecho hueco. La culpa es de Marcelino, que le pone en el Villarreal. Francia peligra para Carvajal, empeñado Zidane en meter a Danilo en cuanto miramos para otro lado. También es víctima de los daños colaterales Bernat. No puede competir con la versatilidad de Azpilicueta, que juega en ambos laterales y de central. Eso es importante cuando los marcadores son los más propicios a ver tarjetas. No se puede ir a una Eurocopa expuestos a una expulsión de Ramos o Piqué, sin Plan B. Nacho y Bartra están bien, pero verdes aún. Azpilicueta llegará más rodado porque lo juega todo con el Chelsea. Y en caso de un apretón...
La posesión. Se ha demostrado que España es una con Busquets e Iniesta y otra sin ellos. Sin llegar al nivel que tuvo con Xavi y Xabi Alonso, el que los dos centrocampistas del Barça, más Silva, estén sobre el campo se traduce en una mayor posesión, que en el caso de nuestra Selección es la madre del cordero. Sergi Roberto debutó con éxito, Koke le acompañó a buen nivel (todos queremos ver también a Saúl por aquí) y Silva, sin Iniesta, destacó más. Como destaca más Neymar cuando no está Messi o Bale cuando no está Cristiano. Estas cosas son así. Es lo que hay.
Mención aparte merecen los delanteros. Ya vimos ante la Azzurra que Aduriz se basta para hacer olvidar a Diego Costa. Pero por si acaso también está Morata, que se faja como si viniera de pasar hambre. A más a más, ahí quedan Nolito y Alcácer. Nolito, fue sustituido por Isco en el descanso porque aún no está a tope. Sale de una lesión. Nolito tiene el arte en la combinación y el remate que tuvo su paisano Güiza. Con ellos cuatro no se adivina cómo Del Bosque puede colarnos otra vez a Diego Costa. Salvo que quiera pasar a la historia como fiel réplica del mismísimo Juan Martín Díaz, El Empecinado.
Por lo demás, más allá de los goles, el juego y el frío, el partido deja más resaca. No menor, dado que entramos en la semana del Clásico. Piqué fue el único que repitió con España en los dos partidos (Udine y Cluj) y los madridistas Nacho e Isco fueron los únicos que no empezaron como titulares en ninguno. Dos hechos que rebaten dos leyendas urbanas: que Piqué (75 partidos ya) mira tanto por el Barça como por España y que a Del Bosque le ciega su madridismo. Una cosa es predicar y otra dar trigo. Como una cosa es meter goles y otra intentarlo. España se quedó sin él anoche porque Aduriz y Morata entraron ya tarde, y porque a Cesc no le pitaron un penalti en el penúltimo minuto. Es lo que hay.