Hay un país dividido y obliga a un cambio de timón del Gobierno
Analistas políticos creen que se ha vuelto a la coyuntura de 2006 y que ha surgido una mayoría que ya no apoya al Gobierno, lo cual lo fuerza a un cambio de actitud.
Marco Belmonte / La Paz
A la luz de los resultados preliminares que arrojan las encuestas luego del referendo, analistas políticos creen que se tiene un país más polarizado y dividido y, sin embargo, con la obligación del Gobierno de cambiar de actitud y consensuar con la ciudadanía que votó por el No a la reforma de la Constitución.
Los datos no oficiales presentados anoche en las redes televisivas por equipos Mori reflejan una victoria del No con 51%, contra el 49% del Sí y las cifras difundidas por IPSOS muestran un triunfo del No con 52,3% contra 47,7% del Sí.
"El país está nuevamente partido, hemos vuelto a 2006”, así sentenció el exvocal de la Corte Nacional Electoral (CNE) Jorge Lazarte sobre el panorama político que se observa en el país luego de conocerse los primeros resultados.
del referendo para modificar la Constitución Política del Estado y viabilizar un nuevo mandato del presidente Evo Morales.
Para el analista, si se consolida el triunfo del No, el Gobierno sabe que puede ser el principio del fin, por eso es que se jugó todo por el todo en este proceso. Sin embargo, advirtió que controla el Órgano Electoral y las cortes
departamentales. Además, dijo, que se debe hacer notar que hubo un crecimiento del número de mesas que el porcentaje de empadronados.
"El hechos más curioso de hoy es que se fue a votar sin saber quiénes son votantes. Se desconoce con qué padrón se votó, dónde se crearon nuevas mesas, eso no se sabe”, agregó.
Si se revierten los resultados preliminares y triunfa el Sí, Lazarte avisora un camino escabroso. "El Gobierno debe entender que ya ha perdido la mayoría que lo apoyaba, pero sigue teniendo el poder. Una parte del país en los datos le dijo basta. Hay cosas que son irreversibles, tiene que ponerse de acuerdo con los otros, que no son simplemente
los que están en la oposición en el Parlamento”, remarcó.
Los resultados obligan a consensuar políticas, pero en criterio del analista el Gobierno no es nada democrático y por eso sus advertencias de que no tolerarán más que se conspire contra su gestión.
El analista Carlos Toranzo advirtió que si se consolida el triunfo del No, el futuro del MAS es complicado, porque se puede desatar una guerra sin cuartel entre los probables candidatos a la presidencia. "Cada quien que se crea presidenciable comenzará a destruir al otro posible, eso implica que pueden surgir pugnas intestinas que clarifiquen más actos de corrupción o de tráfico de influencias, denunciados por las propias dirigencias masistas. Hasta ahora los boquetes abiertos en el Fondo Indígena o el tema del tráfico de influencias no fue un acto lúcido de crítica de la oposición, sino más bien son elementos que salen del propio MAS”, subrayó.
De todas maneras, Toranzo sostuvo que no se puede descartar para nada que el MAS gane las elecciones de 2019, porque hasta ahora la oposición no tuvo ninguna capacidad de unidad, ni lucidez para criticar al Gobierno y,menos aún, trazar un horizonte estratégico para Bolivia. "Hasta el 2019 pueden surgir las clásicas mezquindades de los políticos de la oposición que le abran la puerta del triunfo al MAS. Sin jubilar a quienes ya han candidateado varias veces, sin que hayan nuevos liderazgos, la puerta del triunfo estará abierta para el MAS en 2019”, añadió. El analista Ilya Fortún indicó que los propios resultados preliminares del OEP muestran una derrota del MAS y eso obliga al Gobierno a un cambio de timón absoluto en lo político y en términos de gestión.
"El Presidente ya no estará expuesto a trabajar en función a una próxima elección o campaña permanente, debe dar un golpe de timón en gestión y dedicar su tiempo y prioridad a enfrentar la crisis económica”, reiteró.
Sin embargo, Fortún también ve necesario un cambio de actitud de la oposición, que tiene el desafío de plantear una visión alternativa del país.
El analista Romano Paz espera que el Gobierno haga una buena lectura de los resultados del referendo, que demuestran que Evo Morales ya no representa el 100% de la población. "Hay un 51% que está en contra y eso es la ciudadanía, se deberá esperar que sea un gobierno de mayor consenso y diálogo, que se siente a dialogar con la oposición y no sólo imponer su visión, como lo ha venido haciendo en los últimos años”, reflexionó Romano.
