Vice dice que cita de Brennan y Valverde devela conspiración
Según el vicepresidente Álvaro García Linera, el encuentro en diciembre entre el periodista Carlos Valverde y el encargado de negocios de la Embajada Estados Unidos, Peter Brennan, en el hotel Los Tajibos, en Santa Cruz, prueba la conspiración que ejerce el país del norte contra el presidente Evo Morales.
En Gigavisión, Morales dijo que hay grabaciones sobre esa reunión que se presentarán en su momento.
Ayer, Página Siete publicó la respuesta de Valverde a lo que dijo el sábado el presidente Evo Morales acerca de la reunión que el periodista sostuvo el 11 de diciembre de 2015 con representantes de la embajada de EEUU en Bolivia. Valverde dijo que la reunión se dio, pero que Brennan lo invitó para conversar sobre su libro Coca, territorio, poder y cocaína.
El presidente Morales declaró al respecto que el No a su reelección para ser presidente por cuarta vez "nace en el imperio”.
La Embajada de Estados Unidos, en un comunicado, informó que se reúne con políticos, artistas, escritores y otras personas como parte de sus actividades diplomáticas.
Ayer, en un acto de entrega de enlosetado en El Alto, García Linera dijo: "Yo tengo aquí el periódico Página Siete, es el periódico, ustedes saben, de (Gonzalo) Sánchez de Lozada, de (Carlos) Sánchez Berzaín, en ese periódico el día de hoy dice: ‘Evo denuncia que Valverde se reunió con la embajada (de EEUU)’ y Valverde dice que es verdad, pero que sólo hablaron de su libro. Acá está la noticia, hermanos y vecinos, él lo dice, no me estoy inventando”.
El Vicepresidente dijo que tras ese encuentro Valverde realizó el ataque mediático al Presidente con la denuncia de un supuesto tráfico de influencias y la revelación de un hijo muerto de por medio.
"(Valverde) tiene derecho a reunirse (con el Embajador de EEUU), pero el pueblo tiene que saber que después de esa reunión con el embajador norteamericano el señor Valverde hizo ese ataque al presidente Evo”, sostuvo.
En una entrevista que Valverde concedió al diario cruceño El Deber, publicada ayer, él dice: "A mí no me usa nadie, yo hago lo que yo entiendo que debo hacer. Si esto se le habría ocurrido a otro periodista, lo hubiera hecho él. Estoy seguro. Esto se me ocurrió a mí y estuve callado 10 meses. Así que no hay ninguna mano negra detrás, no respondo a algún tipo de organización ni a la oposición”.
