Defensa y Justicia goleó a Argentinos
Buenos Aires, Olé
Da gusto ver a Defensa y Justicia. Con apellidos que están lejos de los nombres rutilantes que sacudirían al mercado expone un fútbol con brillo sin perder el orden. La motivación ofensiva parece innegociable. Es que el Halcón ataca y generalmente intenta por abajo, con volantes externos que se ofrecen y puntas que están bien dispuestos. Porque llega Bouzat y también Guido Rodríguez, y los del fondo no pierden la concentración.
Y Bordagaray, además de aportar siempre en ataque, metió un triplete (un gol de penal). Es verdad que Argentinos ya estaba muy expuesto en la búsqueda del empate, aunque los méritos de la contundencia son innegables.
Argentinos tuvo una ingenuidad pavorosa en el primer tiempo. Defensa metió dos goles tras tiros libres cruzados: Cardona definió casi sin marca y luego Mac Allister, el hijo del Colorado, tuvo un blooper patético. Incluso, antes del entretiempo, Defensa dispuso de un penal por una agarrada de camiseta muy evidente de Freire también tras una pelota parada (Vargas le desvió el remate a Rafael Delgado).
No es el único culpable, pero sorprende que el Lobo Ledesma, con toda su experiencia, no pueda poner imponer un poco de claridad en Argentinos. Y vale una reflexión: tiene que estar muy mal el Pocho Insúa para ser suplente en este equipo.
El Bicho venía de comerse cuatro con Estudiantes y el Halcón le hizo cinco, señal clara de su debilidad que se agrava con el promedio del descenso.
Lo de Defensa es fuerte: 18 goles en seis fechas del torneo de Primera División, venía de meterle cuatro a Aldosivi y despachó con cinco a Argentinos. No es casualidad: precisión, velocidad, alta movilidad e intensidad son su prueba de calidad.