Marco Belmonte / La Paz
A la luz de los resultados preliminares que arrojan las encuestas luego del referendo, analistas políticos creen que se tiene un país más polarizado y dividido y, sin embargo, con la obligación del Gobierno de cambiar de actitud y consensuar con la ciudadanía que votó por el No a la reforma de la Constitución.
Los datos no oficiales presentados anoche en las redes televisivas por equipos Mori reflejan una victoria del No con 51%, contra el 49% del Sí y las cifras difundidas por IPSOS muestran un triunfo del No con 52,3% contra 47,7% del Sí.
"El país está nuevamente partido, hemos vuelto a 2006”, así sentenció el exvocal de la Corte Nacional Electoral (CNE) Jorge Lazarte sobre el panorama político que se observa en el país luego de conocerse los primeros resultados.
del referendo para modificar la Constitución Política del Estado y viabilizar un nuevo mandato del presidente Evo Morales.
Para el analista, si se consolida el triunfo del No, el Gobierno sabe que puede ser el principio del fin, por eso es que se jugó todo por el todo en este proceso. Sin embargo, advirtió que controla el Órgano Electoral y las cortes
departamentales. Además, dijo, que se debe hacer notar que hubo un crecimiento del número de mesas que el porcentaje de empadronados.
"El hechos más curioso de hoy es que se fue a votar sin saber quiénes son votantes. Se desconoce con qué padrón se votó, dónde se crearon nuevas mesas, eso no se sabe”, agregó.
Si se revierten los resultados preliminares y triunfa el Sí, Lazarte avisora un camino escabroso. "El Gobierno debe entender que ya ha perdido la mayoría que lo apoyaba, pero sigue teniendo el poder. Una parte del país en los datos le dijo basta. Hay cosas que son irreversibles, tiene que ponerse de acuerdo con los otros, que no son simplemente
los que están en la oposición en el Parlamento”, remarcó.
Los resultados obligan a consensuar políticas, pero en criterio del analista el Gobierno no es nada democrático y por eso sus advertencias de que no tolerarán más que se conspire contra su gestión.
El analista Carlos Toranzo advirtió que si se consolida el triunfo del No, el futuro del MAS es complicado, porque se puede desatar una guerra sin cuartel entre los probables candidatos a la presidencia. "Cada quien que se crea presidenciable comenzará a destruir al otro posible, eso implica que pueden surgir pugnas intestinas que clarifiquen más actos de corrupción o de tráfico de influencias, denunciados por las propias dirigencias masistas. Hasta ahora los boquetes abiertos en el Fondo Indígena o el tema del tráfico de influencias no fue un acto lúcido de crítica de la oposición, sino más bien son elementos que salen del propio MAS”, subrayó.
De todas maneras, Toranzo sostuvo que no se puede descartar para nada que el MAS gane las elecciones de 2019, porque hasta ahora la oposición no tuvo ninguna capacidad de unidad, ni lucidez para criticar al Gobierno y,menos aún, trazar un horizonte estratégico para Bolivia. "Hasta el 2019 pueden surgir las clásicas mezquindades de los políticos de la oposición que le abran la puerta del triunfo al MAS. Sin jubilar a quienes ya han candidateado varias veces, sin que hayan nuevos liderazgos, la puerta del triunfo estará abierta para el MAS en 2019”, añadió. El analista Ilya Fortún indicó que los propios resultados preliminares del OEP muestran una derrota del MAS y eso obliga al Gobierno a un cambio de timón absoluto en lo político y en términos de gestión.
"El Presidente ya no estará expuesto a trabajar en función a una próxima elección o campaña permanente, debe dar un golpe de timón en gestión y dedicar su tiempo y prioridad a enfrentar la crisis económica”, reiteró.
Sin embargo, Fortún también ve necesario un cambio de actitud de la oposición, que tiene el desafío de plantear una visión alternativa del país.
El analista Romano Paz espera que el Gobierno haga una buena lectura de los resultados del referendo, que demuestran que Evo Morales ya no representa el 100% de la población. "Hay un 51% que está en contra y eso es la ciudadanía, se deberá esperar que sea un gobierno de mayor consenso y diálogo, que se siente a dialogar con la oposición y no sólo imponer su visión, como lo ha venido haciendo en los últimos años”, reflexionó Romano.