Estas son las 10 comparaciones más odiosas entre el Real y el Atlético de Madrid
La rivalidad entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid paraliza y divide a la capital española entre “madridistas” y “colchoneros”, y cada vez que se juega el derbi, los habitantes dejan ver si pertenecen a uno u otro conjunto.
El Real Madrid y el Atlético son dos equipos de autor. La diferencia es que mientras el primero es obra de su presidente, Florentino Pérez, el segundo lleva el sello de su entrenador, el Cholo Simeone. No es casualidad por ello que las comparaciones entre el ‘Real Florentino’ y el ‘Atlético Simeone’ resulten odiosas, tanto como evidentes.
Acá te presentamos las 10 comparaciones más odiosas entre Real y Atlético.
1.- Individualidades frente a equipo
Foto: Tomada de El Confidencial
Para empezar por el fútbol, precisamente todo lo contrario de lo que suele hacer Florentino Pérez cuando toma decisiones, la gran diferencia entre el Real Madrid y el Atlético es que mientras el primero sigue siendo la suma de grandes y millonarias individualidades, Simeone ha logrado que el Atleti sea siempre como un equipo, de ahí que su punto fuerte sea el funcionamiento colectivo más allá de actuaciones estelares como la de Griezmann en el Bernabéu. El hecho de que todo el poder deportivo esté en el vestuario y no en el palco es clave para que el técnico argentino mantenga al grupo comprometido, nadie dude de su autoridad, siempre se muestre competitivo sobre el terreno de juego y, por supuesto, se hagan impensables declaraciones como las de Cristiano sobre sus compañeros al término del derbi.
2.-Cuestión de estilo, si lo hay
Foto: Tomada de El Confidencial
Siguiendo con el fútbol, y como consecuencia del primer punto, el Real Madrid continúa siendo un equipo que no sabe a lo que juega, todo lo contrario de lo que le ocurre al Atlético de Madrid. “Tenemos una identidad muy definida: jugar con orgullo y con pasión”, dijo Simeone al término del derbi del pasado sábado. “Este partido sirvió para definirnos como equipo”, añadió el argentino. Su fútbol gustará más o gustará menos, sobre todo si no se es del Atleti, pero el equipo del Cholo siempre es reconocible. Por contra, el mismo Madrid de Zidane tiene una cara en el Bernabéu y otra bien distinta fuera, aunque fue precisamente Simeone quien se encargó de retratar al técnico francés y sepultar el efecto que tuvo su ascenso cuando Florentino Pérez destituyó a Rafa Benítez.
3.-Cuatro técnicos frente a uno
Foto: Tomada de El Confidencial
Pasar en menos de tres años de José Mourinho a Carlo Ancelotti, de Carlo Ancelotti a Rafa Benítez y de Rafa Benítez a Zinédine Zidane demuestra que la raíz del problema del Real Madrid está en su dirección deportiva, una labor que desempeña por designación propia el presidente de ACS. La inestabilidad que hay en el banquillo del Bernabéu exculpa en cierto modo a sus inquilinos, las primeras víctimas de un presidente intervencionista donde los haya, pero, eso sí, con quien el Cholo Simeone duraría dos días: el de llegada y el de salida. El argentino ha visto pasar ya a cuatro entrenadores en el Madrid, algo que era costumbre en el Atlético de Madrid hasta que llegó (o volvió) él.
4.- Clientes más que hinchas
Foto: Tomada de El Confidencial
“Yo nunca he utilizado el despacho del Real Madrid. Mi despacho es ACS”, le confesó Florentino Pérez al juez que le tomó declaración en el caso de la trama Púnica. Cuando Florentino explica cómo funciona el club que preside no duda en utilizar el término multinacional. Desde su perspectiva empresarial de la vida, el presidente de ACS ve en los aficionados del Real Madrid potenciales clientes, olvidando que su condición de aficionados y, en su caso, socios. En este sentido, el Atlético también cuida más a su hinchada, menos numerosa pero más fiel y por supuesto bulliciosa, precisamente porque se siente más identificada con sus colores.
