Santos suspende las salidas de las FARC de Cuba tras una polémica visita
Varios negociadores se dejan ver acompañados de guerrilleros armados en un pueblo de Colombia
Ana Marcos
Sally Palomino
Bogotá, El País
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó el jueves suspender las periódicas visitas a Colombia de miembros de la delegación de las FARC en La Habana que, desde el año pasado, se dedican a explicar en casa los acuerdos alcanzados en Cuba. Estos negociadores están autorizados a reunirse en campamentos con la guerrilla, pero se les exige un bajo perfil y no pueden entrar en poblaciones, mucho menos armados, como fue el caso en esta ocasión en un pueblo de La Guajira.
La difusión de unas fotos de hombres armados y uniformados de las FARC acompañando a Joaquín Gómez, miembro del secretariado de la guerrilla, acompañado por Iván Márquez, jefe de la delegación en La Habana, y por Jesús Santrich, otro de los máximos dirigentes de las FARC, en un acto con población civil en el norte de Colombia provocó la reacción airada de la oposición. El Gobierno entonces aseguró que la guerrilla había violado el acuerdo y ordenó el regreso a Cuba de los dirigentes de las FARC. La polémica se produce a menos de un mes de que se cumpla la fecha límite que se habían dado el Gobierno y la guerrilla para lograr un acuerdo de paz: el 23 de marzo.
Tras desatarse la polémica, el Gobierno de Santos, a través del perfil en Twitter de su equipo en Cuba anunció que se iban a tomar “medidas”. "Gobierno no tolerará que las Farc hagan política en armas". Tres horas más tarde, Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del Ejecutivo, y Sergio Jaramillo, Alto Comisionado para la Paz, comparecían en la Casa de Nariño, la residencia presidencial en Bogotá. "El Gobierno autorizó el año pasado una serie de visitas de los miembros representantes de las FARC en la mesa de conversaciones a sus respectivos campamentos, con el propósito de hacer pedagogía y explicar a la guerrilla de las FARC los acuerdos alcanzados", explicó De la Calle. "Con este propósito, se han desarrollado hasta la fecha cinco visitas a Colombia de miembros de las FARC y para garantizar el buen desarrollo de esas visitas el Gobierno adoptó las medidas de seguridad necesarias".
La Oficina del Alto Comisionado para la Paz no ha dado detalles de dónde y cuándo fueron esos viajes autorizados y en qué consistió el acompañamiento oficial para garantizar que no se produjera ningún incidente durante tales actos. Sí aclaran que no participó ningún miembro del Gobierno.
La participación del Ejército en la visita de las FARC ha sido otro de los elementos que ha levantado ampollas en Colombia. Según fuentes conocedoras de las negociaciones en La Habana y al tanto de estos viajes, el Ejecutivo, junto a los países garantes del proceso, Cuba y Noruega, y el Comité Internacional para la Cruz Roja elaboran un protocolo por el cual se informa a la Fuerza Pública para que despeje la zona y garantizar la seguridad de los guerrilleros.
En el caso de la polémica visita a La Guajira, el procedimiento fue similar. La noche anterior, los militares abandonaron la localidad de Conejo y se ubicaron a unos 80 kilómetros de distancia. La noche anterior, los militares abandonaron la localidad de Conejo y se ubicaron a unos 80 kilómetros de distancia. Un dato que ha confirmado Misael Velásquez, alcalde de Fonseca, una población cercana a la que visitaron las FARC. El regidor aseguró que fue "una sorpresa" y reiteró que la guerrilla no tiene campamentos ni presencia en el municipio, por lo que “no tendría sentido que hubieran ido a hacer pedagogía”. Según las mismas fuentes, la visita se llevaba planificando desde hacía mes y medio y se celebró al tiempo que otra, también en Colombia, en la que participaba el también miembro del secretariado Pablo Catatumbo, extremo que el Gobierno no ha confirmado.
