El Consejo de Seguridad impone nuevas sanciones a Corea del Norte
China, el único aliado de Pyongyang, se suma a la resolución adoptada por unanimidad
Sandro Pozzi
Nueva York, El País
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó este miércoles por unanimidad una resolución por la que se refuerza el régimen de sanciones contra Corea del Norte. Entre las medidas más relevantes se incluye la prohibición de las exportaciones de ciertos recursos naturales que utiliza el régimen para financiar su programa nuclear y la importación de combustible para aviación. Todo el tráfico de mercancías desde y hacia el país será tratado como “sospechoso”.
Se trata de las sanciones más severas impuestas a Corea de Norte en las últimas dos décadas como respuesta a la violación sistemática de las resoluciones adoptadas por el órgano que vela por la paz mundial. El sistema en vigor, además, se había mostrado poco eficaz a la hora de conseguir presionar a Pyongyang a incorporarse al régimen de no proliferación. Por este motivo se consideró urgente ampliar y reforzar las medidas, para evitar que el programa gane escala.
La negociación del texto comenzó en enero pasado, a raíz del último ensayo nuclear. La resolución 2.270 emplaza también a los países miembros de la ONU a proceder al cierre de todas las instituciones financieras norcoreanas que operan en su territorio y se prohíbe en paralelo la colaboración en la formación técnica en los ámbitos relacionados con el programa nuclear, incluido en el espacial. “¿Por qué necesitan estas armas?”, se preguntó el diplomático surcoreano.
Los miembros del Consejo de Seguridad resaltaron tras la votación que estaban obligados a reaccionar porque Corea del Norte está logrando dotarse de una capacidad militar que amenaza la paz y la estabilidad de la península coreana y de toda la región. El régimen de sanciones que entra ahora en vigor es, por tanto, uno de los más severos adoptados por las Naciones Unidas. “Nadie apoya estas pruebas nucleares y con misiles balísticos”, indicó el representante de Japón.
China y Rusia, aliados tradicionales de Corea del Norte, apoyaron sin fisuras el texto, que consideran equilibrado con el grado de la amenaza. “Refleja la seriedad de la situación”, indicó el representante chino, Liu Jieyi, que espera que la resolución marque finalmente un “punto de partida” para una solución política de la crisis. “Se trata de reemplazar las armas por la paz”, añadió. Su homólogo ruso insistió que el proceso de las seis partes debe reanudarse “cuanto antes”.
El mensaje a Corea del Norte, por tanto, no tiene precedentes. Pero como indicó la embajadora estadounidense Samantha Power, “no nos hacemos ilusiones. Si el régimen hubiera querido abandonar “este camino peligroso” hacia la proliferación, “lo habría hecho ya”. Sí resaltó que una “presión internacional robusta” y “amplia” puede ser efectiva para lograr una solución diplomática a la crisis en la península coreana. “La nueva resolución será una buena herramienta”, añadió el representante español, Román Oyarzún.
El texto adoptado deja una puerta abierta a la negociación, como aseguró el representante de Francia. Las sanciones, de hecho, podrán ir levantándose de una manera gradual si Corea del Norte demuestra de manera sincera que está dispuesta a negociar y da pasos concretos en la dirección de desmantelar su programa nuclear. Pero al mismo tiempo se pueden reforzar si Pyongyang mantiene la escalada. Para que estas sanciones sean ahora efectivas, los miembros de la ONU deben proceder a aplicar las medidas contempladas en la resolución.
Sandro Pozzi
Nueva York, El País
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó este miércoles por unanimidad una resolución por la que se refuerza el régimen de sanciones contra Corea del Norte. Entre las medidas más relevantes se incluye la prohibición de las exportaciones de ciertos recursos naturales que utiliza el régimen para financiar su programa nuclear y la importación de combustible para aviación. Todo el tráfico de mercancías desde y hacia el país será tratado como “sospechoso”.
Se trata de las sanciones más severas impuestas a Corea de Norte en las últimas dos décadas como respuesta a la violación sistemática de las resoluciones adoptadas por el órgano que vela por la paz mundial. El sistema en vigor, además, se había mostrado poco eficaz a la hora de conseguir presionar a Pyongyang a incorporarse al régimen de no proliferación. Por este motivo se consideró urgente ampliar y reforzar las medidas, para evitar que el programa gane escala.
La negociación del texto comenzó en enero pasado, a raíz del último ensayo nuclear. La resolución 2.270 emplaza también a los países miembros de la ONU a proceder al cierre de todas las instituciones financieras norcoreanas que operan en su territorio y se prohíbe en paralelo la colaboración en la formación técnica en los ámbitos relacionados con el programa nuclear, incluido en el espacial. “¿Por qué necesitan estas armas?”, se preguntó el diplomático surcoreano.
Los miembros del Consejo de Seguridad resaltaron tras la votación que estaban obligados a reaccionar porque Corea del Norte está logrando dotarse de una capacidad militar que amenaza la paz y la estabilidad de la península coreana y de toda la región. El régimen de sanciones que entra ahora en vigor es, por tanto, uno de los más severos adoptados por las Naciones Unidas. “Nadie apoya estas pruebas nucleares y con misiles balísticos”, indicó el representante de Japón.
China y Rusia, aliados tradicionales de Corea del Norte, apoyaron sin fisuras el texto, que consideran equilibrado con el grado de la amenaza. “Refleja la seriedad de la situación”, indicó el representante chino, Liu Jieyi, que espera que la resolución marque finalmente un “punto de partida” para una solución política de la crisis. “Se trata de reemplazar las armas por la paz”, añadió. Su homólogo ruso insistió que el proceso de las seis partes debe reanudarse “cuanto antes”.
El mensaje a Corea del Norte, por tanto, no tiene precedentes. Pero como indicó la embajadora estadounidense Samantha Power, “no nos hacemos ilusiones. Si el régimen hubiera querido abandonar “este camino peligroso” hacia la proliferación, “lo habría hecho ya”. Sí resaltó que una “presión internacional robusta” y “amplia” puede ser efectiva para lograr una solución diplomática a la crisis en la península coreana. “La nueva resolución será una buena herramienta”, añadió el representante español, Román Oyarzún.
El texto adoptado deja una puerta abierta a la negociación, como aseguró el representante de Francia. Las sanciones, de hecho, podrán ir levantándose de una manera gradual si Corea del Norte demuestra de manera sincera que está dispuesta a negociar y da pasos concretos en la dirección de desmantelar su programa nuclear. Pero al mismo tiempo se pueden reforzar si Pyongyang mantiene la escalada. Para que estas sanciones sean ahora efectivas, los miembros de la ONU deben proceder a aplicar las medidas contempladas en la resolución.