La Alianza planea integrarse en la coalición contra el Estado Islámico
Washington anuncia que la campaña militar contra los yihadistas se intensificará
Lucía Abellán
Bruselas, El País
La OTAN planea implicarse directamente en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Casi un año y medio después de constituirse la coalición internacional de 65 Estados y organizaciones contra el grupo extremista suní, la Alianza parece haber vencido sus resistencias a integrarse. Lo ha anunciado este jueves el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, al término de la reunión que este grupo de países celebró este jueves en Bruselas, en la sede de la Alianza Atlántica.
Washington, principal contribuyente tanto de la coalición como de la OTAN, es el principal interesado en este salto adelante, aunque Carter no quiso darlo por cerrado. “La OTAN explora la posibilidad de unirse a la coalición por sí misma”, avanzó el jefe del Pentágono. Dos fuentes de la organización sugirieron, no obstante, a EL PAÍS que la decisión no está tomada.
La eventual adhesión de la Alianza —todos los aliados integran ya la coalición anti-ISIS— no implicará participar directamente en los bombardeos que lanza la coalición sobre el ISIS en Irak y Siria. Se trata más bien de prestar las “capacidades únicas” de la organización en labores de apoyo. Es decir, compartir inteligencia o realizar labores de entrenamiento y de estabilización.
La cúpula de la Alianza ya ofreció una primera pista de estar dispuesta a participar de lleno en la coalición internacional al ceder a Washington aviones de vigilancia de largo alcance (AWACS) para combatir al ISIS, como le había solicitado la Administración de Barack Obama. La decisión la ha adoptado esta misma semana, en la reunión ministerial de Defensa que precedió al encuentro de la coalición internacional contra el Estado Islámico, liderada por Washington.
Más allá de adelantar esta posible entrada de la OTAN, el responsable estadounidense de Defensa anunció más implicación de los miembros del grupo internacional anti-ISIS en las campañas militares. El 90% de los Estados que las realizan han comprometido una mayor participación. “Claramente, la coalición va a intensificar su campaña”, ilustró Carter, que había lanzado esa petición a sus socios. Holanda —con bombardeos que ahora extenderá a Siria—, Polonia, República Checa, Rumania y Dinamarca le trasladaron inmediatamente esos nuevos compromisos.
Esa apuesta por la vía militar —aunque sea limitada— revela el escepticismo estadounidense respecto al éxito de las conversaciones de paz. “Esta campaña seguirá porque el ISIS tiene que ser derrotado, pase lo que pase con la guerra civil siria”, argumentó ante los periodistas.
Uno de esos países que aumentará su contribución será Arabia Saudí, pero no con fuerzas de combate en territorio sirio, como había sugerido. Carter aseguró que este país dará apoyo terrestre a la coalición, pero solo de tipo logístico.
Lucía Abellán
Bruselas, El País
La OTAN planea implicarse directamente en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Casi un año y medio después de constituirse la coalición internacional de 65 Estados y organizaciones contra el grupo extremista suní, la Alianza parece haber vencido sus resistencias a integrarse. Lo ha anunciado este jueves el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, al término de la reunión que este grupo de países celebró este jueves en Bruselas, en la sede de la Alianza Atlántica.
Washington, principal contribuyente tanto de la coalición como de la OTAN, es el principal interesado en este salto adelante, aunque Carter no quiso darlo por cerrado. “La OTAN explora la posibilidad de unirse a la coalición por sí misma”, avanzó el jefe del Pentágono. Dos fuentes de la organización sugirieron, no obstante, a EL PAÍS que la decisión no está tomada.
La eventual adhesión de la Alianza —todos los aliados integran ya la coalición anti-ISIS— no implicará participar directamente en los bombardeos que lanza la coalición sobre el ISIS en Irak y Siria. Se trata más bien de prestar las “capacidades únicas” de la organización en labores de apoyo. Es decir, compartir inteligencia o realizar labores de entrenamiento y de estabilización.
La cúpula de la Alianza ya ofreció una primera pista de estar dispuesta a participar de lleno en la coalición internacional al ceder a Washington aviones de vigilancia de largo alcance (AWACS) para combatir al ISIS, como le había solicitado la Administración de Barack Obama. La decisión la ha adoptado esta misma semana, en la reunión ministerial de Defensa que precedió al encuentro de la coalición internacional contra el Estado Islámico, liderada por Washington.
Más allá de adelantar esta posible entrada de la OTAN, el responsable estadounidense de Defensa anunció más implicación de los miembros del grupo internacional anti-ISIS en las campañas militares. El 90% de los Estados que las realizan han comprometido una mayor participación. “Claramente, la coalición va a intensificar su campaña”, ilustró Carter, que había lanzado esa petición a sus socios. Holanda —con bombardeos que ahora extenderá a Siria—, Polonia, República Checa, Rumania y Dinamarca le trasladaron inmediatamente esos nuevos compromisos.
Esa apuesta por la vía militar —aunque sea limitada— revela el escepticismo estadounidense respecto al éxito de las conversaciones de paz. “Esta campaña seguirá porque el ISIS tiene que ser derrotado, pase lo que pase con la guerra civil siria”, argumentó ante los periodistas.
Uno de esos países que aumentará su contribución será Arabia Saudí, pero no con fuerzas de combate en territorio sirio, como había sugerido. Carter aseguró que este país dará apoyo terrestre a la coalición, pero solo de tipo logístico.