Renato dio una asistencia, pero Casillas brilló en el Clásico
El pasado y el posible futuro del Madrid se dieron cita en el Clásico portugués. Y ambos fueron protagonistas. Casillas se vistió de héroe para dar la victoria al Oporto y Renato, objetivo del Madrid para el verano, completó un buen partido y dio la asistencia del único gol del Benfica.
Renato fue el protagonista de los prolegómenos del partido. Recibió el trofeo que le acreditaba como el mejor jugador joven de Portugal en diciembre. Y en los primeros compases mostró sus virtudes: potencia y calidad. De ellas hizo gala para servir en bandeja el primer gol del partido a Mitroglou. Arrancó la jugada con una pared con Jonás y después dejó solo al delantero griego con un pase picado a la espalda de la defensa. Nada que hacer para Casillas. El chico de 18 al que sigue el Madrid dejó su sello de box to box.
El Oporto reaccionó y a los diez minutos empató con un golado de Herrera desde la frontal. Con el 1-1 el Benfica volvió a tomar el mando. Suyas fueron las mejores ocasiones, pero Casillas iba desbaratando una tras otra. En la primera parte le sacó una excelente manopla a Jonás que fue el preludio de lo que ocurriría en la segunda mitad.
Los ataques del Benfica se encontraban con Iker. En el 53 salvó una ocasión ante Gaitan y poco después Aboubakar adelantó al Oporto. El Benfica reaccionó de forma colérica, pero volvió a emerger la figura de Casillas. Primero se lució para evitar que el fuego amigo hiriese al Oporto al desviar un mal despeje de Indi cuando Da Luz ya cantaba el gol. Un minuto después evitó un remate a bocajarro de Mitroglou con el pie.
Renato dejó buena imagen, un diamante con cosas aún por pulir (en alguna fase del partido perdió demasiado la medular), pero con cualidades para el Madrid. Pero el Clásico portugués fue para la historia blanca: Casillas.
