La UE desafía a Putin con un acercamiento a Bielorrusia
Los ministros de Exteriores levantan las sanciones que afectaban a 170 personas y a tres empresas
Lucía Abellán
Bruselas, El País
Europa quiere ganar influencia en su vecindario oriental, en detrimento de la tracción que ejerce Rusia sobre esos territorios. Tras el intento de atraerse a Ucrania, que acabó con un conflicto abierto aún vigente entre Kiev y Moscú, la Unión Europea da un paso mucho más modesto —pero simbólico— con Bielorrusia, un Estado cuya democracia resulta precaria. Los ministros de Exteriores levantaron este lunes oficialmente las sanciones que afectaban a 170 personas y a tres empresas bielorrusas.
El grueso de las medidas restrictivas fueron suspendidas temporalmente hace cuatro meses y la decisión de este lunes las elimina por completo. Se mantiene, no obstante, el embargo de armas y el veto a cuatro personas relacionadas con la desaparición de dos políticos opositores al régimen de Lukashenko.
Se trata de un movimiento incómodo para el presidente ruso, Vladímir Putin, en pleno bloqueo de las relaciones entre Moscú y Bruselas por la crisis ucrania. Los avances de Bielorrusia en derechos humanos no han sido sustanciales, pero el servicio diplomático europeo se aferra a algunos hitos para justificar la distensión. La liberación, hace seis meses, de los últimos prisioneros políticos que quedaban en el país y la reanudación del diálogo de derechos humanos han impulsado la decisión. Aun así, Bielorrusia sigue siendo el único país de Europa que mantiene la pena capital y Bruselas “deplora las dos recientes penas de muerte pronunciadas”, según las conclusiones adoptadas por los ministros.
“No todo es de color de rosa, pero hemos decidido adoptar un compromiso crítico con Bielorrusia”, argumentó la alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini.
Lucía Abellán
Bruselas, El País
Europa quiere ganar influencia en su vecindario oriental, en detrimento de la tracción que ejerce Rusia sobre esos territorios. Tras el intento de atraerse a Ucrania, que acabó con un conflicto abierto aún vigente entre Kiev y Moscú, la Unión Europea da un paso mucho más modesto —pero simbólico— con Bielorrusia, un Estado cuya democracia resulta precaria. Los ministros de Exteriores levantaron este lunes oficialmente las sanciones que afectaban a 170 personas y a tres empresas bielorrusas.
El grueso de las medidas restrictivas fueron suspendidas temporalmente hace cuatro meses y la decisión de este lunes las elimina por completo. Se mantiene, no obstante, el embargo de armas y el veto a cuatro personas relacionadas con la desaparición de dos políticos opositores al régimen de Lukashenko.
Se trata de un movimiento incómodo para el presidente ruso, Vladímir Putin, en pleno bloqueo de las relaciones entre Moscú y Bruselas por la crisis ucrania. Los avances de Bielorrusia en derechos humanos no han sido sustanciales, pero el servicio diplomático europeo se aferra a algunos hitos para justificar la distensión. La liberación, hace seis meses, de los últimos prisioneros políticos que quedaban en el país y la reanudación del diálogo de derechos humanos han impulsado la decisión. Aun así, Bielorrusia sigue siendo el único país de Europa que mantiene la pena capital y Bruselas “deplora las dos recientes penas de muerte pronunciadas”, según las conclusiones adoptadas por los ministros.
“No todo es de color de rosa, pero hemos decidido adoptar un compromiso crítico con Bielorrusia”, argumentó la alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini.