El Villarreal sí que planta cara
El cuadro azulgrana se puso con 0-2. Sánchez Martínez le perdonó la roja a Piqué y le regaló un penalti a Neymar. Reacción amarilla con goles de Bakambu y Mathieu (p.p.).
Villarreal, As
Después del batacazo del Atlético ante el Sporting, llegaba al Barcelona a Villarreal con la posibilidad de dar carpetazo a la Liga. Y durante 50 minutos así fue, porque el Barcelona dominó el marcador, que no el partido, por 0-2, pero el Villarreal no es de esos que se rinden fácil. Y mucho menos en su casa. Los de Marcelino lograron empatar el partido en dos minutos en la segunda parte que coincidieron, casualidades de la vida, con la salida de Piqué del terreno de juego. Los locales incluso tuvieron opciones de ganar el encuentro, pero al final, se sellaron unas tablas que sirven a ambos equipos. El Barça se distancia del Atlético un punto más y el Villarreal logra no perder ante un equipo que sigue disparado a por el título.
Nunca se sintió cómodo el Barcelona en El Madrigal a pesar de que Luis Enrtique diseñó una alineación para tener el balón y controlar el ritmo del partido. Sergi Roberto como lateral, Arda haciendo (intentando hacer) de Iniesta y el mensaje de no arriesgar balones. No deja de ser significativo que a pesar de las precauciones que se tomaron, el mejor del Barcelona fuera Rakitic. El croata fue el futbolista que mejor entendió un partido que se iba a decidir en el reciclaje de balones perdidos. Nadie parece más dotado que el ex sevillista para aprovechar segundas jugadas en el Barcelona, un conjunto que a menudo quiere recrearse en un estilo barroco, pero que ayer no tenía ni el escenario ni el rival adecuado para adornarse.
El partido empezó con una jugada que anunciaba las dudas arbitrales. El árbitro pasó por alto un atropello de Trigueros a Jordi Alba y permitió que Arda, en un triste intento de despeje, casi se marcara en propia puerta. Es una de las jugadas que nadie hablará, pero ya dejó claro que a Sánchez Martínez, las jugadas en el área le producen tembleque. Si hubiera sido gol el autorremate de Arda, esa hubiera sido la jugada de la polémica.
El Villarreal maniató la zona de creación del Barça de la misma manera que Rakitic se imponía en la media. Únicamente un Neymar imprevisible se salía del guión del partido en el uno contra uno, pero no parecía que las jugadas de gol se fueran a suceder. Ahí es donde apareció Rakitic en el minuto 20 de partido para cazar un rechace tonto en el área que puso al Barcelona en ventaja.
Ya por entonces, el ambiente en El Madrigal era tenso. El colegiado castigó a Piqué con una amarilla inexistente por unas manos que no fueron y minutos después ignoró unas clarísimas de expulsión. Tras ignorar un penalti sobre Messi y otro sobre Neymar, acabó silbando uno de Asenjo sobre el brasileño que era francamente dudoso. El propio Neymar lo convirtió y parecía que en el descanso, el partido y la Liga pasaban a mejor vida.
Pero el Villarreal es duro como el pedernal y tiene una idea. Y el que tiene una idea sabe a donde va, lo que le hace peligroso. Cambió la defensa Luis Enrique retirando a Piqué del campo en una declaración de que le quiere para el Clásico (se jugaba la segunda amarilla) y la entrada de Mathieu coincidió con la pájara blaugrana.
Mascherano cerró mal a Denis y Bakambú acortó distancias en el 57' y dos minutos después, tras un saque de esquina cedido innecesariamente por Busquests, Mathieu se marco un gol en propia puerta. El Barça lo empezaba a pasar mal.
Entre ambos goles, Asenjo evitó que Neymar sentenciara el duelo conjurando una jugada enorme del brasileño, el mejor ayer del Tridente, y el partido fluyó al ritmo de la resistencia física de los jugadores que acabaron aceptando un empate que deja a todos contentos y que le permite al Barcelona salir reforzado de un empate.
