El mito de Zidane se desmoronó en La Rosaleda
Diario Gol
Zinedine Zidane está a salvo de la persecución contra la plantilla del Real Madrid. A salvo de las duras críticas de diarios, radios, televisiones y, especialmente, medios afines a Florentino Pérez. A salvo de la quema. Sin embargo, hubo un antes y un después en la relación entre la plantilla blanca y el entrenador francés: La Rosaleda.
El partido frente al Málaga, donde el Madrid no logró pasar del empate (1-1), supuso un golpe en las narices de la plantilla. Los jugadores, confiados a pies juntillas en el mensaje de Zidane, comprobaron que tiene carencias. La inacapacidad de reacción que mostró el francés para conquistar La Rosaleda fue notoria y palpable.
Los jugadores lo comentaron al término del choque. Es buen entrenador en el sentido de que sabe conducir a las estrellas, sabe como tratar a los jugadores y mantener un ambiente distendido y de piña en el vestuario. Pero la pizarra es otra historia. A nivel táctico, Zidane pasa muchos apuros. Le cuesta leer los partidos y reaccionar, como se vio ante el Betis y, más recientemente, contra el Atlético.
Zinedine Zidane está a salvo de la persecución contra la plantilla del Real Madrid. A salvo de las duras críticas de diarios, radios, televisiones y, especialmente, medios afines a Florentino Pérez. A salvo de la quema. Sin embargo, hubo un antes y un después en la relación entre la plantilla blanca y el entrenador francés: La Rosaleda.
El partido frente al Málaga, donde el Madrid no logró pasar del empate (1-1), supuso un golpe en las narices de la plantilla. Los jugadores, confiados a pies juntillas en el mensaje de Zidane, comprobaron que tiene carencias. La inacapacidad de reacción que mostró el francés para conquistar La Rosaleda fue notoria y palpable.
Los jugadores lo comentaron al término del choque. Es buen entrenador en el sentido de que sabe conducir a las estrellas, sabe como tratar a los jugadores y mantener un ambiente distendido y de piña en el vestuario. Pero la pizarra es otra historia. A nivel táctico, Zidane pasa muchos apuros. Le cuesta leer los partidos y reaccionar, como se vio ante el Betis y, más recientemente, contra el Atlético.