Cientos de migrantes irrumpen a la fuerza en Macedonia
Las autoridades fronterizas estudian siete posibles escenarios por los que avanzarán
Belén Domínguez Cebrián
Madrid, El País
Unos 2.000 migrantes han cruzado este lunes hacia Macedonia tras varios días de espera en el campo de refugiados de Idomeni, en territorio heleno y tres de ellos murieron ahogados en el río Suva Reka, según la policía macedonia. Se trata de un riesgo que los agentes fronterizos europeos barajaban desde el jueves pasado, según un documento interno que maneja la comisión Europea y al que ha tenido acceso EL PAÍS: “Hay un alto riesgo de una entrada en masa y a la fuerza”, explicaba el informe.
“Es de esperar que al nivel de frustración le seguirá una escalada de violencia que hará que los inmigrantes irregulares entren por la fuerza en Macedonia”, explica el documento de 12 páginas. Y es que los agentes de fronteras ven poco creíble que las fuerzas de seguridad helenas y macedonias puedan contener la situación en sus fronteras por mucho tiempo más, especialmente en el campamento griego de Idomeni. A pesar de que tiene una capacidad para unas 2.000 personas, en el campamento se hacinan unas 12.000. Si la situación se descontrola —algo "altamente probable", según el informe— los expertos pronostican que la policía macedonia utilizará la fuerza. Los periodistas españoles Ane Irazabal, Alberto Sicilia y Mikel Konate han sido detenidos por agentes macedonios tras cruzar el río con los refugiados junto a otros 30 compañeros europeos, según Reuters. A Irazabal, según la página web de ETB, se le acusa de cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia de forma ilegal y se espera que quede en libertad en unas horas tras pagar una multa de unos 250 euros, informa EFE.
El documento —que hace una radiografíoa por los escenarios más probables sobre las nuevas rutas que abrirán los migrantes— explica que si el camino por Macedonia se hace “incómodo” los migrantes abrirán una nueva ruta marítima que una el norte de Grecia con el sur de Italia: el mar Jónico. “Si intentas taponar el flujo del agua, inevitablemente se va a desviar por otro sitio”, explica una fuente europea con experiencia en migración. "Estamos presenciando un intento de cruces ilegales de la frontera. Macedonia no permitirá la reapertura de la frontera. La ruta de los Balcanes está cerrada", ha dicho un portavoz del Gobierno del presidente Gjorge Ivanov.
Cientos de migrantes irrumpen a la fuerza en Macedonia
Pero lo más llamativo es que, tras el anuncio de la clausura de la llamada ruta de los Balcanes, Albania no se proyecta como ruta alternativa. Lo montañoso que es impide el desplazamiento masivo de personas, es una ruta que obliga a cruzar más límites fronterizos y, por tanto, superar más controles, existen menos redes de traficantes y hay “buena cooperación” entre la policía italiana y la albanesa, explican las mismas fuentes.
Los próximos lugares donde se concentraran migrantes, advierte el informe, estará contra lo pronosticado hasta ahora por las autoridades europeas en cuatro puntos del noroeste de Grecia: Igumenitsa, Corfú, Léucade y Préveza. Desde allí, “lanchas rápidas y yates transferirían a los migrantes a los enclaves costeros italianos de Calabria o Puglia”, según el documento. Fuentes policiales insisten en que es probable que los arribados comiencen a usar ferris regulares que conectan Patras e Igumenitsa, en Grecia, con Bari, Brindisi, Ancona y Venecia, en Italia.
La ruta más oriental
Bulgaria —el país más pobre de la UE— se enfrenta al desafío de ser posible receptor de los inmigrantes y refugiados que ya están en Grecia y de los que aún permanecen en Turquía, cuyo número previsiblemente incrementará en las próximas semanas por el principio de acuerdo entre Bruselas y Ankara de devolución de todo aquel que entre de manera ilegal en la UE, incluido sirios.
“El desafío principal son las largas distancias por recorrer”, se lee en el documento en referencia a los tramos en autobús que los migrantes harían desde Atenas seguidos de largas caminatas desde Bulgaria para atravesar Macedonia y Serbia, con los consiguientes endurecimientos de controles fronterizos. Las mismas fuentes, además, creen “muy posible” que Serbia imponga controles en su frontera también con Bulgaria.
Si el camino desde Grecia a Bulgaria se vuelve "demasiado incómodo”, los migrantes lo intentarán desde Turquía, explica el informe. Con esta ruta los que intentan a la desesperada buscar asilo evitarían además el riesgo que supone para sus vidas atravesar en barcas de dudosa resistencia el mar Egeo, en el que el año pasado 3.771 personas perdieron la vida. El riesgo, sin embargo, será el tener que atravesar varios cuellos de botella en territorio turco, como por ejemplo el paso del Bósforo o la autopista que comunica Estambul con la localidad de Edirne, cercana a Bulgaria.
