La reforma antiterrorista debilita a Hollande y Sarkozy

El ministro de Exteriores, Laurent Fabius, deja el Gobierno para presidir un alto organismo

Gabriela Cañas
París, El País
La reforma constitucional que persigue el Gobierno francés para reforzar la lucha antiterrorista ha dejado en evidencia el liderazgo del presidente de la República, François Hollande, pero también el del jefe de la oposición, Nicolas Sarkozy. El proyecto ha salido adelante, pero un centenar de diputados socialistas y más de ochenta de Los Republicanos han desoído a sus jefes negando su voto a la propuesta. Sendas rebeliones se producen el mismo día en que un peso pesado del Gobierno, Laurent Fabius, abandona el Ejecutivo para presidir el Consejo Constitucional.


La salida de Fabius, aun esperada, no llega en el mejor momento para el jefe del Estado. La rebelión interna del Partido Socialista ha quedado patente en el voto de esta tarde en la Asamblea Nacional, en primera lectura, con una dimensión inesperada: 83 diputados socialistas han votado en contra y 36 se han abstenido (hay un total de 287 diputados de este grupo). Algo similar ha ocurrido en el campo de Los Republicanos de Sarkozy, con 74 votos contrarios y ocho abstenciones (196 diputados). El expresidente ve así también menoscabada su autoridad en un momento en el que las encuestas siguen apostando por su máximo rival en la derecha, Alain Juppé.

El proyecto de reforma constitucional ha salido, no obstante, adelante con 317 votos a favor y 199 en contra. Este debe pasar ahora al Senado y, finalmente, ser votado conjuntamente. Para quedar aprobado necesita el apoyo de los tres quintos de los parlamentarios, una proporción que no ha logrado en esta primera lectura en la Asamblea.

Lo que divide a los dos grandes partidos franceses no son las duras leyes antiterroristas que se están aplicando ya. El motivo de la disensión es, en realidad, una medida meramente simbólica (la retirada de la nacionalidad a los terroristas binacionales aunque hayan nacido en Francia). Es la norma que motivó la dimisión de otro peso pesado del Ejecutivo, la ya exministra de Justicia Christiane Taubira, hace solo dos semanas. Hoy, incluso el ministro de Economía Emmanuel Macron ha declarado sentirse "incómodo filosóficamente" con este asunto, además de deplorar que se haya dado tanta importancia a un debate que finalmente solo se aplicará en casos extremos. El proyecto de reforma constitucional consta solo de dos artículos. El primero enmarca en la Carta Magna las razones por las cuales un gobierno puede decretar el estado de excepción. El actual estado de excepción, por cierto, ha sido prorrogado hasta el 26 de mayo próximo por la amenaza terrorista existente. El segundo se refiere a la posibilidad mencionada de retirar la nacionalidad a los terroristas condenados.

La salida de Fabius es independiente de este asunto, pero Hollande tenía que buscar su inmediato relevo en razón de los plazos legales previstos para sustituir al actual presidente del Consejo Constitucional Jean-Louis Debré, cuyo mandato termina el 5 de marzo. Laurent Fabius, el hombre que hizo posible en diciembre el acuerdo mundial sobre el Clima, es el más veterano miembro del Gobierno. Con 69 años, lo ha sido todo en la política francesa: varias veces ministro, presidente de la Asamblea Nacional y primer ministro bajo la presidencia de François Mitterrand. Mantendrá un despacho en el Ministerio de Exteriores francés, ya que hasta final de año sigue siendo el presidente de la COP21, la conferencia de las partes sobre el cambio climático.

El todavía ministro de Exteriores ha jugado un papel esencial en el Gobierno de Hollande. La búsqueda de una coalición global contra el ISIS en Oriente Próximo recayó sobre sus hombros. Fino diplomático, presume de haber dado la vuelta al mundo durante estos cuatro años más de 40 veces. Alemania, Italia, Bélgica y Finlandia, entre otros, reforzaron sus efectivos atendiendo dicha llamada. Fabius, sin embargo, se ha mostrado esta mañana decepcionado al constatar que el mundo no ha respaldado la posición francesa en Siria, especialmente dura contra el presidente sirio Bachar el Asad, a quien considera descalificado para participar en el proceso político de reconstrucción del país. Tras un desayuno con periodistas franceses ha asegurado que Rusia e Irán son cómplices de la "brutalidad" del régimen y ha tachado de "ambigua" la posición de Estados Unidos sin mencionar a este país.

Para sustituir a Fabius, que dejará el cargo una vez el parlamento acepte su nombramiento en el Consejo Constitucional, se barajan los nombres de Ségolène Royal, actual ministra de Ecología, y el del exprimer ministro Jean-Marc Ayrault, al que sustituyó Manuel Valls en 2014. El nombramiento de este último sería también una buena forma de reconciliar a los hollandistas con un nombramiento muy en línea con la cultura política francesa en la que es relativamente habitual que ocupe el cargo de ministro de Exteriores un exprimer ministro.

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