El Ejecutivo de Santos fue consciente del viaje de Márquez en todo momento. De hecho, el Alto Comisionado confirmó que los guerrilleros llegaron a bordo de aviones de la Cruz Roja. El problema se ha desatado cuando ha trascendido que Márquez, Gómez y Santrich no han visitado solo uno de sus campamentos, sino un municipio, además de ir acompañados de personal armado. "El grupo encabezado por Iván Márquez ha violado las reglas de juego acordadas de no tener trato con la población civil y mucho menos participar con hombres uniformados y armados en un evento público con la comunidad, en la plaza principal de un corregimiento como ocurrió en el Conejo", ha apuntado De la Calle. Las fotos que se han publicado en el periódico El Heraldo de Barranquilla muestran a los guerrilleros en un escenario explicando los acuerdos de La Habana, repartiendo cartillas informativas entre los combatientes, y saludando entre sonrisas y abrazos a los vecinos del municipio. Además, los guerrillero habrían repartido afiches en los que reclaman la convocatoria de una Asamblea Constituyente, a lo que se opone el Ejectuvio.
Tras la polémica, el Gobierno ha solicitado al Comité Internacional de la Cruz Roja y a los países garantes que tomen las medidas necesarias para que este grupo "regrese a La Habana a la mayor brevedad posible de acuerdo con los protocolos de seguridad acordados". En segundo lugar, y por orden del presidente, "las visitas de los delegados de las FARC a sus campamentos para hacer pedagogía sobre los acuerdos quedan suspendidas. Para el Gobierno una regla fundamental de este acuerdo es que no habrá política con armas y en esa medida, ésta es una violación inaceptable", ha remarcado De la Calle.
La directora ejecutiva de la Federación colombiana de víctimas de las FARC, Ximena Ochoa, ha anunciado que acudirán a instancias internacionales para denunciar la presencia de miembros de esta guerrilla en zonas urbanas: "Para las víctimas y para todos los ciudadanos que creemos en el estado de derecho, esto es absolutamente inaceptable".
Entre tanto, el procurador Alejandro Ordóñez, uno de los más fuertes opositores al proceso de paz, aseguró que las imágenes de algunos miembros de las FARC en La Guajira son una muestra de "proselitismo armado", que no se debe aceptar. Reiteró que este episodio se convierte en un desafío a la institucionalidad, en medio del proceso que se adelanta con la guerrilla.
El viaje ha sido la excusa perfecta para que la oposición a Santos, liderada por Álvaro Uribe y su partido Centro Democrático, iniciara una campaña de protestas y críticas en redes sociales que ha llegado a generar más de cuatro trending topics durante la tarde en Colombia. Horas antes, Humberto de la Calle había asegurado: “La paz está más cerca de lograrse en La Habana que en Colombia”.
Ana Marcos
Sally Palomino
Bogotá, El País
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó el jueves suspender las periódicas visitas a Colombia de miembros de la delegación de las FARC en La Habana que, desde el año pasado, se dedican a explicar en casa los acuerdos alcanzados en Cuba. Estos negociadores están autorizados a reunirse en campamentos con la guerrilla, pero se les exige un bajo perfil y no pueden entrar en poblaciones, mucho menos armados, como fue el caso en esta ocasión en un pueblo de La Guajira.
La difusión de unas fotos de hombres armados y uniformados de las FARC acompañando a Joaquín Gómez, miembro del secretariado de la guerrilla, acompañado por Iván Márquez, jefe de la delegación en La Habana, y por Jesús Santrich, otro de los máximos dirigentes de las FARC, en un acto con población civil en el norte de Colombia provocó la reacción airada de la oposición. El Gobierno entonces aseguró que la guerrilla había violado el acuerdo y ordenó el regreso a Cuba de los dirigentes de las FARC. La polémica se produce a menos de un mes de que se cumpla la fecha límite que se habían dado el Gobierno y la guerrilla para lograr un acuerdo de paz: el 23 de marzo.
Tras desatarse la polémica, el Gobierno de Santos, a través del perfil en Twitter de su equipo en Cuba anunció que se iban a tomar “medidas”. "Gobierno no tolerará que las Farc hagan política en armas". Tres horas más tarde, Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del Ejecutivo, y Sergio Jaramillo, Alto Comisionado para la Paz, comparecían en la Casa de Nariño, la residencia presidencial en Bogotá. "El Gobierno autorizó el año pasado una serie de visitas de los miembros representantes de las FARC en la mesa de conversaciones a sus respectivos campamentos, con el propósito de hacer pedagogía y explicar a la guerrilla de las FARC los acuerdos alcanzados", explicó De la Calle. "Con este propósito, se han desarrollado hasta la fecha cinco visitas a Colombia de miembros de las FARC y para garantizar el buen desarrollo de esas visitas el Gobierno adoptó las medidas de seguridad necesarias".
La Oficina del Alto Comisionado para la Paz no ha dado detalles de dónde y cuándo fueron esos viajes autorizados y en qué consistió el acompañamiento oficial para garantizar que no se produjera ningún incidente durante tales actos. Sí aclaran que no participó ningún miembro del Gobierno.
La participación del Ejército en la visita de las FARC ha sido otro de los elementos que ha levantado ampollas en Colombia. Según fuentes conocedoras de las negociaciones en La Habana y al tanto de estos viajes, el Ejecutivo, junto a los países garantes del proceso, Cuba y Noruega, y el Comité Internacional para la Cruz Roja elaboran un protocolo por el cual se informa a la Fuerza Pública para que despeje la zona y garantizar la seguridad de los guerrilleros.
En el caso de la polémica visita a La Guajira, el procedimiento fue similar. La noche anterior, los militares abandonaron la localidad de Conejo y se ubicaron a unos 80 kilómetros de distancia. La noche anterior, los militares abandonaron la localidad de Conejo y se ubicaron a unos 80 kilómetros de distancia. Un dato que ha confirmado Misael Velásquez, alcalde de Fonseca, una población cercana a la que visitaron las FARC. El regidor aseguró que fue "una sorpresa" y reiteró que la guerrilla no tiene campamentos ni presencia en el municipio, por lo que “no tendría sentido que hubieran ido a hacer pedagogía”. Según las mismas fuentes, la visita se llevaba planificando desde hacía mes y medio y se celebró al tiempo que otra, también en Colombia, en la que participaba el también miembro del secretariado Pablo Catatumbo, extremo que el Gobierno no ha confirmado.
El Ejecutivo de Santos fue consciente del viaje de Márquez en todo momento. De hecho, el Alto Comisionado confirmó que los guerrilleros llegaron a bordo de aviones de la Cruz Roja. El problema se ha desatado cuando ha trascendido que Márquez, Gómez y Santrich no han visitado solo uno de sus campamentos, sino un municipio, además de ir acompañados de personal armado. "El grupo encabezado por Iván Márquez ha violado las reglas de juego acordadas de no tener trato con la población civil y mucho menos participar con hombres uniformados y armados en un evento público con la comunidad, en la plaza principal de un corregimiento como ocurrió en el Conejo", ha apuntado De la Calle. Las fotos que se han publicado en el periódico El Heraldo de Barranquilla muestran a los guerrilleros en un escenario explicando los acuerdos de La Habana, repartiendo cartillas informativas entre los combatientes, y saludando entre sonrisas y abrazos a los vecinos del municipio. Además, los guerrillero habrían repartido afiches en los que reclaman la convocatoria de una Asamblea Constituyente, a lo que se opone el Ejectuvio.
Tras la polémica, el Gobierno ha solicitado al Comité Internacional de la Cruz Roja y a los países garantes que tomen las medidas necesarias para que este grupo "regrese a La Habana a la mayor brevedad posible de acuerdo con los protocolos de seguridad acordados". En segundo lugar, y por orden del presidente, "las visitas de los delegados de las FARC a sus campamentos para hacer pedagogía sobre los acuerdos quedan suspendidas. Para el Gobierno una regla fundamental de este acuerdo es que no habrá política con armas y en esa medida, ésta es una violación inaceptable", ha remarcado De la Calle.
La directora ejecutiva de la Federación colombiana de víctimas de las FARC, Ximena Ochoa, ha anunciado que acudirán a instancias internacionales para denunciar la presencia de miembros de esta guerrilla en zonas urbanas: "Para las víctimas y para todos los ciudadanos que creemos en el estado de derecho, esto es absolutamente inaceptable".
Entre tanto, el procurador Alejandro Ordóñez, uno de los más fuertes opositores al proceso de paz, aseguró que las imágenes de algunos miembros de las FARC en La Guajira son una muestra de "proselitismo armado", que no se debe aceptar. Reiteró que este episodio se convierte en un desafío a la institucionalidad, en medio del proceso que se adelanta con la guerrilla.
El viaje ha sido la excusa perfecta para que la oposición a Santos, liderada por Álvaro Uribe y su partido Centro Democrático, iniciara una campaña de protestas y críticas en redes sociales que ha llegado a generar más de cuatro trending topics durante la tarde en Colombia. Horas antes, Humberto de la Calle había asegurado: “La paz está más cerca de lograrse en La Habana que en Colombia”.