5.- Vender camisetas… o sudarlas
Foto: Tomada de El Confidencial
El director deportivo del Real Madrid, léase Florentino Pérez, ficha jugadores que vendan camisetas. Incluso su actual entrenador, Zinédine Zidane, las vende con el 5 que llevaba a la espalda en su etapa de futbolista y que casualmente se encontraba libre tras la marcha de Coentrao el pasado verano. Por contra, Simeone pide a la secretaría técnica del Atlético jugadores que suden la camiseta. Además de calidad, por encima de todo el Cholo exige compromiso, lo cual tarde o temprano termina acabando en identificación total con la camiseta que visten, algo que no por casualidad el madridismo ha llegado a poner en duda en el caso de algunos de sus multimillonarios futbolistas.
6.- Villalón o “doctor estiramientos”
Foto: Tomada de El Confidencial
Puede parecer un problema menor, pero lo cierto es que mientras en el Atlético los servicios médicos que dirige el doctor Villalón hacen auténticos ‘milagros’ para que la recuperación de sus jugadores se produzca en muchas ocasiones antes de lo previsto, en el Real Madrid es el propio vestuario quien cuestiona la labor del doctor Olmo, conocido por los jugadores como ‘doctor estiramientos’. Casos como los de Benzema y, sobre todo, Gareth Bale, son los más llamativos, aunque también en este caso es el presidente quien protege al principal responsable.
7.- Demagogia con la cantera
Foto: Tomada de El Confidencial
El Atleti volvió a ganar el sábado en el Bernabéu con un centro del campo formado por tres canteranos -Gabi, Koke y Saúl, además de Augusto y sin contar a Fernando Torres. Curiosamente, el Real Madrid acabó el partido con cuatro -Carvajal, Lucas Vázquez, Jesé y el debutante Borja Mayoral-, aunque sólo el primero es titular. El resto tuvo que salir para cubrir las numerosas bajas que sufrió su equipo. Zidane viene precisamente de dirigir al Castilla, aunque sabido es que la política de Florentino con la cantera es más demagógica que real. La del Atlético no está en su mejor momento, pero al menos se ve reflejada en el primer equipo, la mayor aspiración que pueden tener los jóvenes futbolistas.
8.- El respeto (o no) a los símbolos
Foto: Tomada de El Confidencial
Aunque pueda parecer algo espontáneo, no lo es, de ahí su gravedad. Bajo la presidencia de Florentino son muchos los símbolos del Real Madrid, desde Del Bosque a Iker Casillas pasando por Raúl o Fernando Hierro, que han tenido que abandonar el club por la puerta de atrás. Todo lo contrario de lo que, salvo alguna excepción, ocurre en el Atlético, un club tradicionalmente vendedor, pero que sigue cuidando a aquellos futbolistas que dejaron huella. El caso más actual es el de Fernando Torres, como en su día lo fue Luis Aragonés, a quienes el Calderón aclama, aunque en el caso del Niño ahora mismo en el otro extremo del debate para su renovación esté el intocable Cholo.
9.-Rivales dignos e indignos
Foto: Tomada de El Confidencial
Desde que Simeone dirige al Atlético, la tendencia en los derbis madrileños ha cambiado radicalmente. De los 19 que se han disputado hasta el del pasado sábado, los rojiblancos han ganado siete y empatado cinco. “Se busca rival para derbi decente”, rezaba una pancanta desplegada en el Bernabéu en vista de que el Atlético acumulaba 14 años y 24 partidos sin ganar al Real Madrid. Pero llegó el Cholo y ahora son los rojiblancos quienes “buscan rival digno para el derbi”, con lo que le escuece a Florentino Pérez perder contra su auténtico rival, el Atleti, el equipo que actualmente reina en la capital.
10.- El reparto (?) del poder
Foto: Tomada de El Confidencial
Ambos son presidentes de sus respectivos clubes, aunque el papel y el poder que Florentino Pérez y Enrique Cerezo tienen en el Real Madrid y el Atlético, respectivamente, nada tienen que ver. Mientras el primero ha construido -como constructor que es- un club en el que cualquier decisión tiene que contar con su visto bueno, Cerezo desempeña una labor puramente representativa, lo cual le permite transmitir una imagen de naturalidad o normalidad. Lo paradójico es que, mientras el Atlético de Madrid es una Sociedad Anónima Deportiva, de ahí el importante papel que desempeña su director general, Miguel Ángel Gil, el Real Madrid no, por lo que resulta aún más sorprendente el poder que tienen uno y otro presidente, del todo a la nada, cuando lo normal sería lo contrario.
