Tras la derrota en el referéndum, quién será el "Nicolás Maduro" de Evo Morales
El presidente boliviano fracasó en su intento de reforma constitucional y no podrá postularse para un nuevo mandato. Esto lo enfrenta al mismo desafío que el fallecido Hugo Chávez: hallar un heredero.
A pesar de todas las presiones ejercidas desde el poder central, el 51,3% de los bolivianos rechazó el domingo 14 de febrero la posibilidad de que Evo Morales se pueda presentar a una nueva reelección. Así, el líder cocalero, que gobierna desde 2006, deberá abandonar el Palacio Quemado en 2020, cuando concluya su tercer mandato.
Si Morales se mira en el espejo de los otros presidentes populistas que marcaron "el giro a la izquierda" de América Latina en lo que va del siglo XXI, debería preocuparse. El caso paradigmático es el de Hugo Chávez en Venezuela.
Si bien había conseguido habilitar vía referéndum la reelección indefinida, tuvo que designar a un sucesor ante el avance del cáncer por el que terminó muriendo en marzo de 2013. El elegido fue Nicolás Maduro, y el resultado fue catastrófico. Su falta de legitimidad era tan grande que casi pierde las elecciones. Una vez en el poder, Venezuela se precipitó en la peor crisis económica de su historia, que llevó al chavismo a sufrir una apabullante derrota en los comicios parlamentarios del año pasado.
A Cristina Kirchner le fue todavía peor en Argentina. Obviando sus reparos, apostó por Daniel Scioli porque lo creía con mayores probabilidades de ganar. Aún así perdió y debió cederle el bastón presidencial a su máximo rival, Mauricio Macri.
El caso más exitoso es el de Lula da Silva en Brasil. Dilma Rousseff, la delfín que eligió en 2010, se mostró capaz de ganar elecciones, ya que se impuso en las de ese año e incluso consiguió un nuevo mandato en 2014. Sin embargo, no fue tan eficaz para gobernar. Los escándalos de corrupción y la pésima gestión de la economía sumieron al país en la peor crisis de las últimas décadas. Hoy apenas uno de cada diez brasileños apoyan a Rousseff, y más de la mitad pide su destitución a través de un juicio político, que podría avanzar este año.
Evo Morales aseguró después de la derrota que que "no se debate hasta el 2018 el tema de las candidaturas" para los comicios de 2019. No obstante, el traumático asunto de la sucesión ya está instalado.
La odisea de hallar un sucesor
"Es excesiva la concentración de poder en la figura del Presidente. Hay un presidencialismo exacerbado aunque no siempre Evo Morales sabe lo que hace o lo que dice. El MAS no es un partido político sino una confederación de organizaciones sociales que no tiene militantes sino súbditos. En estas condiciones es difícil, imposible, la continuidad del proceso sin Morales", sentenció el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas (1993 - 1997), consultado por Infobae.
El analista político Carlos Cordero, profesor de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, se expresó en el mismo sentido. "En Bolivia el sistema político es de un presidencialismo rígido. Adicionalmente, las figuras caudillescas son muy fuertes en la cultura. Morales es un caudillo. Por eso, es él quien va a designar a su sucesor. Habrá una competencia disimulada, pero todo se reduce a una decisión del Presidente", dijo a Infobae.
El problema es que por esa concentración desmedida de poder en la cúpula se hace casi imposible el surgimiento de liderazgos idóneos. "Hay una lista de nombres interesantes dentro del MAS, con un perfil superador al del propio Morales por sus capacidades. Pero no pesan por carecer de imagen indígena. Además el presidente se ha encargado de que nadie compita con su figura, lo que les impidió crecer", explicó la politóloga Jimena Costa, profesora de la Universidad Mayor de San Andrés y diputada nacional por la opositora Unidad Demócrata, en diálogo con Infobae.
¿Qué características debería reunir el sucesor? "El ex presidente Hugo Banzer Suárez decía —recordó Cordero— 'prefiero un gramo de lealtad a una tonelada de inteligencia'. El sucesor que busque Morales podrá tener un liderazgo más o menos fuerte, pero por sobre todo tendrá que ser absolutamente leal a él. Tiene que ser alguien que le proteja las espaldas, que sea disciplinado y que siempre lo consulte como gran jefe del partido, para que el poder siga en sus manos".
Un aspecto fundamental es que tenga algún vínculo con el universo indígena, uno de los pilares de la popularidad de Evo. "Son dos cargos, presidente y vicepresidente —continuó el analista—. Uno de ellos necesariamente tiene que estar vinculado a la base étnica del país. Mejor si es una mujer. El propio presidente ha reconocido que su voto duro está en las zonas rurales".
