Más de 140 muertos en varios atentados en Damasco y Homs

Tres explosiones matan a al menos 83 personas en la capital y dos coches bomba a otras 57 en la tercera ciudad siria

Natalia Sancha
Damasco, El País
“¡Qué hemos hecho para merecer esto!”, gritaba desconsolada una mujer aferrada al brazo de una joven sin vida en Damasco. El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se ha atribuido este domingo una oleada de atentados con coche bomba que ha causado al menos 140 muertos en un distrito del sur de la capital y en la ciudad de Homs, la tercera del país. Los ataques coincidieron con el anuncio de un principio de acuerdo entre Estados Unidos y Rusia para un alto el fuego provisional en Siria tras casi cinco años de guerra civil.


Un doble atentado con coche bomba dejó por la mañana al menos 57 muertos y decenas de heridos en el barrio de Al Zahra de Homs, en un área donde la rama alauí del islam, la misma que profesa el presidente Bachar el Asad, es mayoritaria. Otras 83 personas perdieron la vida horas más tarde en el distrito de Saida Zeinab, situado a unos 10 kilómetros del centro de la capital siria, después de que fuera sacudido por cuatro explosiones: una bomba y tres terroristas suicidas. El ISIS reivindicó la autoría a través de Twitter.

Más de 140 muertos en varios atentados en Damasco y Homs

A oscuras, en una región ya de por sí castigada por los apagones, soldados sirios, junto con milicianos de Hezbolá —aliado chií libanés—, acordonaban la zona, situada a un centenar de metros del mausoleo de Saida Zeinab, nieta del profeta Mahoma y destino de peregrinos chiíes. El de este domingo es el cuarto atentado que sufre esta barriada en el último año. Allí, docenas de pequeñas linternas se abren paso entre amasijos de hierro, edificios calcinados y restos de ropas esparcidas sobre el suelo. Uniformados, milicianos, vecinos y bomberos se esmeran por encontrar a posibles supervivientes o recuperar los cuerpos sin vida de entre los escombros. La magnitud de la carga lograba tumbar una hilera de edificios de viviendas y de lo que, hasta hace pocas horas, era un concurrido mercado de verduras. “¿Esto es un alto el fuego? ¿Quieren negociar con los terroristas que matan niños y mujeres?”, se preguntaba indignado Munir, conductor y vecino de Saida Zeinab. En ese barrio,

Diez minutos más tarde de esa primera explosión, al tiempo que docenas de vecinos acudían a socorrer a los primeros heridos, tres suicidas detonaban casi simultáneamente sus cargas entre la muchedumbre, multiplicando el número de víctimas. La carrera contra reloj que protagonizan en Europa tanto políticos occidentales, como organismos internacionales y poderes regionales para alcanzar un cese de hostilidades que devuelva a los diferentes actores sirios a la mesa de negociaciones, se antoja un mera quimera para el sirio de a pie.

En plenas discusiones por alcanzar un cese de hostilidades en el país fuentes militares de Damasco advierten de una posible escalada de actos terroristas para torpedear las negociaciones de paz en curso.

“A las ocho y cuarto de la mañana oímos dos grandes explosiones, luego todo fue caos”, relata al teléfono Hayat Awad, responsable de prensa de la municipalidad de Homs. “Se han recogido tres bolsas con restos humanos pendientes de identificar”, añade. El Gobernador de Homs, Tala Al Barazi, cifró en 42 el número de víctimas civiles, que podría ascender en las próximas horas debido al gran número de heridos y cuerpos pendientes de identificación. Imágenes de coches calcinados y amasijos de hierro circularon en bucle en la televisión estatal siria. La deflagración se producía en una concurrida parada de autobuses y taxis colectivos en plena hora punta. “Es un lugar estratégico, donde a ese hora salen desde jóvenes a la universidad, niños al colegio o funcionarios al trabajo”, explica Bouzaina, vecina de Homs.

A los combates, los bombardeos, la criminalidad y el penoso deterioro de servicios básicos, como el acceso a agua potable y a la electricidad, provocados por la guerra y el embargo, se suma hoy el miedo a los atentados terroristas. Y ello no sólo en las bolsas de poblaciones chiíes. “Ante el avance de nuestras tropas y el acorralamiento de muchos grupos terroristas [como Damasco califica a todo grupo opositor], es posible que incrementen los ataques terroristas en las zonas controladas por el Gobierno”, asegura desde el anonimato un oficial del Ejército sirio. “Los grupos yihadistas como Al Qaeda e ISIS no tienen ningún interés en un proceso de paz”, explicaba a este diario el analista y experto sirio Hassan Hassan. “Su fuerza se nutre de la guerra y el caos. Sin ellos, pierden su fuerza”, apostilla el analista y autor de ISIS: dentro del Ejército del terror.

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