Belén Domínguez Cebrián
Madrid, El País
Unos 2.000 migrantes han cruzado este lunes hacia Macedonia tras varios días de espera en el campo de refugiados de Idomeni, en territorio heleno y tres de ellos murieron ahogados en el río Suva Reka, según la policía macedonia. Se trata de un riesgo que los agentes fronterizos europeos barajaban desde el jueves pasado, según un documento interno que maneja la comisión Europea y al que ha tenido acceso EL PAÍS: “Hay un alto riesgo de una entrada en masa y a la fuerza”, explicaba el informe.
“Es de esperar que al nivel de frustración le seguirá una escalada de violencia que hará que los inmigrantes irregulares entren por la fuerza en Macedonia”, explica el documento de 12 páginas. Y es que los agentes de fronteras ven poco creíble que las fuerzas de seguridad helenas y macedonias puedan contener la situación en sus fronteras por mucho tiempo más, especialmente en el campamento griego de Idomeni. A pesar de que tiene una capacidad para unas 2.000 personas, en el campamento se hacinan unas 12.000. Si la situación se descontrola —algo "altamente probable", según el informe— los expertos pronostican que la policía macedonia utilizará la fuerza. Los periodistas españoles Ane Irazabal, Alberto Sicilia y Mikel Konate han sido detenidos por agentes macedonios tras cruzar el río con los refugiados junto a otros 30 compañeros europeos, según Reuters. A Irazabal, según la página web de ETB, se le acusa de cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia de forma ilegal y se espera que quede en libertad en unas horas tras pagar una multa de unos 250 euros, informa EFE.
El documento —que hace una radiografíoa por los escenarios más probables sobre las nuevas rutas que abrirán los migrantes— explica que si el camino por Macedonia se hace “incómodo” los migrantes abrirán una nueva ruta marítima que una el norte de Grecia con el sur de Italia: el mar Jónico. “Si intentas taponar el flujo del agua, inevitablemente se va a desviar por otro sitio”, explica una fuente europea con experiencia en migración. "Estamos presenciando un intento de cruces ilegales de la frontera. Macedonia no permitirá la reapertura de la frontera. La ruta de los Balcanes está cerrada", ha dicho un portavoz del Gobierno del presidente Gjorge Ivanov.
Cientos de migrantes irrumpen a la fuerza en Macedonia
Pero lo más llamativo es que, tras el anuncio de la clausura de la llamada ruta de los Balcanes, Albania no se proyecta como ruta alternativa. Lo montañoso que es impide el desplazamiento masivo de personas, es una ruta que obliga a cruzar más límites fronterizos y, por tanto, superar más controles, existen menos redes de traficantes y hay “buena cooperación” entre la policía italiana y la albanesa, explican las mismas fuentes.
Los próximos lugares donde se concentraran migrantes, advierte el informe, estará contra lo pronosticado hasta ahora por las autoridades europeas en cuatro puntos del noroeste de Grecia: Igumenitsa, Corfú, Léucade y Préveza. Desde allí, “lanchas rápidas y yates transferirían a los migrantes a los enclaves costeros italianos de Calabria o Puglia”, según el documento. Fuentes policiales insisten en que es probable que los arribados comiencen a usar ferris regulares que conectan Patras e Igumenitsa, en Grecia, con Bari, Brindisi, Ancona y Venecia, en Italia.
La ruta más oriental
Bulgaria —el país más pobre de la UE— se enfrenta al desafío de ser posible receptor de los inmigrantes y refugiados que ya están en Grecia y de los que aún permanecen en Turquía, cuyo número previsiblemente incrementará en las próximas semanas por el principio de acuerdo entre Bruselas y Ankara de devolución de todo aquel que entre de manera ilegal en la UE, incluido sirios.
“El desafío principal son las largas distancias por recorrer”, se lee en el documento en referencia a los tramos en autobús que los migrantes harían desde Atenas seguidos de largas caminatas desde Bulgaria para atravesar Macedonia y Serbia, con los consiguientes endurecimientos de controles fronterizos. Las mismas fuentes, además, creen “muy posible” que Serbia imponga controles en su frontera también con Bulgaria.
Si el camino desde Grecia a Bulgaria se vuelve "demasiado incómodo”, los migrantes lo intentarán desde Turquía, explica el informe. Con esta ruta los que intentan a la desesperada buscar asilo evitarían además el riesgo que supone para sus vidas atravesar en barcas de dudosa resistencia el mar Egeo, en el que el año pasado 3.771 personas perdieron la vida. El riesgo, sin embargo, será el tener que atravesar varios cuellos de botella en territorio turco, como por ejemplo el paso del Bósforo o la autopista que comunica Estambul con la localidad de Edirne, cercana a Bulgaria.