Para Costa "hay que mirar quiénes tendrían las condiciones de acceder a la mayoría de la población, y no sólo a los sectores orgánicos, pero que al mismo tiempo pueda articular también a las facciones internas".
Los posibles herederos
-David Choquehuanca. Desde el primer mandato de Morales ocupa el Ministerio de Relaciones Exteriores, y es uno de los hombres fuertes del MAS. Al igual que el presidente, es de origen aymara.
"Se habla de él un poco para repetir la fórmula indígena, y porque no parece ser el más confrontador al interior del partido. En algún momento hubo una línea interna fuerte que le respondía, que luego se debilitó mucho, pero que es muy posible que ahora reaparezca", dijo Costa.
-Carlos Romero Bonifaz. Es ministro de Gobierno desde 2015, puesto que ya había ocupado entre 2012 y 2014. También fue ministro de Presidencia, de Desarrollo Rural Agropecuario y de Autonomías, además de senador nacional.
"El presidente o el vicepresidente tienen que estar vinculados a la base étnica del país"
"Siempre ha tenido muy buena imagen hacia afuera del MAS, incluso entre la comunidad internacional, por ser más conciliador. Aunque internamente no veo que cuente con un apoyo demasiado fuerte", dijo la politóloga.
-Héctor Arce Zaconeta. Es procurador General del Estado desde 2015, y la principal espada legal del gobierno. Previamente, había sido viceministro de Coordinación Gubernamental, ministro de Defensa Legal de Estado y diputado nacional.
"En su momento —continuó Costa— fue un hombre de mucha confianza de Morales, muy cercano a él. Aunque no corresponde al perfil indígena".
-Luis Alberto Arce Catacora. Es ministro de Economía desde la llegada del MAS al poder. Antes había sido durante muchos años funcionario del Banco Central, y es uno de los principales cuadros técnicos del gobierno.
"Es uno de los que no se habla, pero que podría ser candidato. Todos creen que será Choquehuanca. Admito esa posibilidad, pero me inclino por él", dijo Cordero.
"Todos creen que será Choquehuanca, pero me inclino por Luis Alberto Arce Catacora"
-Gabriela Montaño. Presidente de la Cámara de Diputados desde 2015, es la principal figura femenina del MAS. También presidió la Cámara de Senadores entre 2012 y 2013.
"Si bien no tiene mayores apoyos externos, tiene un rol articulador interno muy interesante", dijo Costa.
-José Alberto "Gringo" Gonzales. Actualmente preside el Senado. A diferencia de los otros, no viene del ámbito de la política, ya que se hizo conocido como presentador televisivo. Antes de ser electo senador fue embajador en Argentina. Es uno de los más leales a Morales.
"Ya a hablado de crear un corriente evista al interior del MAS, y dijo que cuando el presidente se fuera, se iría con él", apuntó Cordero.
-Evaliz Morales. Es la hija mayor del presidente. Tiene 23 años, estudia derecho y es miembro de la agrupación Generación Evo. "El 2019 será el 'pueblo de nuevo'. Evaliz Morales debe prepararse...", escribió en Twitter la ex senadora masista Sandra Soriano. Ella lo retuiteó.
"Morales es un caudillo y tiene un vínculo emotivo-afectivo con la base. Por eso no me sorprendería que elija a su hija para sucederlo", señaló Costa.
"Evo Morales y los principales voceros de su gobierno han eludido responder que en 2019 no aspiraría a ser candidato. Entre los dirigentes del MAS y grupos de oposición es mayoritario el criterio de que el Gobierno intentará una nueva reforma constitucional para postularlo. Por ejemplo, la actual Constitución permite otro referendo, pero convocado por el propio Presidente (no creo que lo haga) o por una iniciativa ciudadana con las firmas del 20% del electorado nacional", dijo Cárdenas.
"También podría armar una reducción del mandato como lo hizo en 2009 para contar el período desde 2009, cuando se aprobó la nueva Constitución, y no desde 2005. Aunque la disposición transitoria primera, párrafo II dice: 'Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones'", agregó.
La mayoría de los discursos vertidos por los principales referentes del gobierno abonan la hipótesis de que Morales hará todo lo posible para seguir en el Quemado. "El Presidente —dijo Costa— ha dicho decenas de veces que han llegado al poder para quedarse, y que no se van a ir. Incluso ha dicho que lo iban a tener que sacar 'con los cachos por delante', es decir, muerto. Dado que tiene el control de los dos tercios de la Asamblea, es esperable que intente alguna estrategia".