Villarreal, As
Después del batacazo del Atlético ante el Sporting, llegaba al Barcelona a Villarreal con la posibilidad de dar carpetazo a la Liga. Y durante 50 minutos así fue, porque el Barcelona dominó el marcador, que no el partido, por 0-2, pero el Villarreal no es de esos que se rinden fácil. Y mucho menos en su casa. Los de Marcelino lograron empatar el partido en dos minutos en la segunda parte que coincidieron, casualidades de la vida, con la salida de Piqué del terreno de juego. Los locales incluso tuvieron opciones de ganar el encuentro, pero al final, se sellaron unas tablas que sirven a ambos equipos. El Barça se distancia del Atlético un punto más y el Villarreal logra no perder ante un equipo que sigue disparado a por el título.
Nunca se sintió cómodo el Barcelona en El Madrigal a pesar de que Luis Enrtique diseñó una alineación para tener el balón y controlar el ritmo del partido. Sergi Roberto como lateral, Arda haciendo (intentando hacer) de Iniesta y el mensaje de no arriesgar balones. No deja de ser significativo que a pesar de las precauciones que se tomaron, el mejor del Barcelona fuera Rakitic. El croata fue el futbolista que mejor entendió un partido que se iba a decidir en el reciclaje de balones perdidos. Nadie parece más dotado que el ex sevillista para aprovechar segundas jugadas en el Barcelona, un conjunto que a menudo quiere recrearse en un estilo barroco, pero que ayer no tenía ni el escenario ni el rival adecuado para adornarse.
El partido empezó con una jugada que anunciaba las dudas arbitrales. El árbitro pasó por alto un atropello de Trigueros a Jordi Alba y permitió que Arda, en un triste intento de despeje, casi se marcara en propia puerta. Es una de las jugadas que nadie hablará, pero ya dejó claro que a Sánchez Martínez, las jugadas en el área le producen tembleque. Si hubiera sido gol el autorremate de Arda, esa hubiera sido la jugada de la polémica.
El Villarreal maniató la zona de creación del Barça de la misma manera que Rakitic se imponía en la media. Únicamente un Neymar imprevisible se salía del guión del partido en el uno contra uno, pero no parecía que las jugadas de gol se fueran a suceder. Ahí es donde apareció Rakitic en el minuto 20 de partido para cazar un rechace tonto en el área que puso al Barcelona en ventaja.
Ya por entonces, el ambiente en El Madrigal era tenso. El colegiado castigó a Piqué con una amarilla inexistente por unas manos que no fueron y minutos después ignoró unas clarísimas de expulsión. Tras ignorar un penalti sobre Messi y otro sobre Neymar, acabó silbando uno de Asenjo sobre el brasileño que era francamente dudoso. El propio Neymar lo convirtió y parecía que en el descanso, el partido y la Liga pasaban a mejor vida.
Pero el Villarreal es duro como el pedernal y tiene una idea. Y el que tiene una idea sabe a donde va, lo que le hace peligroso. Cambió la defensa Luis Enrique retirando a Piqué del campo en una declaración de que le quiere para el Clásico (se jugaba la segunda amarilla) y la entrada de Mathieu coincidió con la pájara blaugrana.
Mascherano cerró mal a Denis y Bakambú acortó distancias en el 57' y dos minutos después, tras un saque de esquina cedido innecesariamente por Busquests, Mathieu se marco un gol en propia puerta. El Barça lo empezaba a pasar mal.
Entre ambos goles, Asenjo evitó que Neymar sentenciara el duelo conjurando una jugada enorme del brasileño, el mejor ayer del Tridente, y el partido fluyó al ritmo de la resistencia física de los jugadores que acabaron aceptando un empate que deja a todos contentos y que le permite al Barcelona salir reforzado de un empate.